Porque
nunca fue suyo
Ed. Alacena
Roja. 2013
Ya desde el inicio de esta
obra, en el prólogo de Manuel Lacarta, se alude al desafío que puede suponer
sacar viejas ropas del armario e intentar vernos con ellas en la forma en que
nos veíamos tiempo atrás, cuando aquella nos quedaba a la medida, tanto en el
cuerpo como en el alma.
De la misma manera, este Porque nunca fue suyo, es el resurgir de
la voz poética de un Fernando López que permaneció en silencio por quién sabe
qué… A quienes lo conocemos desde hace poco tiempo, en nada nos influye este
paréntesis en su poesía, y observamos que el talle del traje le queda a la
perfección. No sobra ni falta género. Y el cuerpo de la obra luce como recién
estrenado.
A modo de guía, el autor
nos indica unas pautas para abordar este libro. Yo las he leído detenidamente,
pero he decidido prescindir de ellas.
«La poesía no hay que
entenderla, hay que sentirla» me dijo en una ocasión una persona muy querida.
Yo me guie por su consejo
y comencé a sentir el poema. Desde entonces leo versos casi a diario y unas
veces los comprendo, otras me identifico con ellos y las más, me sumerjo en sus
latidos y sigo su ritmo.
Así, con esta personal
lectura paseo durante estos días por la pluma de Fernando López. Me recreo en
el detalle de su verbo y oscilo entre la comprensión y mi propio sentimiento.
Me detengo en cada una de sus esquinas y me adentro en sus parcelas.
Adueñándome de su palabra me duelo en su tristeza mientras permanece en mis oídos
la última palabra pronunciada por los
labios muertos; y mi cuerpo, convertido
en arena, se escurre entre las manos de los sin culpa. Por momentos me
crezco ante la ira que el cuervo, con su
risa, me provoca y quisiera levantar el vuelo desde mi asiento de primera
fila para evadirme con la niña que,
violada por el mundo, llora su hambre en los campos secos por el frío.
En este paseo he vuelto,
no una, sino varias veces, a alguna de sus páginas para permanecer por unos
instantes en un verso en particular. Después, he desandado los pasos y me he
detenido otra vez en otro de otra página cualquiera, sin prestar atención al
título escrito con distinto formato y color. Así voy y vengo de poema en poema,
de verso en verso. Y de entre todos ellos, de momento —solo de momento—,
entresaco este que transcribo como fin de mi comentario, en la certeza de que
en pocos días, habré de detenerme en la degustación de cualquier otro de los
que conforman este Porque nunca fue suyo.
…Solo
quise un sueño
inspirar
un sueño
como
un susurro en la voz del aire.
Lola Estal
(Este libro se puede adquirir a través de Alacena
Roja Editorial, en su página web. En formato impreso y en digital).
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