La pirámide del café
Editorial Alevosía, 2014
Hay libros que parecen escritos para adolescentes,
casi para niños, y sin embargo son mucho más profundos y significativos que
otros con más pretensiones.
Es el caso de la novela que hoy recomendamos, La pirámide del café, de Nicola Lecca
–Editorial Alevosía / Siruela- que nos narra la historia de un joven húngaro
–Imi- que ha pasado su infancia y adolescencia en un orfanato local de su
Hungría natal para salir con toda la ilusión del mundo rumbo a su particular
tierra prometida –Londres- y en concreto, a un salvador trabajo en una cadena
de cafeterías regida por asépticos manuales que deben ser puntualmente seguidos
desde lo más alto del escalafón hasta el escalón más bajo. De ahí, claro está,
aquello de <la pirámide del café> que hace referencia a la estructura de
la cadena de locales.
Hay un momento decisivo en la historia en la que
Imi entra de manera abrupta en la madurez y esto lo nota su casera de manera
explícita en el libro. Por cierto, una casera que es más una madre o una amiga
que un personaje sórdido y avaro pendiente del dinero sobre cualquier otra
cosa.
Aunque el autor es italiano, la ternura y empatía
con la que relata la vida del orfanato me recuerdan a los clásicos del género
con especial mención a Charles Dickens. Dicho esto, el autor confiesa en una
nota al final que el relato está basado en un auténtico orfanato en el que se
ha inspirado para su novela, con lo cual la relación con los clásicos está ahí
pero no es la única fuente.
La novela de hoy nos aportará el buen rollo y la
sensación de que la vida tiene cosas muy importantes en la monótona
cotidianidad que vivimos a regañadientes y con pocas ganas. El día a día,
mirado a los ojos de Nicola Lecca, se hace mucho más interesante y, desde
luego, quienes lean el libro afrontarán la vuelta al trabajo con unos ojos
mucho más positivos.
Formalmente, se trata de una novela flexible,
manejable, de pasta blanda y letra muy cómoda, con un ritmo ágil que no nos
dejará parar hasta llegar a la última página. Una novela de esas que
alargaremos un poco al final por las pocas ganas que tenemos de que se termine.
La cubierta ha llamado la atención de todos los que la han visto. Sobre un
fondo de verdes y azules encontramos diversos motivos londinenses como el
autobús de dos pisos, una pipa, el Big Ben o una tetera. Que la disfruten.
Adolfo Caparrós Gómez de Mercado