Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

martes, 31 de agosto de 2021

Nadie se conoce, de Chus Sánchez (Reseña nº 968)

 

Chus Sánchez
Nadie se conoce
Apache Libros, 2019

Nada ni nadie te separará de mí. Terribles palabras que nadie deseará escuchar en su vida, pues definen todo el terror que un ser humano puede provocar en sus semejantes. Creo que ha sido en torno a esta frase que la cartagenera de nacimiento, Chus Sánchez, ha creado una fantástica novela que aglutina adelantos científicos, intriga, amor, odio, amistad sin límites aderezado con unas gotas de terror tan suaves que te hielan la sangre.

Porque dos personajes principales, el doctor Arthur Hensen y la amiga de la familia, la viuda Emma Soler, van a llevarnos por los pasillos de la locura del primero, que abandona toda cordura cuando decide no desprenderse del cadáver de su mujer, sino embalsamarlo y dejarlo en el salón de su pazo gallego, al sentirse incapaz de soportar la soledad que pensaba le ahogaría sin ella, a pesar de que entre ambos tenían una hija y un elevado número de sirvientes. No le importa perder a todos los amigos, perder el trabajo, ser rechazado allá donde fuera, y como un cangrejo ermitaño, encerrarse cada vez más en su mundo.

Sólo la mencionada Emma Soler, viuda y adinerada, sigue a su lado, ella comprende los logros científicos que el doctor ha conseguido, lo que significará para el futuro de la humanidad que no sea preciso desprenderse de los seres queridos, sino poder tenerlos siempre a nuestro lado. Tan reales, tan hermosos y jóvenes, casi podría decir que ... tan vivos, pues esa es la sensación que siente cuando ve a la difunta Elena, la mujer del doctor, allí sentada, embalsamada, en el salón del pazo.

Antes, cuando he calificado a la novela de fantástica, me refería al hecho de fantasía, de ciencia ficción, de terror. Porque esta novela, la trama que ha tejido Chus Sánchez pone en peligro no solo el juicio del doctor Hensen, sino incluso el de la anciana sirvienta, la señora Ramírez, y el de la propia hija del doctor.

Personajes todos ellos atrapados en una red de dolor y de horror a la soledad.

Con un final tan inesperado y tan sorprendente que no quería que la novela terminase nunca.

Francisco Javier Illán Vivas

lunes, 30 de agosto de 2021

Estadísticas: seguimos superando los mil lectores en las reseñas literarias


 Más de mil cien lectores han entrado en la página de la reseña de El frío corazón de la estatuas, de Pedro Javier Martínez.

Una semana más, gracias por vuestra fidelidad a Acantilados de papel.



viernes, 27 de agosto de 2021

Estadísticas: Una semana más, más de mil lecturas

 

1.044 lectores y lectoras han pinchado la reseña de Rojo sobre negro, de Isabel del Río.

Gracias por la fidelidad a los artículos sobre libros que semana a semana os proponemos.

 

 

domingo, 22 de agosto de 2021

El frío corazón de las estatuas, de Pedro Javier Martínez (Reseña nº 967)


Pedro Javier Martínez
El frío corazón de la estatuas
Los Libros del Mississippi, 2021

El frío corazón de las estatuas impresiona ya desde el título, pues hace que el lector impacte ante la idea que le presenta el autor nacido en Dolores (Alicante), y aguileño por elección.

Hoy, cuando he cerrado el poemario, he observado que está tan de actualidad como cuando él fue escribiendo cada uno de los poemas en los que volvía a los temas sociales, a denunciar la desigualdad, a clamar contra la injusticia.

Y era de absoluta actualidad cuando desde los informativos nos hablan de las catástrofes que están pasando en Afganistan, otra vez más.

En el poema que se reproduce en la contraportada, podemos leer:

Si tú no eres capaz de emocionarte
ante una Siria rota..

podríamos cambiar perfectamente el nombre de Siria por el de Afganistan, y nada desentonaría en el resto del poema.

Es un poemario donde los poemas están numerados, no con títulos, y en los que el autor nos muestra el dolor, su dolor, ante este mundo en que vivimos, tan ensimismado, tan ajenos unos a otros y él reclama una reparación, un grito en el desierto.

Poemas profundos que producen hasta zozobra en el poeta, pero que nos cierra el libro con esperanza, donde nos dice que existen hombres capaces de derretir ese frío corazón de las estatuas.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 19 de agosto de 2021

Estadísticas: Seguimos superando las 1000 lecturas semanales

 


Aunque no solemos publicar las estadísticas habitualmente, no es menos verdad que nuestros lectores siguen fieles a las reseñas y críticas que publicamos semana a semana.

Como muestra, una imagen de dos de las últimas reseñas publicadas, donde se observa como superan las 1.000 visitas cada una de ellas.

lunes, 16 de agosto de 2021

Rojo sobre negro, de Isabel del Río (Reseña nº 966)


Isabel del Río

Rojo sobre negro
Apache Libros, 2018

¿Qué debe contener una novela para que la leamos? Y, antes de eso, ¿qué debe mostrar para que, entre los miles de novedades, nos decantemos por ella? En mi caso, y en este caso, fue muy fácil. Coincidir en el Celsius 2021 con una buena amiga de hace muchos años y preguntarle qué me recomendaría que leyese, de las novedades que presentaba.

Ella eligió la novela que nos ocupa. Pero la respuesta aún no está. La portada nos invita a coger el libro y mirar dentro. Acertada ilustración de Jenni Conde, que también es la autora de las ilustraciones del interior. La combinación de colores es llamativa, primer acierto de la editorial y de la autora.

Y después la maquetación, intercalando páginas en blanco y en negro, para que el lector comprenda cuando la protagonista, Carrie (después hablaremos del nombre) está en la realidad o en esa otra dimensión que llaman Negro.

Después de estos dos detalles que te invitan a decantarte por el libro, vamos a la narrativa. La obra de Isabel está muy bien escrita, capítulos cortos, con momentos en una y otra realidad, que nos van acercando a detalles que casi todas las novelas juveniles deben tener, añadiendo que en esta ocasión estamos en lo que ahora se define como fantasy dark, fantasía negra. 

Carrie, y nos explica la autora a lo largo de la trama que sus padres eligieron el nombre gracias a la película del mismo título, basada en la obra de Stephen King, es capaz de entrar en una dimensión que llaman Negro, una dimesión que nos rodea pero que escapa a nuestros sentidos, puede leerse en la contraportada. Un lugar al que aprendió a entrar gracias a su abuelo.

Pero no es gratis hacerlo. Pues lo mismo puede salvar al mundo de un cataclismo que provocarlo. Porque, según le confesará su abuela, extraño ser con el que se encontrará en Negro, lo que Carrie no había aprendido era a cerrar las puertas por las que entraba en la oscura dimensión. Y ahí estaba el tremendo peligro.

Rojo sobre negro es también una novela de amor. De amores, deberíamos decir, de descubrimiento de que ella, Carrie, no es la única de su familia capaz de entrar en Negro, de abusos y violaciones que se esconden en el secreto de las familias, y de esperanza.

Como véis, no le faltan motivos para agradar al lector que se atreva a entrar en Rojo sobre negro.

Francisco Javier Illán Vivas



lunes, 9 de agosto de 2021

Croniria, de Raquel Lanseros (Reseña nº 965)


Raquel Lanseros

Croniria
Madrid, 2009

Ha pasado mucho tiempo, lo sé, podéis echármelo en cara, pues Croniria se publicó en 2009, tras haber ganado el XIII Premio internacional Antonio Machado en Baeza. Estaré de acuerdo con todo lo que me reprochéis, pero esta poesía, como el siguiente libro que tengo pendiente, de ella también, Matria, es tan intemporal, tan inmortal, que no importa cuando se lea.

Ahora sé que volveré a él, como los poemas de mis admirados poetas que todos conocéis, Luis Alberto de Cuenca, Pablo Neruda, Vicente García Hernández, Pedro Javier Martínez... disculpad que no cite a más.

No recuerdo ahora quién fue el autor, ni dónde lo escuché, pero sí que tengo en la memoria las palabras de aquella persona que me comentó que gracias a Croniria había vuelto a percibir la belleza, que escuchando la melodía de los versos de Raquel, que a él le parecía que susurraban al viento, había recuperado su condición de poeta que olvidó su oficio.

Comparto con él esa condición de poeta que olvidó su oficio y, ahora, tras leer Croniria, y temiendo el efecto que me produzca Matria, sé que no olvidé el oficio, sino que éste me olvidó a mi.

Me habría gustado amarte, te lo juro.

Fue el primer poema, y me pareció tan bello, tanta belleza en tan pocas palabras que cerré el libro y me quedé sentado durante largos minutos, saboreando lo que acababa de leer.

Tengo la suerte de conocer a Raquel desde hace mucho tiempo. He tenido la suerte de colaborar con ella en la revista que nuestro admirado amigo común, Fulgencio Martínez, ha dirigido y coordinado durante tantos años, y he disfrutado de alguno de sus poemas inéditos, que nosotros teníamos el privilegio de escuchar de sus labios por primera vez.

Frescura, audacia, solidez, penetración, hallazgos verbales que van más allá del mero juego literario, fueron adjetivos que el jurado del premio Antonio Machado en Baeza dedicó a esta obra.

Yo no voy añadir nada más.

Francisco Javier Illán Vivas