Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

viernes, 24 de octubre de 2025

Lucrecia, de Teresa Galeote Dalama (Reseña nº 1123)

 


Teresa Galeote Dalama
Lucrecia. Las orillas del tiempo.
M.A.R. Editor, febrero 2025

He tenido la suerte de ir leyendo a Teresa Galeote Dalama los últimos años, y aquí, en estos no tan abruptos Acantilados de papel hay varias reseñas de sus obras. Si la memoria no me engaña, esta es la tercera novela que le leo.

Y es un poco diferente a las demás, narrada en primera persona, nos cuenta la historia de Lucrecia, pero también la de Bernabé y sus historias o relatos. Me han gustado mucho esas narraciones dentro de la narración general.

¿Quién es Lucrecia? Una mujer llegada desde Hispanoamérica a España en busca de una vida mejor, que se convierte en una vida de trabajo, de lucha, de escapar del acoso de un nefando Julián que la chantajea, de las mentiras de la señora que le promete una y otra vez que tendrá papeles. En resumen: de las personas que se ven obligadas a emigrar. Ahora desde Hispanoamérica a España u otras naciones. Y en su momento, desde España al Nuevo Mundo.

Francisco Javier Illán Vivas 

miércoles, 22 de octubre de 2025

La caída de Troya, de M.D. Álvarez


 

—Yo no me atrevo a llevarle la contraria -objeto Automedonte, al grupo de aurigas que, asustados, observaban cómo el salvaje Aquiles mataba a diestro y siniestro a héroes troyanos en la flor de la vida, una vida que muchos de ellos perderían a manos de Héctor, el teucro de tremolante penacho.

La batalla podría haberse resuelto de un modo diferente si Agamemnón no le hubiera robado a la hermosa sacerdotisa de piel tersa y suave al bravo Aquiles y culpado a Héctor de saciar su apetito con ella. Mal sabía el héroe tesalónico que Agamemnón se la estaba jugando.

Posiblemente, estos dos aguerridos héroes hubieran sido amigos si no se hubiera torcido el enlace de Menelao con la hermosa Helena.

Ahora, en el fragor de la batalla, los dos héroes se enfrentaban por sus respectivos pueblos, todo por la codicia de Agamemnón, que, ávido del poder de Troya, quería destruirla a toda costa; y, si era preciso, sacrificaría a todos los héroes aqueos que fuera necesario hasta lograr que Zeus fulminara la hermosa ciudad consagrada a Atenea, que, airada, ayudó al joven Eneas a huir y fundar la magna ciudad de Roma.

M. D. Álvarez

viernes, 17 de octubre de 2025

En estado de gracia, de Carmelo Guillén Acosta (Reseña nº 1122)

 


Carmelo Guillén Acosta
En estado de gracia
Renacimiento, 2021

La lectura de este poemario me trae luz, que incide directamente en los receptores de la felicidad, de iluminar un camino, aunque para decir la verdad, me ha estado iluminando dos semanas, entre Feria del libro y Feria del libro, los momentos de sentarme relajado al lado de mi caniche Irisfree.

Plenitud, encarnación, vida, fe, pero no ciega, fe en cada momento, ese don que nos canta estando en estado de gracia.

Ya no quiero otra cosa que el cariño.
Después de haber vivido a su cuidado,
ya no quiero otra cosa que el cariño,
que el roce de su mano bienhechora,
que su presencia eterna por mi vida.
Si no a qué se debe este afán noble
de volver de continuo por mis pasos,
de no apartarme nunca de esa senda
en la que me resulta imprescindible
tener a quien querer y que me quieran.

Lo he disfrutado durante tres semanas, pocas veces he hecho eso con un poemario.

Francisco Javier Illán Vivas  

jueves, 16 de octubre de 2025

Amor y pasión, de Harmonie Botella

 


AMOR Y PASIÓN

En el éter de la pasión eterna,

cuando el fervor se entreteje con el alma,

surge el ardor, cual llama imperecedera,

y el afecto como río de aguas cristalinas.

La pasión, vorágine de emociones puras,

se funde en la devoción, altar sublime,

mientras la adoración, cual himno celeste,

eleva el espíritu a cumbres divinas.

En la ternura, nido de susurros tiernos,

florece el cariño, jardín secreto,

y el apego, vínculo de hilos invisibles,

ata los corazones en nudo eterno.

La caricia, brisa de pétalos suaves,

roza el alma con manos etéreas,

mientras el idilio, sueño de armonía,

pinta el cielo con colores incandescentes.

En el afán, hoguera de deseos nobles,

se enciende la estima, luz perenne,

y la predilección, estrella guiadora,

ilumina caminos de éxtasis profundo.

La veneración, cual rezo en templo oculto,

exalta el lazo de almas entrelazadas,

mientras el embeleso, néctar divino,

embriaga los sentidos en danza perpetua.

Así, en el amor, un sinfín de sinonimias cultas.


Harmonie Botella

martes, 14 de octubre de 2025

Tú me quieres, de M.D. Álvarez


 

A disfrutar de la cerveza bien fresquita en la tumbona, era lo único que necesitaba para sentirse en paz y tranquilo. Sin embargo, con semejante grupo de amigos no era posible; lo atosigaban y bromeaban, tomándole el pelo con sus gustos por las mujeres. Solo ella parecía ser la nota discordante y la única que lo defendía frente a las bromas de sus amigos.

A ella le gustaba, y se sentó a su lado con otro botellín de cerveza bien helado.

"Por la cerveza y el amor", dijo ella, alzando el botellín.

Él la miró y sonrió. ¡Brindó por eso! Y chocó su botellín.

M. D. Álvarez