martes, 17 de junio de 2025
El señor de las calles, de M.D. Álvarez
sábado, 14 de junio de 2025
Diosa Luna, de Beatriz Alcaráz López (Reseña nº 1106)
Beatriz Alcázar López
Diosa Luna
Avant Editorial, julio de 2024
Esta novela es otro de los regalos literarios que he conocido gracias a la acción de escritores y escritoras que van abriéndose camino y, al mismo tiempo, abrir las calles y llevar la literatura a todos los rincones de la Región de Murcia, especialmente de Murcia capital.
Ya son varios los barrios que se han unido a este movimiento y en uno de ellos, en el del Progreso, conocí a la autora, que siempre ha estado muy activa en la lucha por los derechos de las personas, de las mujeres en particular.
Y cuando llegó el momento de jubilarse dedicó parte de su esfuerzo vital a la literatura, presentándonos en esta obra un reflejo de la sociedad actual como ella a través de los ojos de su protagonista, una mujer tan luchadora como ella misma lo ha sido siempre, aunque no se trata de una autobiografía.
La portada es también suya y, como dice la contraportada, posiblemente cuando pintó ese cuadro, ya estaba anidando en su mente la vida de la protagonista, Mamá Luna, una mujer que, sin quererlo, se ve obligada a luchar contra el racismo, contra el clasicismo, que debe defender a su familia, a sus hijos, para buscar una vida mejor, no solo para ella, sino para quienes la rodean.
Francisco Javier Illán Vivas
martes, 10 de junio de 2025
El caso del florín desaparecido, de M.D. Álvarez
jueves, 5 de junio de 2025
Selección poética de Desirée Dorado
Désirée Dorado nació en el Puerto de la Cruz (Tenerife), noviembre de 1979. Tras años recorriendo varias ciudades de España, sobretodo por el norte, en 1998 aterrizó en Murcia, tierra de la que se enamoró y por fin consiguió echar raíces.
Policía Local de profesión, pintora, actriz, escritora y creadora del grupo cultural murciano “Culturetas Murcia” y de la página de instagram @ahablardemislibros, entre otras facetas artísticas.
Autora de:
- El poemario “Alma al desnudo”, publicado en 2009
- La obra teatral “Muertos de la risa”, dirigida y representada por ella misma, junto con otros actores en el grupo teatral Proyectan-2 en 2010 y 2011
- La obra teatral “Inseguridad social”, dirigida y representada por ella misma, junto con otros actores en el grupo teatral Proyectan-2 en 2012 y 2013.
- La obra teatral “Presagio Mortal” (2015)
- El poemario “Anagramas del silencio”, publicado en 2020
- La novela de fantasía “El tictac del reloj de arena”, junto a Eduardo Martínez, en 2022
- El conjunto de relatos de terror “En tiempos líquidos y otros relatos psicopáticos” publicada en 2024
- La novela negra “A 4 patas”, junto con Daniel Gómez, publicada en 2024
- La antología poética “Soy un Animal”, publicada en marzo de 2015
- Alguna otra obra bajo seudónimo, cuyos títulos aún no quiere revelar.
- En la actualidad se encuentra escribiendo la secuela de “A 4 patas”: “A 4 patas X-treme"
martes, 3 de junio de 2025
El hombre de la lluvia, de M.D. Álvarez
viernes, 30 de mayo de 2025
Soy un animal, de Desirée Dorado (Reseña nº 1105)
Desirée Dorado
Soy un animal
Los años dedicados a la lectura de autoras y autores más cercanos me ha permitido conocer firmas que, seguro, de otra forma nunca hubiese leído. Desirée Dorado es uno de estos casos, de los últimos casos, y ha sido una suerte aparecer en el mundo de apoyo a la cultura en general que es Culturetas, la asociación, más o menos anárquica, que lidera ella.
Soy un animal es la primera obra que leo de ella, que se ha caracterizado por escribir narrativa, teatro, y una faceta que parece practica bastante, libros a cuatro manos, podríamos decir, con otros autores o autoras.
La autora ha querido reunir poemas de obras propias anteriores, para crear su primera antología personal, un reto valiente en una poeta que empieza el camino, y que aquí se nos presenta en una búsqueda introspectiva y en el que la autora pretende que el lector encuentre también ese viaje interior en busca, tal vez, de lo que toda persona busca y pocas encuentran.
Ya nos lo adelanta el autor del prólogo, Alberto Vicente Fernández, "versos atrevidos, intensos, osados; algunos tristes, otros risueños, te transportan a a un rincón diferente de tus pensamientos y emociones".
Ahora te toca a ti, lector, abrirlo y disfrutarlo.
Francisco Javier Illán Vivas
jueves, 29 de mayo de 2025
Poema de Guillermo Molina
Como dos barcos a la deriva
que la tormenta deja
a voluntad del mar,
restos de vidas rotas
sin mástil ni timón
esperando naufragar.
Barlovento,
capricho del destino
que junta dos caminos
en una misma dirección.
Perdidos, sin ancla,
puerto, ni vela que izar,
vacíos de lastre del pasado
que por la borda
tiraron al mar.
Livianos de equipaje
pero llenos de aroma de mar,
arrastrados por la marea
a donde ella los quiera llevar.
Sin rumbo, pero de la mano.
martes, 27 de mayo de 2025
Bajo la luz de una lámparilla, de M.D. Álvarez
sábado, 24 de mayo de 2025
Ventana al alma, de Guillermo Molina (Reseña nº 1104)
Guillermo Molina
Ventana al alma
Amazon, 2023
He tenido la suerte de conocer a un buen número de poetas, hombres y mujeres, en diferentes eventos que estamos llevando a cabo, a través del movimiento Acción de Escritores Solidarios, y que van representando una nueva generación que busca abrirse camino en el difícil mundo de la poesía. ¡Tan difícil que ayer leí que una persona mató a otra por una discusión de si poesía o prosa! Esperemos no cunda el ejemplo y sea la palabra, o la escritura, la que venza en el debate, si es que tal es necesario.
Guillermo Molina, nacido en Blanca y residente en San Pedro del Pinatar, es un hombre que ha encontrado en la poesía la forma de expresar y dar salida "a los ríos de sentimientos que me ahogaban por dentro", pero también creo que ha sido una forma de superarse a sí mismo, de encontrar el valor de hablar, de recitar, en público, algo que muchas veces es muy difícil.
Ventana al alma es un viaje a lo más profundo del alma del autor: amor, vivencias, ilusiones, esperanzas, incluso sueños cumplidos o por cumplir, pero también de todo aquello que quedó en el camino (aunque es joven), sus anhelos, sus temores, los sentimientos que conforman una vida, la vida de cada día.
Guillermo Molina se declara, por tanto, "poeta por necesidad".
Francisco Javier Illán Vivas
jueves, 22 de mayo de 2025
Selección poética de Claudia Albaladejo
El verdadero amor termina y empieza con la muerte.
Cuando esa persona lo ha significado todo y, de pronto,
lo único sólido que permanece es la nada,
ese abismo donde antes habitaban los abrazos, las miradas.
Los recuerdos, que al principio son tan vivos,
se convierten en agua evaporada con el paso de los años,
suben al cielo, mojan las estrellas, y por eso brillan,
porque se componen de recuerdos olvidados.
Ya no hay piel, ni olor a bosque, ni el eco de una risa.
Las canciones que un día bailaron juntos se vuelven tabú,
ritmos prohibidos que temes tocar por miedo a quebrarte.
Piensas que esa persona fue lo mejor que te pasó en la vida,
tanto que, un día, decides tatuarte su nombre o su cara en las
costillas,
como un recordatorio grabado en tu carne,
una certeza de que ahora, en la distancia,
jamás podrá decepcionarte.
Sabes que lo querrás el resto de tu vida,
con todo lo que eres, con cada fibra de tu ser,
y cada noche te sientes morir un poco,
aunque resulte contradictorio,
pues el corazón sigue latiendo.
Y ahora lo comprendo: el verdadero amor es la muerte,
que se lo lleva todo,
los problemas, el dolor, las lágrimas.
Pero también se lleva la justicia,
pues nadie merece partir,
Y aun así, se va.
Se va y solo deja el recuerdo,
un destello que algún día brillará más suave,
cuando la pena persista, pero se vuelva menos aguda,
como una herida que el tiempo suaviza,
aunque nunca sana por completo.
Porque, sí, con el tiempo, todo suele doler menos,
pero esto no.
El dolor de su partida sigue supurando como el primer día,
un latido mudo que quema y no cede,
una ausencia que, aunque se acostumbre,
no deja de desgarrar.
Por favor, vuelve,
aunque sea en un sueño, en un susurro,
vuelve, porque aquí seguimos esperando,
ciegos, anhelando, como el primer día,
el eco de lo que fuiste.
Sábado noche
Estoy anclada en este lunes eterno y
Desilusión hace años que se apoderó
de mi cuerpo.
Estoy cansada de esperar mi momento.
De pensar; estas nubes pasaran y
la calma llegará.
Vivo en la oportunidad ideal que nunca
Es casi una utopía. Asusta. ¿Verdad?
Tiempo y Destino acordaron asfixiarme
con la almohada de suspiros.
Tristeza inunda mi alma y marchita
las caléndulas que florecen en el jardín.
Me hice amiga del monstruo que
vive debajo de mi cama.
Ahora compartimos miedos y sueños,
aunque de esto último menos.
Algunas noches me pregunta
si habrá vida antes de la muerte.
Y yo, que siempre tengo respuestas
para todo, no sé que decir.
Me encuentro perdida en un océano
de dudas.
Ignoro cual es mi camino en esta vida,
tan siquiera se si existe un camino,
si todo es un jodido mar asfixiante
con islas de respiro.
Miedo disparó dos balas a mis
preciosas alas negras y ya hace
siglos que no vuelan.
Cupido me ofreció sus flechas
pero mi corazón era entonces
una armadura de navajas.
Me ofreció después veneno y bebí.
Hoy fue peor que ayer y esta
noche estoy mirando las estrellas,
porque hasta el más ateo mira
el cielo cuando le duele algo.
Por si acaso.
Y entonces yo, una vez más,
suplico de rodillas,
llegar a ser algún día,
un sábado noche fugaz.
Gracias por la herida
Mis amigos no sabían de ti
pero mi hermano sí.
Y a veces siento que es la única parte de mí
que nunca me juzgaría.
Hablaba sobre ti con quien yo más
amaba en el mundo.
Quiero dejar de pensar que fuiste
alguien que me quiso de verdad.
Porque si así fuera, nunca
te habrías ido.
Quiero dejar de alimentar la idea de que
no debería extrañarte porque
no fuimos sinceros al final.
Quiero dejar de recordar con cariño
nuestra manera tan dolorosa de decir adiós.
Me debatía entre esperarte cinco meses
o no hacerlo nunca más.
Y elegí seguir con mi vida
sin esperar nada de ti.
No es por orgullo,
es que el alma se me caía en pedazos.
Ahora respiro.
Gracias por la herida.
Triste ciprés
La sombra del ciprés se balancea sobre mi espalda,
de un lado a otro, atravesando mi alma.
Son cuchillos lanzados al viento,
no te acerques, no vayas a ahogarte
en la penumbra que llevo dentro.
Ciprés, triste ciprés, que ha perdido su color esperanza,
alza su torso al cielo, pero nadie lo alcanza.
Triste ciprés, que en su soledad se enraíza,
orugas y silencio le trepan, le habitan,
y en sus entrañas se enredan, tejidas.
Negro, negro como los sentimientos del delirio,
camino sin hallar salida,
sin rumbo en este inmenso laberinto.
¿Soy yo el ciprés?
¿O solo soy quien le acompaña en su desierto,
quien absorbe su sombra y se deja enloquecer?
Triste ciprés, tan solemne, tan bello,
y nadie lo sabe ver.
La vida comienza y termina
bajo la sombra de este ciprés eterno,
testigo del tiempo, guardián del silencio,
Claudia Esperanza Albaladejo González, San Pedro del Pinatar, 2005. Un tranquilo rincón de Murcia donde aprendió a mirar el mundo con atención y
sensibilidad.
Desde muy pequeña convive con la artritis idiopática juvenil, una
enfermedad que marcó si vida. Esa experiencia le enseñó a vivir con lo
invisible: el dolor, el cansancio, la fortaleza silenciosa.
Esa misma profundidad se refleja en su forma de observar, de escribir y de estar con los demás.
Actualmente estudia Logopedia en la Universidad de Murcia, buscando dar voz a quienes la han perdido.
A los 17 años publicó su primer poemario, "Seremos mariposas en el infinito" donde ya mostraba su mundo interior.
En 2025 presenta su segundo libro, "Abrir un silencio".
Ama los libros, el mar, el café con hielo, el pintalabios rojo y los detalles que otros pasan por alto.
Escribe como quien recoge pedazos de vida para comprenderse y tender puentes hacia los demás.
Redes: Ig: @claudiiaa_ag, @ojostristeess @abrirunsilencio. Facebook: Claudia Albaladejo González.