A machetazos
Ediciones Irreverentes, noviembre de 2011
Diecinueve relatos contiene este breve libro que Ediciones Irreverentes publicó en 2011 y que fue ganador del VI premio internacional vivendia de relato, que convoca la citada e inquieta editorial.
El jurado decidió que era digna ganadora del premio por su extraordinaria calidad literaria, el uso exquisito del español de América (que he tenido que leer cerca del diccionario, muchas expresiones y palabras las desconocía) y una literatura de espacios abiertos, de trabajadores apegados a sus tierras, de dramas comunes y de criminales y brujas a la usanza de la tragedia griega.
Breves relatos, excepto uno o dos, casi impactos en la retina del lector, que nos descubrirán hasta qué punto puede arrepentirse uno de sus actos, arrepentirse de no ir a cazar conejos, de no estar para la siembra del garbanzo, de ya no poder cuidar a los nietos (A machetazos, el relato que abre el libro), de la terrible necesidad de agarrar fuerza (El aliento del diablo), de que es posible encontrarse con un viejo sin nombre, bien montado a caballo, cuando nos extraviamos en el camino de Huetitán (A caballo), incluso nos provocará una risa, tras casi matarnos de miedo, cuando descubramos la sensación de culpa unida a un malentendido (La soga).
El hipo, un relato dedicado a Nicolás -él sabrá el motivo-, nos enseñará el miedo cotidiano a algo tan común, el terror de tener que hacernos cuenta que tenemos a alguien viviendo dentro de nosotros. Y de la conveniencia de hacer amistad con él, pues si le odiamos, puede que sea peor. Y trágico. Sabremos, en El gavión, que no está en la naturaleza de la lluvia preocuparse por lo que va a destruir.
Sombras engañosas es un largo relato, creo que el más extenso, y en él la autora nos desvelas las cosas que pasan mientras la gente duerme bajo las tejas los apacibles sueños que trae la lluvia.
Y como citábamos la tragedia griega, el relato El aburrimiento de los dioses nos pone sobre aviso de los peligrosos que son los experimentos de los dioses, sobre todo cuando están aburridos.
No voy a seguir, creo, desconocido lector, que te has hecho una idea del contenido de este libro de apenas 80 páginas, no quiero que las palabras se convierta en sonidos molestos, en zumbar de moscas, como en el relato Silencio.
Francisco Javier Illán Vivas
Buen aporte!! :)
ResponderEliminarSaludos!