Para los nacidos y «vividos» en Murcia sus propias expresiones no deben tener nada de particular, lo que se puede comprender, pero para los implantados en esta tierra son muchas en las que nos fijamos, máxime si nos gustan, como es el caso del dicho «Pico esquina» y, sobre todo, el «Luego a luego», al margen de otras formas de manifestarse el pueblo. Caminaba cierto día por la calle y pasé junto a dos jóvenes que se deshacían en halagos a una moto: «¡Vaya chula!» decía el admirador; yo también tengo una, no tan guay como la tuya, pero la mía corre más» «¿Que corre más que esta?», preguntó el dueño de la comparada, «Según p´ande vayas».
Recuerdo otro día que comenzaba a chispear, lo que personalmente me encanta por venir de una tierra de lluvia y ser esta tan escasa en este sentido, como que no me molesta que llueva aquí ni recién salida de la peluquería. Caían las primeras gotas cuando vi acercarse a una mujer que intentaba cubrirse la cabeza con una bolsa de supermercado. «Antonia, que llueve», dijo a otra que venía detrás de mí. «Po agua», respondió tan fresca la tal Antonia. La hubiera invitado a merendar.
Y, sin querer ponerme escatológica, ese «Y unaaa mieeerrrda» con el que suelen expresarse los jóvenes, ¿tiene algo que ver con la suelta en otro lugar?
María Jesús Benedicte Arnaiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario