Imposible
hablar de ti sin que los recuerdos me
lastimen. Duele evocar cuando juntos, las palabras se diluían en caricias deslizadas entre los dedos ávidos.
Después,
nos fundíamos en el abrazo confuso.
Triste
hablar de tu sobresalto y mi asombro. Temerosos que la realidad nos arrebatase
el anhelo obligándonos a volver cada uno a lo suyo.
En el
desasosiego me escurría por el borde la sábana, como quien está agazapado
frente a un abismo.
Yo iba a bajar… estaba dispuesto a descender
hasta lo más profundo sin importarme
nada.
Recorro
con la mirada el cuarto que tantas veces nos albergó. El mismo que aún guarda
nuestra esencia. Está cambiado, yo también. Tal vez preguntes que pasó…dudo que lo preguntes…
después de todos estos años.
Tu
ternura me distanció y mi pasión no nos unió.
No fue el tiempo en el que transcurrimos, sino la intensidad de lo que
vivimos que me trajo hasta aquí.
Ni tu
mezquindad ni mis celos prevalecieron en esta historia anónima que mantuvimos
sin secretos y en la que nos herimos tanto. Nos conocimos a destiempo y solo
nos causamos contratiempos.
Muchas
veces te odié. Por momentos quise destruirte al verte entera y distante. Tan
dueña de tu vida sin pensar en la mía. Hundiéndome en el desamparo. Pero es
inútil…ya no estás aquí…apenas el fantasma de lo que fuiste se aproxima a mí
sonriente.
Recorre por última vez la habitación con
la mirada. Cierra la puerta, dobla el papel con la carta y la guarda en el
bolsillo del gabán.
Al salir a la calle el viento frio lo
sacude. Se siente absurdo. Venir a París
para reprochar una relación que apenas existió en su mente.
Nadie tuvo la culpa, menos aún esa
chiquilina que vivía embrollada en su mundo donde lo transformó en un experimento
sin más ni más.
Se pregunta qué es lo que mantiene vivo
el recuerdo de alguien que fue para con él infantil y egoísta.
La respuesta está en el exacto vértice
donde los sentimientos ambiguos emergen y se unen para asentir que uno también ama aquello que tanto odia. Basta dar rienda suelta a un amor único como
París.
Nora Ibarra
Dibujo: Andrés Carlos López
Dibujo: Andrés Carlos López
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