Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

viernes, 1 de marzo de 2013

¿Marcará una nueva era?

José Manuel Pedrós García
Kefá el Romano
Ediciones Cardeñoso. Junio 2009

En estos días en los que la atención mundial está puesta en la Plaza de San Pedro de Roma, me ha parecido oportuno prescindir de la poesía y ceder mi espacio, en esta sección de Acantilados de Papel dedicada a los libros, a una de las obras que forman parte de mi biblioteca: Kefá el Romano de J. Manuel Pedrós García.

Es una obra que leí hace un par de años, y que el propio autor me firmó en la calle, sobre el capó de su coche. Fue en una mañana que la que ambos habíamos estado realizando una entrevista para la revista Amaranto Cultural.

He de reconocer que en un principio me costó seguir el hilo de la historia, quizá debido a una excesiva descripción de los detalles —característica que marca el estilo de Pedrós—; no obstante, y siguiendo mi particular costumbre de no dejar ninguna lectura a medias, seguí adelante con ella. Cuando llegué a su final, comprobé lo acertado de mi decisión.

¿Sería el último Papa, tal y como dice la profecía de San Malaquías, quien trajera consigo de la mano al verdadero espíritu de Dios?
¿Sería quizá ese mismo Papa quien desvinculara por completo a la figura Cristiana, del catolicismo que durante siglos se nutriera de ella?
¿Sería la jerarquía eclesiástica, capaz de reconocer al nuevo Mesías si lo tuviera delante?

Muchas son las obras divulgadas en las que el punto de reflexión ha girado en torno a la figura de Jesús de Nazaret, y a la posibilidad de una diferente trayectoria de su vida en cuanto a lo que la iglesia ha venido enseñando mediante su cometido de adoctrinamiento.

En Kefá el Romano, el autor no se adentra en la vida de tan excepcional personaje, sino que nos lleva de la mano por el camino de la ficción alternando situaciones y personajes reales con otros puramente gestados y alumbrados por su pluma. En sus páginas, y tomando como base la profecía de San Malaquías, José Manuel Pedrós nos sitúa ante una plaza de San Pedro que, abarrotada de curiosos y periodistas de los lugares más diversos del planeta, esperan con la mirada puesta sobre el techo Vaticano, la señal que marcará una nueva era y un desenlace inesperado que acabará con el catolicismo tal y como lo hemos conocido a lo largo de los siglos y que deja abierta la puerta a la Esperanza.


L. Estal

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