Donde
yace Visnú
Editorial
Manuscritos, septiembre de 2012 .
La
trayectoria de Frank G. Rubio (Madrid, 1956) como escritor está
ligada a multitud de géneros literarios, bien como crítico de
literatura y cine fantástico, bien en su vertiente social como
investigador de ocultismo y teorías de la conspiración. Son temas,
todos ellos, de los que ha realizado trabajos de ensayo en conocidos
medios periodísticos y editoriales. Esas referencias también
impregnarán la lírica de Donde
yace Visnú,
su primer libro poético.
Somos
la torre que habita en tus ojos.
Nos
encontramos ante unas composiciones profundas y muy densas, repletas
tanto de referencias eruditas —literarias, metafísicas,
religiosas— como de una sensibilidad profunda para la que el mundo
supone mucho más que las miserias cotidianas.
El
volumen no sólo se apoya en la palabra sino que combina grabados y
citas, creando una experiencia integral y compacta. Transporta la
mente al discurso de los malditos
de distintas épocas, con metáforas muy inspiradas y referencias a
Lautremont, Lovecraft y, en particular, Leopoldo María Panero.
También se perciben los ecos de un mundo personalísimo y de
técnicas de escritura nada corrientes en estos tiempos de poesía
muy urbana y que flirtean probablemente con la escritura automática,
la asociación imposible, el inconsciente colectivo y el surrealismo
llevado a fronteras del vértigo.
Sólo
se puede querer más allá del abismo.
De
esta manera, la poesía se descubre a sí misma entre las sombras y
misterios: una tiniebla donde los temas fundamentales adquieren un
eco especial, siempre trascendente. Pero las referencias a misterios
de lo oculto no son las únicas, sino que se entremezclan en la voz
del poeta con elementos actuales, con resonancias tecnológicas que
nos trasportan a un futuro emocional distópico. Todo se conjuga de
manera muy acertada y eficiente; podemos tomar un ejemplo en Reset,
uno de los poemas más intensos y lúcidos del libro. La métrica es
libre pero el ritmo se marca con repeticiones y recursos enfáticos
que la harían muy intensa de escuchar.
Escuchad
el Misterio de la Madre de los dragones.
El
único punto conflictivo de Donde
yace Visnú
es su propia oscuridad. Estamos ante una poesía densa y muy exigente
que requiere tanto de una lectura reposada —y, sin duda, varias
relecturas— como de una profunda erudición. Esto lo aleja de un
lector que busca las corrientes actuales de realismo sucio, denuncia
social, o de intimismo emotivo, pero supone una apuesta valiente de
regreso a una poesía metafísica y mistérica de resonancias órficas
—que, por otro lado, comulga con los orígenes puros del lenguaje
poético—.
Físicamente,
el libro está bien editado. El formato es alargado, el papel grueso
y cremoso, y tanto las ilustraciones como las citas se alternan con
los poemas de forma intencionadamente descuidada, provocando la
sensación de manuscrito ocultista y maldito rescatado del pasado
misterioso. Un facsímil o litografía reinventados para nuestro
disfrute integral.
Hay
libros que merecen un mejor reconocimiento por parte del público,
pero que lo tienen complicado por encontrarse fuera de los cauces
tradicionales de distribución y porque su temática no responde a
los arquetipos imperantes y dogmáticos de la poesía actual. Este
es, sin duda, el caso de Donde
yace Visnú,
de Frank G. Rubio, que recomiendo a los lectores.
Fernando
López Guisado.
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