Partido
por
el rayo
el
cielo,
rasgado
quedaría
en
el templo
el
velo.
Un
último suspiro
que,
consagrado
al
Padre,
el
hombre bueno
lanzó
volcado
en
su abismo
"...
en tus manos
encomiendo
mi espíritu..."
mas
era ¡gloria!
¡alegría!
¡amor bello!.
La
cruz ahora
se
vuelve viva
y
en luz eterna
de
Krhistos
radiante
vibra
que
no de muerte
sería
la herida
sino
de esperanza
y
dicha
en
otra nueva
y
mejor vida...
Cristián Mínguez. Murcia, 1950. Polifacético creador, poeta, dramaturgo, astrólogo, maestro, esgrimista, cuenta con varios libros publicados, en poesía, entre ellos "Versos sacros", al que corresponde este poema que reproducimos. Cuenta también con varias obras de teatro y narrativa. Podéis consultar su bibliografía en Región de Murcia Digital.
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