Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo
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martes, 20 de diciembre de 2016

Las publicaciones de Acantilados de papel

Alguna, como podéis ver, están fuera de la posibilidad de lectura, ya que nuestra amiga Lola Estal recibió una oferta para publicar su novela en Hispanoamérica.

Las cuatro revistas que publicamos con un buen número de lecturas que no ha parado de crecer, ahora muy lentamente, pero en su momento, nos sorprendió a propios y extraños.

Y la novela de Tomás Bravo, que os la podéis descargar y leer, todo ello a través del portal Calaméo.

miércoles, 20 de abril de 2016

jueves, 11 de junio de 2015

Comedor social para propietarios (sextina)

Visto que los escraches son nazismo
puro, de acuerdo con algunos miembros
del gobierno español, propongo un sitio
donde puedan comer los propietarios
que prefieran pagar sus hipotecas
en lugar de comer como es debido.

No es justo que no paguen lo debido:
los hay que se suicidan por nazismo
en lugar de pagar sus hipotecas;
excusas vagas de unos malos miembros
de nuestra sociedad de propietarios.
Es lógico que no encuentren su sitio.

Un comedor social en un buen sitio
para aquellos que son como es debido;
con acceso exclusivo a propietarios
de esos que creen que el peor nazismo
está entre los escraches, cuyos miembros
no quieren afrontar sus hipotecas.

Salvar a los que paguen hipotecas,
y al escrachado, alivio con su sitio,
pues el acoso afecta a nobles miembros
de una comunidad como es debido.
Perdonemos a quienes por nazismo
quieren ser hoy de Europa propietarios.

Ayudemos a nuestros propietarios
a pagar sus humildes hipotecas
con firme caridad, contra el nazismo
de los que protestando en cada sitio
quieran comer más pan de lo debido
sin ser de nuestra ideología miembros.

Continuemos pagando como miembros
de una nación leal de propietarios
que no pueden comer como es debido.
Lo primero es salvar las hipotecas
con la ilusión de poseer un sitio
que pertenece al banco por nazismo.

¡Miembros del comedor contra el nazismo!
¡Que al sitio acuda el batallón debido
de propietarios llenos de hipotecas!

Luis Miguel Rubio Domingo

lunes, 8 de junio de 2015

Adiós, hermano, adiós

Inertes, como sombra en el
crepúsculo yacen cantos de libertad.
Era la tarde avanzada cuando una
pincelada roja pintó sobre la honradez un
clavel escarlata.

Los brazos que te acunaron todavía
no conocen la noticia. Ajenos a la
angustia, dos pequeñas figuras dan
patadas a una pelota de trapo mientras
que en unos ojos de grama se pinta la
inquietud.

Él le dijo que sólo iba a reivindicar
el sustento de los suyos, que no pasaría
nada, que los escucharían y volvería al
medio día. Pero ella escuchó respuestas
de fuego y muerte.

Llegó la noche, más no el amor.

Tras la vigilia, un susurro oscureció
la autorra. Y la sal líquida se mezcló en
las calles con el rojo y con el luto
aterrador.

Nadie sabe como te llamas pero eres todos,
no se conoce tu cara y sin embargo caminabas
a nuestro lado.
Quizás mañana todos seamos tú.

Adiós, hermano, adiós.

Pedro Ortuño Ibáñez

lunes, 18 de mayo de 2015

Rogativa

Señor, si estás en la mirada
de los niños mendidos,
¿por qué no multiplicas
en sus manos el pan?

René de la Barra Saralegui

jueves, 14 de mayo de 2015

Nuestra sociedad


Es la primera vez que escribo para una revista literaria, algo que me llena de satisfacción y de responsabilidad, y así voy a procurar escribir la presente reflexión en temas de plena actualidad.

Sin ningún género de dudas vivimos tiempos de gran convulsión, no sólo en la Región de Murcia, sino en España, en Europa y a nivel mundial. Tal situación no nos debe llevar a posturas acomodaticias, sólo lo indico como un hecho tangible que es preciso analizar y sacar conclusiones.
La reiteradamente llamada Crisis está suponiendo una perversión del sistema y un retroceso en nuestra propia convivencia, regresión a épocas indeseadas.
La Sociedad Civil está desengañada por las promesas incumplidas, por las incoherencias y por los cinismos insoportables: el 15-M, los grupos de desahuciados, los médicos, los profesores, los estudiantes, los dependientes y, sobre todo, funcionarios, jubilados y clase trabajadora están hasta la coronilla y no les faltan razones para ello.
Nadie puede negar que el descontento de la sociedad está más que justificado y, en parte, la responsabilidad corresponde a la clase política. Y digo en parte, porque lo matizaremos en las líneas siguientes de esta reflexión.
Aún siendo cierto que el descontento trasciende más allá de nuestras fronteras, eso no nos puede servir de acomodo pues, aun aceptando la Globalidad, eso no impide asumir nuestra propia responsabilidad y encontrar nuestras propias respuestas a los retos.
En base a lo anterior, toda la sociedad civil tiene parte de razón en sus reivindicaciones, en sus luchas callejeras y en sus reiteradas manifestaciones. 
Hay que vivir en la sociedad, escuchar a la gente y ser parte de la propia sociedad de igual a igual, no sólo vale pedir colaboración y después olvidarse, sino que la sociedad debe ser partícipe de las soluciones que se adopten para salir de la crisis.
Es innegable que el gran objetivo es reducir esa dramática cifra de más de SEIS MILLONES de parados en España, de ellos ciento cincuenta mil en la Región de Murcia. Pero también se debe dar una solución a más de setecientos mil dependientes; buscar una salida profesional digna a esta nueva generación de estudiantes, posiblemente la mejor preparada de la historia de nuestro país, cuyo futuro no puede estar en el extranjero; proteger a quienes han dedicado toda su vida a trabajar y que ahora, con las políticas que se están adoptando, se encuentran que no llegan a la merecida jubilación en condiciones justas. Hay muchos más campos de actuación, pero sirvan estos como muestra.
En otro orden de cosas, se están restringiendo los derechos civiles; por mi edad observo que volvemos a años que ya nos tocó vivir, a la década de los 50-60 del pasado siglo, descaradamente en el derecho a la información, donde parece que renace el NO-DO en los medios de información pública, por la vergonzante manipulación y purgas llevadas a cabo.
Desde el pasado veinte de noviembre del año dos mil once la sociedad civil española ha sufrido las injusticias más dramáticas de todo el período democrático post-franquismo.
Es cierto que la máxima responsabilidad es de los representantes políticos, pero no toda corresponde a ellos y eso quiero matizarlo.
La propia sociedad también tiene que asumir que cuenta con derechos y, recíprocamente, con obligaciones.
La primera consiste en elegir a los representantes, no sólo con el bolsillo y el corazón, sino con la cabeza; la segunda es casi doble, ser solidarios y altruistas, también se debe dar, no sólo esperar recibir.
Sin lugar a dudas, la sociedad debe exigir una nueva Ley Electoral de listas abiertas, incluso si es posible, por distritos, tanto a nivel municipal, como autonómico y estatal. La iniciativa popular debe ser fortalecida y erradicar la corrupción civil y política.
Es cierto que nada es perfecto, pero la política y la democracia representativa son los mejores sistemas, aunque ahora parezca que no guste. Por supuesto que hay muchas leyes obsoletas y se deben cambiar, e insisto, eso depende mucho de la sociedad civil.

Creo que es hora de ir resumiendo, con una idea clara desde ya: no toda la política es negativa ni mucho menos igual, ni tampoco todos los políticos son iguales ni tampoco parecidos.
De manera matizada y dentro de la Unión Europea hay veintisiete gobiernos, de los cuales veintidós de ellos son de la derecha política y sólo cinco de centro izquierda. Además, hay naciones más poderosas que otras, que regentan mayor cuota de poder en la Unión, y quien en estos momentos lo ejerce con más fuerza es Ángela Merkel. ¿Cuál es la consecuencia? Se hace política de espaldas al Pueblo y de la mano de la Gran Banca, el FMI y las Agencias de Clasificación y otros esbirros.
Consecuencia, en nuestro país, en España, es más importante lo que dicen los señores Botín, Gonzalez Alierta, Rosell y demás que lo que opinan Cándido Méndez, Toxo, el lider de la oposición, Rubalcaba o cualquier otro miembro de las fuerzas progresistas.
Se debe racionalizar el descontento, para que no se canalice hacia la aparición de salvadores que han ido apareciendo en otros países europeos: Le Pen, Amanecer Dorado y, más reciente, Beppe Grillo. Se debe llevar mucho cuidado con los populismos, que pueden llevarnos al auténtico fascismo.

Ya lo dice el refrán: el que avisa no es traidor.

(PD: Artículo escrito para nuestra revista nº 2, septiembre de 2013)

José Vivas Palazón (Molina de Segura, 1937). Trabajador de una empresa ladrillera durante 35 años. Fundó la primera Asociación de vecinos en el Barrio de Fátima, en 1971. Fue presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre en dos ocasiones. Cofundó el PSOE y la UGT en su refundación en 1975, siendo el primer secretario general de la agrupación local de Molina de Segura, concejal de la localidad en 1979-1983 y en 1987-1991. Suele escribir periódicamente en prensa sobre cuestiones sociales y política.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Entrégame

Entrégame tus panes duros
entrégame
tus botellas rotas
entrégame tus ladrillos sudorosos
entrégame tu muerte lenta y lastimosa
entrégame tu último resuello
entrégame tus llagas, tus desvelos
tus vendas pustulosas
No vaya a ser que en el arqueo
no estén tus penas
tus ojotas
No vaya a ser que por tu culpa
no se llene bien mi copa.

René de la Barra Saralegui

lunes, 11 de mayo de 2015

El espectro, de Irel Faustina Bermejo

PERSONAJES:

Espectro, vestido con túnica blanca. Pelo largo. Barba. Pies descalzos. Lleva un cirio encendido.
Danzarina, viste de tul negro. Zapatillas de baile. Pelo largo. Maquillada con la mitad de la cara de blanco y la otra mitad de negro. Lleva alas, una de plumas blancas y otra de plumas negras.
Hombre, viste un pijama de preso, a rayas grises y negras. Va descalzo.
Mujer, lleva un camisón blanco, de encaje. Pies descalzos. El pelo largo, recogido en una cola de caballo.
El escenario está casi vacío, cubierto con abundantes hojas de árbol, grandes, secas. Una pantalla al fondo, en ella se proyecta imágenes. Cada diapositiva está contenida dentro de un marco de cuadro, muy lujoso. La diapositiva es como una ventana que se asoma a otro mundo. En el lado derecho del escenario, en la parte baja, cuelga un triángulo, el de la Trinidad, y dentro un ojo, el ojo que todo lo ve.
(Primera diapositiva: Un cielo azul con alguna nube blanca.
Música: Mike Oldfield. INCANTATIONS, disco 1º, cara 1.
En el lado izquierdo del escenario hay un nido grande, hecho de paja; en el nido duermen, cubiertos por una tela de gasa blanca, el hombre y la mujer. Él se mueve agitado, ella descansa.
Fin de la música. Aparece el Espectro por el lado derecho del escenario, alumbrado por el cirio.)

Espectro: Si abres las ventanas, me verás resurgir detrás de las montañas, como un espectro en el abismo. (Pausa. Dirigiéndose al hombre) ¿No te gustaría hacer algo grande, sentirte por una vez importante, sentir que has ascendido la pequeñez que embriaga a los hombres?
(Se coloca junto al hombre que permanece tendido, le coge de la mano.) Ven conmigo. (Señala con el dedo hacia atrás) Allá lejos está el Quijote, vamos con él a recorrer senderos intransitados. No hay que tener miedo de ser centauro, de ser saeta apuntando hacia un sueño, de otear el mundo desde la torre más alta. No tengas miedo de caer.

(Fin Diapositiva1. El escenario queda iluminado sólo por el cirio que queda al fondo del escenario en el centro sobre un candelabro. El Espectro permanece de pie en el lado derecho del escenario, al fondo. Se enciende la luz roja).

Hombre: (Agitado) No, hoy no. Espera. Ahora es invierno. La nieve cubre las crestas de las montañas. Déjame. No quiero acompañarte. Déjame sentado frente a la chimenea. Hace frío y no quiero irme contigo.
Mujer: (incorporándose y traqueteando al hombre) ¡Despierta!
Hombre: ¿Sí? ¿Qué sucede?
Mujer: Otra de tus pesadillas.
Hombre: ¡Quiere llevarme! (Agarrándose al brazo de ella con fuerza) ¡No lo permitas! ¡No le consientas que me arrastre consigo! ¡Tengo tanto miedo!
Mujer: ¡Calla! ¡Calla! No dejas dormir a nadie. Luego se quejan los vecinos; siempre los vecinos murmurando, mirándonos con esos ojos enormes. Son tan delgadas las paredes. Todo se oye y todo se ve. ¡Ah, estoy tan agotada! Todas las noches la misma pesadilla.
Hombre: ¡Prométeme que no le dejarás entrar! Lleva tanta luz que me deslumbra. Mi retina no puede soportarlo.
Mujer: Me vas a volver loca. Mañana tengo tantas tareas que hacer. Vamos, duérmete y olvida todas esas tonterías. (Se vuelve a tender en el nido y se cubre con la tela). No podemos tener intimidad ni en nuestra propia casa. No soporto que los vecinos nos miren con esos ojos como si nos vieran desnudos. Duerme y todo pasará.
(Se apaga la luz roja y se enciende la blanca. Aparece el Espectro y se sitúa delante del lecho. Pausa larga. Se dirige al hombre).
Espectro: ¡De acuerdo! Échate las rejas, sé tu propio prisionero. Deja que el árbol se hiele; con el otoño se le han caído todas las hojas, ahora eres un árbol desnudo, desprotegido. Quizá mañana amanezcas sin vida. Eres un niño indefenso en las rodillas de la aurora. Sí, ya me voy. Me marcho como el agua de un río, siempre nueva y distinta, siempre estoy de paso. El agua se pudre si se estanca.
Me contornearé como un demonio, danzaré como un espectro.

(Se aleja hacia el fondo del escenario. Da unos pasos de baile y se queda al fondo del escenario en el lado derecho. Suena la música: I, Robot. La bailarina sale por el lado izquierdo del escenario. Las luces se alternan, cambian de color al ritmo de la música. Mientras la danzarina baila se proyecta diapositivas de paisajes, de montañas y ríos. En el centro, la bailarina realiza sus piruetas. Acaba la música y la danzarina se coloca en el lado opuesto del Espectro, al fondo del escenario. Hombre y mujer se reincorporan lentamente. Luz azul. Se proyecta un vaho de nitrógeno líquido, como en un sueño, en una niebla densa donde los personajes parecen también espectros).

Mujer: Me esfuerzo por comunicarme con la palabra. Mi esperanza cabalga a lomos de la poesía. Hace tiempo que no converso con nadie. Hablo sola entre estas cuatro paredes. Necesito vitalmente expresarme. Tantos siglos amordazada que siento la necesidad de gritar.
Hombre: ¡No, no está permitido alzar la voz! (La abraza) ¿Te gustaría ser Libre? (Señalando al público) ¿Crees que todos ellos son libres? Les envidias. Te gustaría ser como ellos, pero ellos no pertenecen a tu época. Ellos han venido del futuro. Tú sólo eres una idea. Estás dentro del pensamiento de cualquiera de ellos; no tienes vida propia.
Mujer: (Con melancolía) Tienes mucha razón. Los envidio. Me gustaría ser como ellos. Sólo una mente puede hacerme libre: mi propia mente.
Danzarina: ¡Oíd! Están aplaudiendo vuestra limitación.
Mujer: Todos tenemos un sueño dentro de nosotros como una hermosa perla. Nos gustaría ser algo que no somos, que no nos está permitido ser.
Hombre: A mí me gustaría ser un músico de rock. (Hace como si rasgueara una guitarra eléctrica).
Mujer: Cuando seas músico, ¿me dedicarás una canción?
Hombre: No seré nunca músico. No tengo tiempo nada más que para trabajar. ¿No te das cuenta?
Mujer: Yo quiero ser dueña de mis sueños. Nadie me los va a destruir. Seré bailarina.
Hombre: ¡Imposible! No existen los sueños. Además tú eres demasiado mayor. Para bailar hay que empezar desde niña. También para ser músico hay que comenzar temprano
Mujer: Estudié danza cuando era niña sólo que dí una voltereta en el columpio y me rompí una pierna. Tardé más de un año en volver a caminar.
Hombre: Siempre fuiste rebelde ¿Te consideras inocente? Vosotras sois las culpables. Culpables por el pecado del paraíso, y al mismo tiempo, o sentís víctimas.
Mujer: No somos culpables de nada. Quisieron controlarnos como si fuéramos marionetas e inventaron la culpa. ¡Déjame volar! ¡Por favor, déjame volar! Me asfixio en este cuarto reducido donde lo único que se nos permite ver es una copia de un paisaje; es un paisaje muerto.
(La bailarina empieza a danzar al ritmo de la música. Diapositivas; las imágenes proyectadas está dentro de un marco; aluden a paisajes de acantilados y mar. Luces de colores.)

Hombre: ¿Qué te crees? ¿Quién te crees que eres? Sí. Tienes que seguir tu patrón. No debes salirte de unos límites que están bien claros. Estamos dentro de este cuadro de donde no se puede salir.
Mujer: No soporto más esta limitación. Soy sólo un número; yo soy el número 13 ¿No lo ves? Estamos construidos según un determinado modelo. Tú también lo estás. Te comportas como ellos quieren que lo hagas. El Gran Ojo siempre nos está mirando. No podemos salirnos del marco porque si nos salimos no pueden vernos, no pueden controlarnos, tenemos que estar siempre bajo su objetivo.
Hombre: ¡Basta! No continúes o me veré obligado a castigarte.
Mujer: Nos están engañando, nos manejan. Quieren hacernos creer que todo lo que se quiere se puede lograr, pero sólo te permiten que desees lo que ellos te presentan. No podemos salir del marco. Sí, estamos dentro del cuadro, pero todo son zarandajas.
Hombre: ¡Te ordeno que te calles! ¡Arrodíllate y pídeme perdón! Tú no eres absolutamente nada. ¿Qué pretendes? ¿Qué nos eliminen? ¿Qué nos barran como cenizas? ¿Qué nos borren de un plumazo? ¡Qué delirios los tuyos! He luchado mucho para llegar hasta donde estoy y no te consiento soñar.
Mujer: (Con tristeza y resignación). Pensar que estamos arruinando nuestras vidas. ¿Cuántas experiencias nuevas podríamos sentir?
Hombre: Estamos bien así, como estamos. No necesitamos nada.
Mujer: Estos límites nos están engullendo. ¡Oh, paredes que sostienen la horca colgada de su techo! Mi alma es prófuga en busca de bosques y de ríos.
Hombre: Es peligroso cruzar el marco. Estás cabalgando a lomos de la locura.
Mujer: Amargas son mis lágrimas.
Hombre: Si no lloraras, te querría más. (Se acerca a ella, se arrodillan uno frente al otro. Él le entrega una rosa y la besa con ternura; ella se limpia el beso y se aparta de él). Pero no estás conforme nunca con nada. No estás conforme con esta existencia que tienes, con lo que se nos ha regalado. ¿No te das cuenta que somos unos privilegiados? Se nos permite estar dentro del cuadro. Hasta los caballos sienten miedo cuando son desafiados por el camino.

(Luz roja y azul alternándose. Música: un tango. Bailan los dos unos pasos mas ella se aparta con decisión).

Mujer: Yo no quiero sólo ser la madre de tus hijos. Abro todos los días la ventana para encontrar una nueva esperanza, esperando que algún rayo auténtico de sol entre a esta alcoba. Sí, sé que está prohibido abrir la ventana, pero yo necesito respirar el mar, ver los barcos como despliegan sus velas blancas como si fueran alas. Quizá quede condenada a caminar sola, errante por los vírgenes senderos, desnuda, sin zapatos… Entre estos límites han sido secuestrados los colores. Estoy harta de un mundo en blanco y negro. No quiero pertenecerte. Quiero volar como los pájaros o arrojarme por esta ventana y no regresar nunca más a tus brazos.
Hombre: Tú sólo me pertenecerás a mí. Nadie más va a poner una mano encima de ti. Mis manos de acero recorrerán tu cuerpo de granizo hasta que tiembles porque te falte el aire, por la necesidad del aliento. ¡Olvida tus alas! No eres ningún pájaro, eres sólo una mujer.
Mujer: (Enérgica) ¡ Me falta el aire! (Se aproxima a él suplicante) ¿Cómo quererte si no me das opción a que te quiera? Déjame marchar como lo hacen las golondrinas que después retornan a sus nidos. Déjame trotar como potro salvaje por las montañas. Yo entonces podría desearte porque la distancia me haría echarte en falta, suspirar por tus besos; te necesitaría y volvería a ti como la mariposa retorna a la flor en busca de su néctar.
Hombre: (Con calidez) ¿Qué dices, amada mía? ¿Cómo te voy a dejar marchar? Te quiero y por eso te ato con los lazos de plata más brillantes.
Mujer: (Melancólicamente) Ni siquiera me atas con amor. Me atas con hilo con el que las arañas tejen sus telas.
Hombre: Dame la mano, mi cielo. Olvida esas ideas tan extrañas que te han entrado en la cabeza. Una mujer no es nadie sin su hombre. ¿A dónde irías sola? No podrías llegar muy lejos. Te arrojarían piedras, se reirían de ti. Te harían mucho daño y yo no soporto verte llorar. Conmigo eres como un precioso diamante. Sola no eres más que yeso o arena de los desiertos. Carecerías de valor. Serías lo más bajo que puedas imaginar. Toda la comunidad te despreciaría. Yo lo hago por tu bien, ¿no te das cuenta?
Mujer: Me gustaría ser una flor de loto en medio de un estanque durante cada plenilunio, o una caña verde en el lecho de un río; una ola rebasando el espigón; un canto rodado que arrastra la corriente hacia la mar. (Melancólica) ¡Cómo me gustaría ser el viento! Al viento nadie puede atraparlo y no lo detiene ningún límite, ningún marco.

(El Espectro cruza la escena con el cirio encendido. El hombre ata una cadena de hierro en el tobillo de la mujer y la lleva arrastrando hasta el huevo).

Hombre: Por fin tienes tu castigo. Yo soy un modelo a seguir. Soy lo que el Sistema espera de mí. No puedes dejarme en ridículo. Con esas fantasías tuyas no tardarían en arrojarnos fuera del Sistema, fuera de este cuadro. (Empujándola al huevo) ¡No lo voy a permitir!
Mujer: (Al público, desde el suelo) Tendré que arrastrarme con esta cadena. No consientes que libere la bandada de pájaros que guardo en mi pecho. ¿Quién dice que una mujer no debe soñar? Querer es poder, ¿no?. Yo me saldré del marco del cuadro si es necesario. ¡Qué hermoso ser un arco iris! Esta cadena no me retendrá.
Hombre: Quieres llegar muy alto. Ocupar el puesto que yo ocupo, pero no podrás. Te venceré.
Mujer: Cortaré las raíces. Sí. Seré un sauce sin raíz, o un pino, o un ciprés que toca el cielo.
Hombre: ¡Calla! El poder será siempre mío. Tú eres altamente contaminante; una pandemia contagiosa. Nos tenemos que librar de ti.
Mujer: No voy a estar atada por más tiempo. (Se libera de la cadena) Sí, es cierto. Comí el fruto prohibido y desde entonces, generaciones y generaciones de mujeres transmiten unas a otras una sabiduría ancestral. Podréis quemarnos como brujas pero no os vais a librar de nuestros sueños. (Enérgica) Sé que detrás del marco hay otro mundo, otra vida.

(Ella se desmelena, se suelta el pelo. Música de Jazz: Milles Davis. Ella realiza unos pasos de baile mientras la escena se va oscureciendo hasta quedar completamente a oscuras. Cuando la luz blanca se enciende, enfoca al Hombre y mujer que están acostados sobre el nido, cubiertos por la tela blanca. Música. La bailarina danza. Proyección de imágenes: Imágenes de una sociedad moderna donde la mujer se ha liberado del hombre. El Espectro se une al baile de la danzarina. Luces de colores. Diapositiva última: llamas de un fuego)

Espectro: Me contornearé como un demonio y danzaré como un espectro. Invitaré a todos a que vengan conmigo. Lo que os voy a mostrar no va a ser el cielo sino las llamas de vuestro infierno.

(La danzarina detiene su danza, se quita las alas y con ellas cubre al hombre y a la mujer que duermen en el nido. El espectro apaga el cirio. Apagón de luces y de diapositivas. Oscuridad total).


FIN



OBRITA ESCRITA EN 1976 Y REPRESENTADA EN VARIOS MUNICIPIOS DE MURCIA al final de los años 70; interpretada por:
- Espectro: Juan Ortiz.
- Danzarina: Mari Carmen López.
- Hombre: Jesualdo García Box.
- Mujer: Irel Faustina Bermejo.
Dirección y texto: IREL FAUSTINA BERMEJO HERNÁNDEZ