Mi
espalda te busca, te espera
Como
agua fresca de un manantial, que a buen cauce lleva.
A un
cauce abundante de aguas sedientas,
De
valles cubiertos por hojas de perlas.
Suspiran
y gimen las hojas abiertas, su sed es castigo, al no poseerlas.
No
te alejes de mi espalda, hazme nudos con tu lengua
Seda,
suave de textura y un olor blanco a gardenia.
Y es
tu mano la que guía, un camino de esperanzas
Dibujando
con tus dedos, trazos de larga distancia.
Acariciame
despacio y luego...me
besas la espalda.
Mariángeles Ibernón Valero
Imagen: Alex Alemany
Qué bien lo hace mi amiga Mariángeles,
ResponderEliminarEstá creciendo como un tsunami que
nos arrollará a versos, perdón, besos.
Un abrazo para todos
Paraíso que está en la larga distancia, no en el destino...
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