Incoercible
como mi atracción por los desfalcos
a las
mega-empresas privadas del Imperio
Irrefrenable
como mi fascinación por los sabotajes
y
variopintos atentados a las instituciones
públicas
del Imperio
Así me
atraes y así me fascino
No te
prives de instalarme en tu vida
privada
¡mujer,
mujer!
pública.
Rolando Revagliatti
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