José Ángel Valente
Antología poética
Alianza Editorial, 2014
Ahora que
tendemos a cuestionar valores, instituciones y personas incuestionables hasta
hace muy poco. Ahora que no todo es blanco o negro, sino que hay una abundante
cantidad de colores y, por supuesto, grises. Ahora, como digo, es el momento de
leer una poesía como la que hoy recomendamos.
Nos
referimos a la poesía de José Ángel Valente y, en concreto, a la reciente Antología poética publicada por Alianza
editorial en la Colección El libro de bolsillo –L93- muy acertadamente
seleccionada y prologada por Tomás Sánchez Santiago.
Gran
conocedor de la obra de Valente, Sánchez Santiago ha hecho una selección
exquisita de lo más granado de su poesía.
Se trata de
poemas duros que tienen mucho más, en mi modesta opinión, de castellanos que de
gallegos, pese a ser gallego Valente y pese a que, por momentos, le salga el
deje musical propio del gallego homenajeando a Rosalía de Castro.
Poemas
que nos ponen ante una realidad alternativa y social, una realidad ante la que
cada vez menos giran la cara y más ponen el foco.
Así, encontramos
poemas que proponen dar el poder a quien no lo tuvo nunca, que se conceda la
oportunidad de la victoria a quien en la vida pudo planteársela… En definitiva,
que la vuelta a la tortilla que reclama una inmensa minoría en política, venía
reclamándose hace ya mucho tiempo en la poesía.
Una
poesía, por otro lado, cada vez más minoritaria, cada vez más desatendida y,
por supuesto, cada vez más silenciada.
Por eso
reto a nuestros seguidores a que lean este libro. Verán que propuestas que
suenan a vanguardistas y demoledoras estaban encima de la mesa hace cuarenta
años sin que ahora se reconozca la deuda con aquella vanguardia poética, un
poco eclipsada por los grandes novelistas, otro poco por el cine y la música y,
definitivamente, por la poesía previa con nombres de la generación del 27 que
me temo eran los que estaban en la cresta de la ola en aquellos años 70. Por
ejemplo, con el conocidísimo disco de Joan Manuel Serrat en el que se ponía
música a los versos de Miguel Hernández.
El único
aviso a navegantes viene de algo que ya se ha señalado. Si no está uno muy
optimista sino en una espiral derrotista e insatisfecha, puede encontrarse
mucho peor todavía después de leer el libro.
Por otro
lado, si uno está definitivamente derrotado, puede encontrar aliento y ganas de
luchar ante la rebeldía del propio Ángel Valente.
Formalmente,
encontrarán el libro en el que cualquiera pensaría si le dijeran que se
imaginase un libro de bolsillo. De los casos en los que el libro cabría en el
bolsillo literalmente. Preside la cubierta la mirada profunda y enigmática del
propio autor en un retrato en blanco y negro de Lily Martín.
Adolfo Caparrós Gómez de Mercado
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