Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

domingo, 1 de junio de 2014

Ander, de Abel Bri (Reseña nº 653)

Abel Bri
Ander
Ediciones Irreverentes, septiembre 2013

Miguel Ángel de Rus, editor de Ediciones Irreverentes, parece que se empeñó, en su incansable promoción de ideas para despertar la vena creativa de los escritores, en que me terminase de gustar la Ciencia Ficción, y así me propuso ser editor literario de 2099 b y me ha ido recomendando títulos que publica dentro de la colección 2099, este que nos ocupa es el numero 2 de dicha colección.

Y me ha sorprendido.

Me ha sorprendido porque fue accésit del primer premio 451 de novela de ciencia ficción, y eso dice mucho de la novela que ganó ese primer premio, El absurdo fin de la realidad, de nuestro colaborador en Acantilados de papel, Pedro Pujante.

Porque estamos ante una excelente e impactante novela que casi te impide dejar de leerla hasta que alcances el final de la misma.

Sí, lo sé, el prologuista nos lo avisa, no nos engaña: el lector que se adentre en las primeras páginas de esta novela morderá el anzuelo de la ficción y ya no podrá regresar a tierra firme... Palabras en las primeras líneas, que un lector impenitente como quien esto escribe ya no se creía, he leído muchos libros con ese mensaje, pero he de reconocer que aquí ha resultado cierto. Desde el primer momento la narración de Rana nos agarra, no nos deja abandonarlo, tenemos que seguir, saber qué ocurre en ese extraño planeta llamado Gliese 581D donde nunca se pone el sol, y qué les ocurre a esos personajes cuyos nombres son algo semejante a 2.046B, y no os preguntéis quién es el 2.046A, o el 2.046C... Mejor los iremos conociendo por sus apodos, Rana, Ander, Espejo, Destello, Roble, Abuelo, Bruma...

Una novela con reflejos de Dune, sí; pero también me ha traído recuerdos de Blade Runner en esa búsqueda del origen, de quienes somos, de dónde procedemos, por qué estamos aquí... Niños nacidos para la guerra, que desde la tierna infancia son arrancados de sus familias (¿una nueva Esparta en el futuro?) para adiestrarlos como los mejores soldados del universo, pero no soldados para defender el bien, sino soldados para asesinar, para matar... Y no sólo con armas, sino también con la mente (¿un guiño a Starship Troopers?), todo por mantener el antiguo régimen, el viejo Imperio.

Una excelente novela de aventuras futuristas, que ahora, tras disfrutarla, hace que eleve el nivel de la que ganó el premio de cifi convocado por Ediciones Irreverentes. 

Francisco Javier Illán Vivas

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