Totalmente erradicada del planeta, exclamó el androide.
¿Estás seguro? preguntó la segunda unidad al ver aparecer al bípedo con dos cabezas y cuatro brazos que corría hacia ellos.
¡Ahora sí! sentenció después de fulminar con su desintegrador a la indefensa criatura.
¡Podemos comenzar de nuevo! Vamos mal de tiempo, ya sabes cómo se pone el jefe si no cumplimos los plazos.
Vale,
lo intentaremos de nuevo. Espero que esta vez nos salga mejor. No sé
para qué tanto esfuerzo. Luego llega el jefe y decreta su total
extinción.
Ya, pero mientras tanto nosotros tenemos trabajo, dijo la unidad dirigiéndose hacia el platillo volante.
M. D. Alvarez
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