Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

sábado, 14 de septiembre de 2024

Siervos de la Guadaña, de Víctor Morata (Reseña nº 1081)

 


Víctor Morata
Siervos de la Guadaña
Amazon, 2021

Acabo de cerrar una de las novelas policíacas más intrigante, misteriosa y bien escrita de las que he leído en los últimos años, y han sido muchas, como los habituales de estos no tan escarpados Acantilados de papel saben.

Y el misterio de la lectura se extendía, por una extraña magia, a Facebook. Por segunda vez desde 2007 pretendía ir comentando las impresiones de la lectura día a día pero, sorpresa, día a día la red de redes me suprimía la entrada, por las razones más inverosímiles: que si pretendo conseguir muchos me gustas; que si no están permitidos los desnudos (supongo por la portada y la foto de Juan Morata Jiménez), etc. etc.

Pero he seguido fiel a la lectura que te deja helado y con esa pregunta ¿pero qué está pasando? Supongo que la misma que el inspector Eladio Jones y su segundo Tolino, se vienen haciendo cada vez que aparece un nuevo cadáver con las mismas señales de sumisión del anterior.

Y todo esto en un pequeño pueblo llamado Corralas de San Juan, que tampoco debe ser muy pequeño cuando tiene una comisaría de policía.

Lo de los nombres en Víctor Morata ya he descubierto que son los más inesperados, pero no os sorprendáis por ello. Estoy viendo la serie de culto Shetland, donde el inspector se llama Jimmy Pérez, así que Eladio Jones no desentona para nada.

Y cito esta serie porque la novela destaca también por sus continuos guiños a la cultura popular, al cine, a la literatura, lo que provoca que el lector se sienta muy cerca de lo que está leyendo y se vaya identificando con uno u otro personaje. Ya sabéis, y nos lo dice el narrador, en un pueblo pequeño los problemas siempre son muy grandes.

Y los que arrastra el inspector Jones deben pesar toneladas. Porque este caso le devolverá a su pasado, a eso que carga en la espalda y le llevó por caminos de alcohol y drogas, a ser casi un marginado en la policía, con pocos amigos y casi ningún compañero.

Solo le queda una salida: resolver el caso, atrapar al asesino. Y Víctor Morata nos llevará página a página hacia la culminación. Otro apunte positivo de esta novela: es muy visual, capítulos cortos, ideas impactantes, golpes de efecto y... un nuevo cadáver.


Francisco Javier Illán Vivas

martes, 10 de septiembre de 2024

Los setenta descabezados, de M.D. Álvarez

 



La paliza había sido terrible, pero no cedía; siempre se levantaba y seguía luchando por sus amigos. Ellos habían desaparecido, si no les hubiera fallado, seguirían vivos. Se culpaba por ello. 

Ahora trataban de arrebatarle a la persona que más adoraba, su hermanita pequeña, pero no se lo permitiría. Lucharía con todas sus fuerzas, aunque el enemigo fuera muy superior. No se rendiría en el empeño y no se la llevarían. 

Sentía cómo sus adversarios se agotaban, así que pasó a la acción. Atacó con la máxima violencia, sorprendiendo a los maleantes y derrotándolos a todos. Cuando terminó con ellos, volvió a casa, donde se encontraba su hermana, que le curó las heridas y le dijo: "No fue culpa tuya, ellos no quisieron que te enfrentaras a los setenta descabezados".

Continuará...

M. D.  Álvarez

domingo, 8 de septiembre de 2024

Qué no te diría yo, de Victorio Melgarejo, Víctor Manuel Moreno y Álvaro Peña (Reseña nº 1080)


 

Victorio Melgarejo, Víctor Manuel Moreno y Álvaro Peña
Qué no te diría yo
Trilenio, 2024

Llegué a este volumen gracias a la invitación de Victorio Melgarejo, en su presentación en el Real Club de Regatas de Santiago de la Ribera. Es el resultado de quince entrevistas, a quince personalidades en quince restaurantes de la zona, siempre charlas de sobremesa, alrededor de la política -por supuesto-, pero también la ecología, el humorismo gráfico, las Fuerzas Armadas, la educación...

Al final de cada entrevista, una ilustración de Álvaro Peña, quien es el autor también de la portada.

Pilar de Yzaguirre, Miguel Padilla, José Miguel Marín, Mariano Zapata, Joaquín Zamora, Margarita Muñoz Zielinsky, Beatriz Miguel Hernández, José Manuel Puebla, Jesús García Pallarés, Ángel Pérez Ruzafa, José Luján Alcaraz, José María Albarracín, Pascual Soria, Juan Pinedo, Visitación Martínez y José Miguel Luengo son los entrevistados-

Los restaurantes Vive Roda, Mesón Hispania, Mercagrisa & Corina, Asador Sierra de Cazorla, El Marino, Miramar, El Palacio, Vinissimo, La Lonja, El Señorío, Kinita, Txio y La Grajuela, fueron los escenarios de esas conversaciones de sobremesa.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 5 de septiembre de 2024

Tarde de tormenta, de Ildefonso Vilches

 


Hoy he recordado aquella tarde de tormenta, de cielo azul oscuro casi violeta, de lagunas en los parques y de barrancos en las calles empinadas. Fui a recogerte a la estación de tren. Venías de la capital, del colegio mayor, para pasar las navidades con tu familia, y conmigo. Estábamos enamorados como niños, como lo que éramos; y allí, al posar el primer pie sobre el andén, te esperaba yo con los brazos abiertos y los labios buscando los tuyos. Nos besamos y al oído me prometiste cientos de reinos.

En esta tarde, como en aquella, los truenos suenan broncos, los charcos salpican a los transeúntes y varios riachuelos invaden la carretera que nos lleva a la estación.

Tú, no me esperas. Ni te lo imaginas. Yo, jamás había sido tan decidida. Al levantarme me he arropado con un abrigo de atrevimiento, y con la esperanza renovada. Te aguardamos a la salida, en el aparcamiento, y bastante nerviosas. Al fin te vemos entre los cristales: vienes con la mirada caída, cansado y como arrastrando la maleta. Han pasado ya unos cuantos años, pero sé lo que tengo que decir, y te lo diré.

Salimos a tu encuentro y lo primero que hago es sostenerte la maleta. Tú, nos miras  sorprendido, de repente los ojos se te despliegan y el azul rebota con brillos en todos los charcos. No puedo refrenarme y, con las lágrimas brotando, no pienso en otra cosa sino en abrazarte.

Pero la tarde se ha tornado finalmente más oscura, gris casi negra. Caen relámpagos y el agua turbia, embarrada, lo enloda todo. Tras muchos años, volvía a “nuestra” estación a esperarte, pero esta vez no lo hacía sola, venía Lucía de mi mano. Ella, también te esperaba con impacienta, y con mucha ilusión. Yo, sinceramente, había estado, en vano, descontando los días hasta este encuentro. Tú, en cambio, ni me has mirado, te has agachado, has besado a Lucía, la has aupado y, entre risas, has vuelto el rostro buscando el de ella, que venía unos pasos más atrás empujando otra maleta. Entonces he deseado no estar allí, esperándote cargada de creencias. Y he tenido que volverme de espaldas para dejar que las lágrimas reblandecieran mi ingenuidad.

 

Fotografía y Texto: © Ildefonso Vilches

martes, 3 de septiembre de 2024

Edén 7, de M.D. Álvarez

 


Totalmente erradicada del planeta, exclamó el androide.


¿Estás seguro? preguntó la segunda unidad al ver aparecer al bípedo con dos cabezas y cuatro brazos que corría hacia ellos.

¡Ahora sí! sentenció después de fulminar con su desintegrador a la indefensa criatura.

¡Podemos comenzar de nuevo! Vamos mal de tiempo, ya sabes cómo se pone el jefe si no cumplimos los plazos.

Vale, lo intentaremos de nuevo. Espero que esta vez nos salga mejor. No sé para qué tanto esfuerzo. Luego llega el jefe y decreta su total extinción.

Ya, pero mientras tanto nosotros tenemos trabajo, dijo la unidad dirigiéndose hacia el platillo volante.

M. D. Alvarez