José María López Conesa
El ladrón del cementerio
Tirano Banderas, abril de 2022
La onceava obra literaria en solitario de José María López Conesa nos lleva a encontrarnos con personas que podemos ver todos los días en la calle, en el comercio, en la Universidad, pues se desarrolla entre Murcia y Albacete, y en ella encontraremos sentimientos que son comunes a la obra Lopezconesista: el amor, la ambición, el odio.
Como os digo, los personajes son los típicos de la obra costumbrista de López Conesa: las comadres en la tienda o en la peluquería, la ambiciosa joven que planifica hasta el último movimiento para alcanzar sus objetivos y salir de la pobreza; el estudiante que lo fía todo a su fuerza de voluntad para terminar una carrera tan difícil y costosa como la de medicina; los amigos que siempre están ahí y, cuando peor son los momentos, más cerca se les siente; la confianza irracional aderezada con el deseo carnal que priva de raciocinio.
Todo eso y mucho más en esta fotografía de una sociedad que se iba abriendo a la modernidad, en ciudades que aún conservan esa tela de araña del "qué dirán", como las viejas películas del oeste decadente.
En retratar tal sociedad José María López Conesa es un destacadísimo fotógrafo que, con un un extenso y florido vocabulario nos va contando las aventuras del estudiante de medicina que, perdido tras la muerte de su novia, se adentra en el cementerio a robar huesos; de su hermana, apodada La Nena, capaz de cualquier cosa con tal de alcanzar las riquezas de un confiado empresario; de la inquebrantable amistad de Antonio y Yaiza hacia Jacinto... Sí, una novela a la que tampoco le falta el mensaje moralizante, y cuyo principal objetivo, para el autor, es "que disfrutes, amigo lector, del grato placer de la lectura".
Yo llevo once libros del molinense López Conesa disfrutando, aparte sus innumerables relatos y cuentos. Y en esta, lo he vuelto a hacer. Casi de un tirón.
Francisco Javier Illán Vivas
En efecto. No se podía hacer mejor resumen. Bravo.
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