Francisco Javier Illán Vivas
La oscuridad infernal
Editorial ADIH,
2014
Francisco
Javier Illán (Molina de Segura, 1958) es un escritor polifacético que
difícilmente se aviene a etiquetas. Desde la edición literaria, la crítica, la
poesía, el cuento y la novela. Siempre imparable, como sus criaturas
fantásticas, luchando por el mundo cultural. Ciclos literarios, presentaciones
de libros, revistas y la propia creación.
Hoy
quiero dedicar algunas palabras a su última novela: La oscuridad infernal. Una obra del género épico que se abastece de
un sinfín de lecturas, que sirve como desembocadura de miles de ríos
legendarios: La Biblia, Homero, la Roma Clásica, Conan, Lovecraft o las sagas
medievales de caballeros y dragones, por citar las más evidentes.
Dos
de las armas más importantes para un escritor son, entre otras, la cultura y la
imaginación. La primera es útil para disponer de un amplio muestrario de temas,
motivos, referentes y recursos. La segunda
es necesaria para elaborar, con el bagaje cultural acumulado, un
universo propio que se distancie de la literatura que precede e influye al
lector-autor. Estas dos potentes espadas
–la imaginación desbordante y la vasta cultura- están en posesión de quien firma
esta última entrega novelesca, La
oscuridad infernal.
El
argumento, si bien es esta la tercera parte de una trilogía: La cólera de Nébulos- es autoconclusivo
y puede entenderse y leerse de modo independiente. Está claramente dentro del
género clásico de la fantasía épica pero
es además un Bildungsroman, en el que
sus protagonistas emprenden un viaje iniciático lleno de peligros, en el que
las fuerzas malignas acechan implacables.
La
lucha entre el bien y el mal es, por encima de todas las historias y subtramas
que se desprenden y entrecruzan en esta novela, el tema principal. La fuerza,
el valor y la amistad impregnan cada una de las páginas de esta trepidante
historia en la que una gran cantidad de seres desfilan con total naturalidad:
reyes, muertos errantes, genios, dioses, brujos o extraños monstruos recién
salidos de las simas del averno.
Otro
acierto de este libro es su imaginería. Illán ha inventado un cosmos, un
tiempo, una mitología propios y se ha dedicado a dotarlo de vida y colorido, de
voces y rostros. Ecos de Poe, Tolkien o de Robert. E. Howard resuenan a lo
largo de estas aventuras. Las sagas
escandinavas, Gilgamesh y la propia
mitología griega están presentes en La
oscuridad infernal. Pero lejos de imitar, su autor se ha valido de todo el
entramado cultural, espiritual y mitológico, del cual ha bebido sin esconder
sus influencias y ha pergeñado, posiblemente, la epopeya que él mismo hubiese
querido leer. Y es que la pasión por la literatura no se esconde al leer este
frenético libro de aventuras. Aventuras que harán las delicias de todos los lectores,
desde los más jóvenes hasta el más avezado lector.
Los
personajes se desplazan por una vasta geografía rica en símbolos y guiños al
lector. Magia, profecías, fantasía, leyendas, papiros antiguos como el mismo
tiempo. En definitiva, elementos que nos comunican un mundo increíble pero que
a la vez nos recuerdan nuestra propia realidad: el paso del tiempo, el poder de
superación o la irrevocable muerte que a todos llega, al menos en nuestro
mundo…
El
lenguaje no se entretiene en artificios innecesarios. Illán solamente se deleita
con algunas metáforas para ilustrar con más vehemencia su rico y colorido
mundo. Pero como decíamos escribe con sencillez y con su habitual estilo
directo a través del cual nos hace habitar su universo. Un universo que
respira, en el que se escuchan gritos atroces de seres inmemoriales, se siente
el terror de criaturas aterradoras y se percibe la negrura de la misma cueva
por la que sus protagonistas han de adentrarse.
Quizá
tú, amigo lector, tengas el valor de caminar junto a Eleazar y Eóstes. Quizá,
el poder de la magia se alíe con tu destino y encuentres en este libro la
puerta que te conducirá a tu propio mundo de sueños y fantasía.
Pedro Pujante
No hay comentarios:
Publicar un comentario