Las palabras callaron
desmontándose
de su armazón etéreo,
hojas secas cayendo
empujadas por el viento,
el que la puerta levantó
al cerrarla tu silencio.
Silencio que nos separa
sajando los recuerdos,
despojando lentamente
de su carne cada miembro,
dejando sólo los huesos.
Sólo el corazón resiste.
Ayer…te vieron mis ojos.
Ayer…volví a sentir el silencio
¡Y un sentimiento de duda!
Nos miramos, simplemente.
Ayer…nos unió el
silencio.
Hay una plaza en mi
barrio
Hay una plaza en mi barrio,
una fuente, y cuatro
bancos
con aromas de espera.
Carcajadas en el viento,
susurros con sabor a beso,
y ese olor… Olor penetrante a duelo.
Ya no hay amantes en los bancos.
Pero ellos dos se retrasan
entre besos y arrumacos,
jugando a conocerse enteros.
Se miran a los ojos,
se juran amor eterno.
Paso celoso a su lado
abrigándome las sienes,
tapándome los recuerdos.
Esa plaza… y el banco
donde te di el primer beso,
donde también te juré
amor eterno.
No es una plaza cualquiera…
es mi plaza, la de mi acera.
Esa…
Que todavía huele a espera.
Me duele
Me duelen los labios por los besos
perdidos,
por las frases calladas y los te
amo no dichos.
Me duele el corazón por los
momentos perdidos
alejándome de ti,
adentrándome en la bruma de un
amanecer sin Sol.
Me duelen las noches y las sábanas
frías
con su soñar despierto.
Me duelen las manos por el roce de
tu piel,
que ya no sienten los caminos recorridos.
Me duelen los ojos por las mañanas,
al mirar tu almohada y un cenicero sin ceniza.
Me duele tu ausencia,
la soledad que siento al abrir la
puerta.
El perfume que inunda
tus cartas abiertas.
Y el alma… Esa ya no me duele.
Te la llevaste, dejando esta
carcasa vacía.
Ya no llora, ya no siente,
sólo se arruga y cuartea
como cuero viejo que se difumina
en un folio blanco, que ahora,
cubre mis sienes.
Jesús Coronado Bevía (Alicante, 1961). Recién llegado a este mundo
de las letras, ha publicado en las revistas Prosofagia
y El hombre de mimbre,
participando con relatos cortos en las antologías Relatos urbanos 2011 (feria del libro de Alicante) y Antología Prosadictos (editada
especialmente para la red). La poesía… es historia por venir.
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