Ilusionistas
Ediciones Irreverentes, 2012
Ediciones Irreverentes publicó en primicia
mundial el último libro de Noam Chomsky, Ilusionistas.
Ni que decir tiene que nos encontramos ante un acontecimiento social y
literario de primera magnitud. Ilusionistas
es el resultado de cuatro conferencias ofrecidas por Chomsky en Estados
Unidos. La obra recoge -tal como señala en el prólogo Jorge Majfud, traductor
del libro- las preocupaciones del autor en los últimos años, inquietudes no muy
diferentes de las que Chomsky lleva planteando desde los años cincuenta del
siglo pasado.
Hay
en Chomsky un evidente interés por mostrar las falacias del imperialismo
estadounidense. El autor califica de guerra terrorista el ataque americano a Libia
en 1986 y el apoyo a la contra nicaragüense. Del mismo modo, los asesinatos de
jesuitas en El Salvador a finales de los años ochenta por parte de una fuerza
militar estadounidense responden a la política del Emperador, que consideraba
la doctrina de la Teología de la libración como una herejía. Chomsky remonta al
mandato del presidente Wilson la política norteamericana de “legítima defensa
contra un ataque futuro” -fruto de la penetración y amenaza ideológica de la
Unión Soviética-, una doctrina inventada por Estados Unidos para justificar su
política imperialista.
Para
hablar del tema del Estado y las corporaciones, Chomsky toma como modelo su
propio país porque es la realidad que mejor conoce y porque “el desarrollo que
se produce en Estados Unidos generalmente prefigura lo que va a ocurrir en
otras partes del mundo, sobre todo en otras sociedades industriales del mundo
capitalista”. Así, en Estados Unidos las instituciones financieras que
provocaron la crisis económica fueron rescatadas por el contribuyente común,
resultando que después del rescate financiero los bancos mayores son más
grandes. Además, Chomsky se queja amargamente de que las grandes corporaciones
y las instituciones financieras cuentan con lo que denomina “la póliza de
seguro del gobierno”, lo que les permite participar con seguridad en grandes
transacciones y obtener enormes beneficios sin tener en cuenta externalidades.
Chomsky estudia en concreto el caso de Estados Unidos y nos recuerda que los
gobernantes realizan enormes concesiones a las corporaciones. El más claro
ejemplo es el nombramiento de Jeffrey Immelt, un exdirector de General
Electric, como secretario del Tesoro, un nombramiento de Obama que sin duda
agradó a los grandes hombres de negocios y a la Cámara de Comercio de Estados
Unidos.
El
análisis de la situación en Estados Unidos se puede aplicar a otros países del
ámbito capitalista, entre ellos España: aumento desorbitado de la desigualdad,
estancamiento o disminución de los ingresos reales de la mayoría de la población
y recortes “cuidadosamente diseñados para beneficiar a los supermillonarios”.
La disminución o recorte de impuestos, que favorece a los ricos, viene
acompañada de una congelación salarial para el sector público, que es lo mismo
que una subida de impuestos, lo que contribuye a desfondar la Seguridad Social.
“Se trata” afirma Chomsky, “de una conocida técnica de privatización que
consiste en desfinanciar lo que alguien pretende privatizar”.
Otra
cuestión que suscita interés en Chomsky es el diseño del orden mundial. El
autor explica en Ilusionistas cómo,
en los años posteriores a la segunda guerra mundial, funcionarios de alto nivel
del departamento de Estado y especialistas en política exterior diseñaron el
nuevo orden mundial estableciendo la “Gran Área” que Estados Unidos iba a dominar con poder absoluto. En la
actualidad este diseño está siendo desestabilizado por Turquía, Irán y China.
Chomsky
tiene claro que en el orden internacional actual la crisis se ha cebado con
maestros y profesores, pero sobre todo con los emigrantes, aumentando de tal
modo la xenofobia no sólo en Estados Unidos sino también en Europa. El autor no
duda al afirmar, a modo de conclusión, que “la actual crisis económica es
atribuible en gran medida a la fe fanática en dogmas como el de la efectividad
del libre mercado”.
Finalmente,
un tema que también aborda Chomsky en Ilusionistas
y que le preocupa especialmente es el problema ambiental. El autor se
lamenta de que en Estados Unidos los lobbies de las grandes empresas, como la Cámara
de Comercio y el Instituto Americano del petróleo han desarrollado una
maquinaria propagandística para convencer a la gente de que la amenaza
ambiental no es real.
Abiertamente
polémico, Ilusionistas resulta un
ejemplo conmovedor del carácter combativo de este anciano y brillante pensador
de nuestros días. A sus más de ochenta años, Chomsky sigue manteniendo un
espíritu aguerrido y se queja en general del carácter pasivo y apático de la
población, “dedicada al consumismo y al odio por los más vulnerables”,
mostrándose partidario de un cambio importante suscitado por un movimiento
popular “que exija el desmantelamiento de una compleja estructura sociológica,
cultural, económica e ideológica que nos está conduciendo al desastre”.
Pedro Amorós Juan
Pedro
Amorós Juan (Murcia, 1966). Doctor en historia antigua por la UMU.
Ha publicado novela, teatro y ensayo, ganando varios premios, tanto
en novela como en ensayo. Con sus relatos ha participado en varias
antologías y libros colectivos. Mantiene el blog de crítica
literaria http://pedroamoros.blogspot.com
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