Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

martes, 28 de octubre de 2025

El valor de dos, de M.D. Álvarez

 


No sabía cuánto terreno habían recorrido, pero se enfrentaba a su primer tabú, aquel del que nadie ni ninguno de sus amigos se había osado enfrentar.  
La noche anterior, fueron recogidos por un camionero que, muy amablemente, les había ofrecido subirse a su cabina. A mitad de trayecto, algo cambió en la afabilidad de aquel transportista; comenzó a toquetearla sin contemplaciones, a pesar de que ella le había dicho que no, que parara el camión. Pero no hubo manera; solo la real defensa de su compañero evitó que la agresión pasara a mayores. El camionero paró en un área de servicio perdida en los páramos, los hechos de la cabina y se largó diciendo: "A ver cómo salís de esta, niñatos".

Él se quitó la chaqueta y se la puso sobre los hombros a ella, que todavía seguía traumatizada por los acontecimientos que acababan de ocurrir.  

—"¿Estás bien?", preguntó él, abrazándola con ternura.  

—"Sí, solo quiero salir de aquí", respondió ella entre sollozos..

—Creo que he visto una granja a dos kilómetros de aquí. Allí podrás descansar —dijo él—. Se había quedado con la matrícula del tráiler; cuando la pudiera poner a salvo, se encargaría de localizar a aquel cerdo y ajustarle las cuentas. 

M. D. Álvarez 

viernes, 24 de octubre de 2025

Lucrecia, de Teresa Galeote Dalama (Reseña nº 1123)

 


Teresa Galeote Dalama
Lucrecia. Las orillas del tiempo.
M.A.R. Editor, febrero 2025

He tenido la suerte de ir leyendo a Teresa Galeote Dalama los últimos años, y aquí, en estos no tan abruptos Acantilados de papel hay varias reseñas de sus obras. Si la memoria no me engaña, esta es la tercera novela que le leo.

Y es un poco diferente a las demás, narrada en primera persona, nos cuenta la historia de Lucrecia, pero también la de Bernabé y sus historias o relatos. Me han gustado mucho esas narraciones dentro de la narración general.

¿Quién es Lucrecia? Una mujer llegada desde Hispanoamérica a España en busca de una vida mejor, que se convierte en una vida de trabajo, de lucha, de escapar del acoso de un nefando Julián que la chantajea, de las mentiras de la señora que le promete una y otra vez que tendrá papeles. En resumen: de las personas que se ven obligadas a emigrar. Ahora desde Hispanoamérica a España u otras naciones. Y en su momento, desde España al Nuevo Mundo.

Francisco Javier Illán Vivas 

miércoles, 22 de octubre de 2025

La caída de Troya, de M.D. Álvarez


 

—Yo no me atrevo a llevarle la contraria -objeto Automedonte, al grupo de aurigas que, asustados, observaban cómo el salvaje Aquiles mataba a diestro y siniestro a héroes troyanos en la flor de la vida, una vida que muchos de ellos perderían a manos de Héctor, el teucro de tremolante penacho.

La batalla podría haberse resuelto de un modo diferente si Agamemnón no le hubiera robado a la hermosa sacerdotisa de piel tersa y suave al bravo Aquiles y culpado a Héctor de saciar su apetito con ella. Mal sabía el héroe tesalónico que Agamemnón se la estaba jugando.

Posiblemente, estos dos aguerridos héroes hubieran sido amigos si no se hubiera torcido el enlace de Menelao con la hermosa Helena.

Ahora, en el fragor de la batalla, los dos héroes se enfrentaban por sus respectivos pueblos, todo por la codicia de Agamemnón, que, ávido del poder de Troya, quería destruirla a toda costa; y, si era preciso, sacrificaría a todos los héroes aqueos que fuera necesario hasta lograr que Zeus fulminara la hermosa ciudad consagrada a Atenea, que, airada, ayudó al joven Eneas a huir y fundar la magna ciudad de Roma.

M. D. Álvarez

viernes, 17 de octubre de 2025

En estado de gracia, de Carmelo Guillén Acosta (Reseña nº 1122)

 


Carmelo Guillén Acosta
En estado de gracia
Renacimiento, 2021

La lectura de este poemario me trae luz, que incide directamente en los receptores de la felicidad, de iluminar un camino, aunque para decir la verdad, me ha estado iluminando dos semanas, entre Feria del libro y Feria del libro, los momentos de sentarme relajado al lado de mi caniche Irisfree.

Plenitud, encarnación, vida, fe, pero no ciega, fe en cada momento, ese don que nos canta estando en estado de gracia.

Ya no quiero otra cosa que el cariño.
Después de haber vivido a su cuidado,
ya no quiero otra cosa que el cariño,
que el roce de su mano bienhechora,
que su presencia eterna por mi vida.
Si no a qué se debe este afán noble
de volver de continuo por mis pasos,
de no apartarme nunca de esa senda
en la que me resulta imprescindible
tener a quien querer y que me quieran.

Lo he disfrutado durante tres semanas, pocas veces he hecho eso con un poemario.

Francisco Javier Illán Vivas  

jueves, 16 de octubre de 2025

Amor y pasión, de Harmonie Botella

 


AMOR Y PASIÓN

En el éter de la pasión eterna,

cuando el fervor se entreteje con el alma,

surge el ardor, cual llama imperecedera,

y el afecto como río de aguas cristalinas.

La pasión, vorágine de emociones puras,

se funde en la devoción, altar sublime,

mientras la adoración, cual himno celeste,

eleva el espíritu a cumbres divinas.

En la ternura, nido de susurros tiernos,

florece el cariño, jardín secreto,

y el apego, vínculo de hilos invisibles,

ata los corazones en nudo eterno.

La caricia, brisa de pétalos suaves,

roza el alma con manos etéreas,

mientras el idilio, sueño de armonía,

pinta el cielo con colores incandescentes.

En el afán, hoguera de deseos nobles,

se enciende la estima, luz perenne,

y la predilección, estrella guiadora,

ilumina caminos de éxtasis profundo.

La veneración, cual rezo en templo oculto,

exalta el lazo de almas entrelazadas,

mientras el embeleso, néctar divino,

embriaga los sentidos en danza perpetua.

Así, en el amor, un sinfín de sinonimias cultas.


Harmonie Botella

martes, 14 de octubre de 2025

Tú me quieres, de M.D. Álvarez


 

A disfrutar de la cerveza bien fresquita en la tumbona, era lo único que necesitaba para sentirse en paz y tranquilo. Sin embargo, con semejante grupo de amigos no era posible; lo atosigaban y bromeaban, tomándole el pelo con sus gustos por las mujeres. Solo ella parecía ser la nota discordante y la única que lo defendía frente a las bromas de sus amigos.

A ella le gustaba, y se sentó a su lado con otro botellín de cerveza bien helado.

"Por la cerveza y el amor", dijo ella, alzando el botellín.

Él la miró y sonrió. ¡Brindó por eso! Y chocó su botellín.

M. D. Álvarez 

viernes, 10 de octubre de 2025

Cuentos de chocolate, de M. Carmen Briz Marín (Reseña nº 1121)

 


 

M.Carmen Briz Marín
Cuentos de chocolate
Editorial GrupoJ3V, 2025

Hoy estábamos llamados a la presentación de esta recopilación de cuentos en la Biblioteca Salvador García Aguilar, pero la autoridad y el mal tiempo han decidido que se posponga para mejores fechas y, sobre todo, mejor tiempo.

La reseña ya la tenía escrita, a falta de que nuestro ínclito Julián Inclán Ponce la subiese al blog, y ahora la retoco.

Mari Carmen Briz Marín vive en Molina de Segura, no, no tiene nada que ver con el dichoso meteorito (que está en deuda con José María López Conesa, por ejemplo), sino con el trabajo y cuestiones familiares. La conocí en la primera y única feria del libro de Los Garres y, desde entonces, la cuento entre mis amigas y compañeras de escritura.

He leído sus dos anteriores obras, muy relacionadas con la literatura y la fotografía, dos de sus pasiones, pero lo que ahora iba a presentarnos da un giro radical: literatura infantil, un género difícil y en el que ella sale con nueve cuentos (¡sí, cuentos!) donde explora la autoestima, la gestión emocional, la empatía, la amistad, el compañerismo... Pensados para educar en valores mientras entretienen.

Además, se acompañan de las ilustraciones de Adriana Ayala García y termina con un homenaje a una de las obras cumbre de la literatura española: Platero y yo.

Aguardaremos mejor fecha para presentarla en Molina de Segura y en otras localidades, pero mientras tanto puedes hacerte con un ejemplar en cualquier librería.

Francisco Javier Illán Vivas 

miércoles, 8 de octubre de 2025

¿Los elegidos?, de M.D: Álvarez

 


Su pueblo les debía de estar agradecidos por ser los únicos que los acogieron en su territorio cuando nadie más lo hizo. Fueron acogidos por el sufrimiento sufrido a manos del mal.

Pero, henchidos de un poder que creían suyo, fueron incrementando su número, que creció como los granos de arena en el desierto. No recordaron de dónde procedían; eran un pueblo sin tierra y, viéndose acogidos por un pueblo hermano, lo sojuzgaron y expulsaron, dejando tan solo una pequeña franja donde malvivían. 

A pesar de todo, su pueblo inocente permitió que se asentaran. No sabían cuál sería el cruel castigo del asilado: destruyó sistemáticamente todos y cada uno de los pueblos y privó de alimentos a sus habitantes, esperando que la muerte les otorgara la total erradicación de su pueblo hermano, y todo por una promesa divina de una tierra prometida donde manaran la leche y la miel.

Pero nadie preguntó al pueblo de origen si les gustaría ser deportados o exterminados. ¿Qué clase de dios se permite asesinar a niños, mujeres y ancianos inocentes?. 

Y qué clase de dirigentes son capaces de todo para conseguir permanecer en el poder y no ser juzgados por genocidio.

Solo espero que el karma los alcance y sufran como sufrió su pueblo en el campo de exterminio, donde ahora destruyen a sus hermanos.

Deseo y espero que no lo permitamos el resto de las naciones, que ofrezcamos alimentos y presionemos al gobernante para que desista en su empeño de aniquilar al pueblo que los acogió cuando nadie más lo hizo.

Deberemos despertar o todo esto terminará siendo una mancha aterradora en nuestra alma que no será lavada en nuestras generaciones venideras, porque habremos borrado de un plumazo este maravilloso mundo con el arsenal prohibido que albergamos en el

Tenemos cada vez más endurecido nuestro atribulado corazón. No sabemos imponernos ante las atrocidades cometidas hacia nuestra propia especie. Para cuando nos demos cuenta de lo que estamos haciendo, ya será tarde y habremos arrasado este maravilloso planeta azul en el que fuimos creados como hermanos.

Si hay alguien ahí arriba, solo espero que nos perdone el no saber cuidar de nosotros mismos y, mucho menos, de respetar a toda su creación, que con tanto mimo nos otorgó un único mandato: "Amaos los unos a los otros como yo os he amado; cuidaos como yo os he cuidado; respetad a toda la creación, pues la vida es el bien más sagrado y maravilloso ".

M. D. Álvarez 

sábado, 4 de octubre de 2025

Dejando a un lado a Freud, de María Mercedes Tormo Muñoz (Reseña nº 1120)


María Mercedes Tormo Muñoz
Dejando a un lado a Freud
Bookalia Ediciones, 2025

Llevo una semanas liado con varias ferias literarias de autores y autoras regionales, y me está siendo difícil seguir el ritmo de lectura, así que iré subiéndo con menos regularidad hasta que termine la Feria del Libro de Cartagena, ya a finales de octubre.

Este que os reproduzco es el prólogo que escribir en abril pasado para el poemario que nos ocupa, y creo que con su lectura os podréis hacer, desconocidos lectores, una idea de la obra de Mercedes Tormo.

La poesía, desde sus orígenes en la oralidad hasta su compleja manifestación en la literatura contemporánea, se presenta como un fenómeno multifacético que trasciende la mera expresión lingüística.  No se trata simplemente de una sucesión de palabras rimadas o versos métricamente organizados; es una forma de conocimiento, una exploración de la condición humana y un vehículo para la construcción de significado, tanto para el poeta como para el lector. Su estudio, si se diese en los planes educativos, requeriría un enfoque interdisciplinar que abarcase lingüística, filosofía, psicología e historia, entre otras áreas del conocimiento. Por eso, cuando un amigo o una amiga me piden que les prologue un poemario, me sitúan ante una tarea tan desproporcionada como escalar el Himalaya.

El presente poemario, Dejando a un lado a Freud, es un canto a la experiencia, sabiendo desde el primer poema que, conforme la vida nos permite conocerla mejor, nos lleva hacia su fin, nos hacemos sabios, pero vamos perdiendo el tiempo tan frágil y rápido. No es, por tanto, una colección de versos, sino un caminar junto a ella misma, a su reflejo en la vida y, en ella, los problemas, las dudas, que se plantean a cada ser humano.

Mercedes Tormo se aferra a esa experiencia vital, para conocer cuanto le rodea, pero también, y principalmente, a ella misma, reconociendo que el paso del tiempo la ha hecho más sabia, conoce el mundo, se conoce a sí misma y, si ello es posible en cualquier persona, saber afrontar las emociones ante las diferentes circunstancias que la vida va poniendo. ¡Cuán sorprendente me ha parecido, desde el primer poema! Esa sombra que nos acompaña desde que nacemos “me sigues muy de cerca, vieja amiga./ Hablamos de mis sueños y desdichas/ a la luz de neón de la cocina… //… Dices que no se detiene la vida./ Sombra, dama fervorosa y bendita./ Me sigues muy de cerca, vieja amiga”.

Como veis, desconocidos lectores, ella se adentra en un terreno literario complejo y, cuanto menos, sorprendente, ¿acaso busca ese diálogo entre la memoria y el olvido? ¿entre la luz y la sombra? No voy a decir que entre la vida y la muerte, aunque algunos episodios personales que ha tenido a bien compartir conmigo en privado, podrían también encaminarnos hacia ese oscuro enfrentamiento. No olvidemos que la primera parte del poemario lleva por título Desde las entrañas.

No hace muchas fechas leí La muerte de la Muerte, de José Luis Cordeiro y David Wood, y en mi mesilla de noche descansa, pendiente de lectura, La supraconciencia existe: Vida después de la vida, de Manuel Sans Segarra, que cito como ejemplos del interés que para cualquier ser humano tiene el sentido de la vida, y el viaje que a través de ella hacemos junto a la Muerte, en mayúsculas.

Los poemas que leerás a continuación tienen también ese campo de reflexión: el paso del tiempo y el inevitable envejecimiento que lleva acompañado a la enfermedad y, en muchos casos, cada vez más, a la soledad que nos deja indefensos ante la muerte. Poemas en primera persona, es ella la que nos habla, en una atmósfera lenta, algunas veces espiritual, un sentimiento profundo, desde las entrañas.

Este poemario es una exaltación a la pureza de esos sentimientos, mientras la voz de la poeta se eleva sobre la página, enfrentándose a la crudeza enriquecedora de la experiencia. Utiliza el poema para procesar, si lo hay, el dolor, la pérdida, la incertidumbre, el miedo a Ella, a pesar de haberla reconocido como una vieja amiga.

Y sobrevolando todo el poemario, la seguridad de que Freud puede quedar de lado, no es necesario a pesar de momentos de turbadora emoción.

La segunda parte del poemario es menos personal, ya no brota con rabia desde lo más profundo de su ser Odas de amor y otros versos. Y ya en el primer verso nos pone ante el desamor, que ella reconoce como que no es algo personal, no forma parte de su yo. Pero sí que observo una singularidad estilística, algo que ya reconocí en anteriores poemarios de la autora, reflejando siempre la propia fragmentación de la experiencia y esa dificultad de articular la realidad interior que ha venido a superar con el paso del tiempo.

Cada poema se relaciona con el anterior, una continuidad evolutiva, en este apartado, soy un privilegiado al haber tenido la suerte de leer hasta el día de hoy toda su obra publicada, y conocer, a través de la que nos ocupa, su liberación al reconocer el conocimiento más profundo de ella misma.

Encontremos, en su lectura, la esperanza en medio del caos que puede ser la vida, cuando hemos dejado de lado a Freud, una obra que nos conmueve, donde la autora nos ilumina con una poesía profundamente humana.

Francisco Javier Illán Vivas