Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

miércoles, 31 de enero de 2024

El olor de la tierra mojada, de Samuel J. Peñalver (Reseña nº 1051)


 

Samuel J. Peñalver
El olor de la tierra mojada
Uzanza Editorial, octubre de 2023

Jan Smith, Carlos Olóndriz, Manuela Parrisi, y como principio de estos personajes y de otros muchos que irán apareciendo en la trama, Jacinta Monroe, pero el lector no debe de perder de vista la tragedia de Mildred Gaynor... Todos ellos en una imaginaria Comarca del Norte donde el molinense Samuel J. Peñalver nos llevará a conocer las localidades que viven entre brumas y helados inviernos alrededor del río Pernil.

Durante años fueron desapareciendo niños de esa Comarca: Arturo, Carmen, Prado, Eva, Julito, Fania y Jacinta. De 1989 a 2005. ¿Qué ocurrió para que tras los secuestros de 1989 no volviera a desaparecer ningún niño hasta que en 2005 ocurrió con Jacinta? Ese es el gran misterio que dos policías, Juan Smith y Carlos Olóndriz, fueran destinados a investigar las desapariciones y a lidiar con las envidias del cuartel de la Guardia Civil de la zona.

A Samuel J. Peñalver le gusta decorar sus tramas con ambientes opresivos, pues les resultan con más matices, más ricos para comprender por qué el mal actúa e incide en la naturaleza humana, su gran pasión, al menos, en sus primeras tres novelas publicadas: la que nos ocupa actualmente, que cierra un ciclo, y las dos anteriores, El legado de los búhos, en 2018 y La educación de Rosario Rey (que firmó como Jönás Roda) en 2021.

Puede que el lector se sorprenda de los que nos describe la trama, incluso esté muy cerca de decirse a sí mismo que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero las noticias del día a día- cuando no hablan de la amnistía, de la invasión rusa o de la matanza en Gaza- nos recuerden las desapariciones que se producen de niños todos los días en todas partes del mundo, de los casos de pederastería, de... Sí, Samuel ha conseguido entrelazar una trama que es tan real que parece ficción. ¿O tan ficción que parece real?

Y todo este horror adornado con metaliteratura, con referencias a otras artes culturales, a la literatura, al cine, a la música, incluso un poema de H.P. Lovecraft donde el lector puede que encuentre claves de lo que les ha ocurrido a los niños y niñas desaparecidas. O ese desconocido cuadro de Hendrick van Anthonissen cuya contemplación hará que la periodista Manuela encuentre las fuerzas para continuar con una investigación que la hará bajar a los infiernos del horror dantesco.

Al final, no os puedo contar el final, pero será tan cruel como podemos esperarlo, pero tan inesperado que nos sorprenderá por su violencia y consecuencias. 

Si algo caracteriza las tramas de Samuel J. Peñalver es que te agarran entre sus líneas y no te suelta hasta el final.

Francisco Javier Illán Vivas

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