Raquel Lanseros
Croniria
Madrid, 2009
Ha pasado mucho tiempo, lo sé, podéis echármelo en cara, pues Croniria se publicó en 2009, tras haber ganado el XIII Premio internacional Antonio Machado en Baeza. Estaré de acuerdo con todo lo que me reprochéis, pero esta poesía, como el siguiente libro que tengo pendiente, de ella también, Matria, es tan intemporal, tan inmortal, que no importa cuando se lea.
Ahora sé que volveré a él, como los poemas de mis admirados poetas que todos conocéis, Luis Alberto de Cuenca, Pablo Neruda, Vicente García Hernández, Pedro Javier Martínez... disculpad que no cite a más.
No recuerdo ahora quién fue el autor, ni dónde lo escuché, pero sí que tengo en la memoria las palabras de aquella persona que me comentó que gracias a Croniria había vuelto a percibir la belleza, que escuchando la melodía de los versos de Raquel, que a él le parecía que susurraban al viento, había recuperado su condición de poeta que olvidó su oficio.
Comparto con él esa condición de poeta que olvidó su oficio y, ahora, tras leer Croniria, y temiendo el efecto que me produzca Matria, sé que no olvidé el oficio, sino que éste me olvidó a mi.
Me habría gustado amarte, te lo juro.
Fue el primer poema, y me pareció tan bello, tanta belleza en tan pocas palabras que cerré el libro y me quedé sentado durante largos minutos, saboreando lo que acababa de leer.
Tengo la suerte de conocer a Raquel desde hace mucho tiempo. He tenido la suerte de colaborar con ella en la revista que nuestro admirado amigo común, Fulgencio Martínez, ha dirigido y coordinado durante tantos años, y he disfrutado de alguno de sus poemas inéditos, que nosotros teníamos el privilegio de escuchar de sus labios por primera vez.
Frescura, audacia, solidez, penetración, hallazgos verbales que van más allá del mero juego literario, fueron adjetivos que el jurado del premio Antonio Machado en Baeza dedicó a esta obra.
Yo no voy añadir nada más.
Francisco Javier Illán Vivas
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