Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

lunes, 16 de agosto de 2021

Rojo sobre negro, de Isabel del Río (Reseña nº 966)


Isabel del Río

Rojo sobre negro
Apache Libros, 2018

¿Qué debe contener una novela para que la leamos? Y, antes de eso, ¿qué debe mostrar para que, entre los miles de novedades, nos decantemos por ella? En mi caso, y en este caso, fue muy fácil. Coincidir en el Celsius 2021 con una buena amiga de hace muchos años y preguntarle qué me recomendaría que leyese, de las novedades que presentaba.

Ella eligió la novela que nos ocupa. Pero la respuesta aún no está. La portada nos invita a coger el libro y mirar dentro. Acertada ilustración de Jenni Conde, que también es la autora de las ilustraciones del interior. La combinación de colores es llamativa, primer acierto de la editorial y de la autora.

Y después la maquetación, intercalando páginas en blanco y en negro, para que el lector comprenda cuando la protagonista, Carrie (después hablaremos del nombre) está en la realidad o en esa otra dimensión que llaman Negro.

Después de estos dos detalles que te invitan a decantarte por el libro, vamos a la narrativa. La obra de Isabel está muy bien escrita, capítulos cortos, con momentos en una y otra realidad, que nos van acercando a detalles que casi todas las novelas juveniles deben tener, añadiendo que en esta ocasión estamos en lo que ahora se define como fantasy dark, fantasía negra. 

Carrie, y nos explica la autora a lo largo de la trama que sus padres eligieron el nombre gracias a la película del mismo título, basada en la obra de Stephen King, es capaz de entrar en una dimensión que llaman Negro, una dimesión que nos rodea pero que escapa a nuestros sentidos, puede leerse en la contraportada. Un lugar al que aprendió a entrar gracias a su abuelo.

Pero no es gratis hacerlo. Pues lo mismo puede salvar al mundo de un cataclismo que provocarlo. Porque, según le confesará su abuela, extraño ser con el que se encontrará en Negro, lo que Carrie no había aprendido era a cerrar las puertas por las que entraba en la oscura dimensión. Y ahí estaba el tremendo peligro.

Rojo sobre negro es también una novela de amor. De amores, deberíamos decir, de descubrimiento de que ella, Carrie, no es la única de su familia capaz de entrar en Negro, de abusos y violaciones que se esconden en el secreto de las familias, y de esperanza.

Como véis, no le faltan motivos para agradar al lector que se atreva a entrar en Rojo sobre negro.

Francisco Javier Illán Vivas



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