José Antonio López Fernández
Mare Nostrum
Goodbooks, 2016
Regresamos al Imperio Romano Tardío, a su descomposición, mientras vamos entrando en la Alta Edad Media, el prefecto Aquilo Albo, el hispano nacido en Emerita Augusta, sigue siendo testigo directo de la descomposición del Imperio, de la muerte de uno de los coemperadores que reavivó la esperanza de finalizar con las disputas civiles y del mantenimiento del mundo romano, algo que ya formaba parte del pasado en Europa Occidental.
Y el autor nos presenta al vándalo Genserico, sus conquistas, su visión militar, su acierto en hacerse con una flota y, según los historiadores, ayudado por marinos hispanos, vencer en bastantes batallas a los romanos, en su propio Mar, en su Mare Nostrum.
Genserico cruzará en 429 el estrecho y viviremos esos diez años que tardó en alcanzar Carthago, siendo sus victorias la palanca definitiva que acaba con el Imperio romano de Occidente. Porque esta parte del Norte de África era el auténtico granero de Roma, de su tambaleante imperio, incluso de la parte Oriental.
Y con ello el destino de la propia ciudad de Roma estaba decidido, su conquista y el saqueo de la misma.
Apasionante la novelización de la historia que nos presenta el autor en esta continuación de Comitatus,
Francisco Javier Illán Vivas
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