Isabel Martínez Barquero
La epidemia del siglo
Letrame Grupo Editorial, octubre 2019
¿Cómo acabar con el desequilibrio patente de las cifras demográficas con la excesiva población de personas mayores, a la vez que con el de la tremenda carga pasiva con las pensiones y, en consecuencia, el de la crisis económica? Isabel Martínez Barquero nos adentra en la trama que acabará con todos estos males en un futuro muy cercano, y que sitúa en el año 2049.
Todos los malos augurios para el futuro de la Humanidad, y para la supervivencia del planeta Tierra se fijan hacia 2050, lo repite la ONU, lo repiten las ONG's independientes (si es que existe alguna que lo sea de los poderes que las subvencionan y mantienen), aunque otras voces dicen que el Armagedom ya está aquí, que comenzó en 2019 con los incendios en la Amazonia y lo confirman los de Australia en este principio de 2020.
¿Y cuál es la solución para la gran mayoría de esos males señalados más arriba? Una vacuna. Y una vacuna antigripal. El gobierno terrícola que existe en el planeta desde la crisis del año 2042 desarrolla una vacuna que lleva en su composición una sustancia no detectable que provoca un fallo cardíaco agudo que desemboca en la muerte inmediata. Se trata de un elemento tóxico muy efectivo obtenido de forma sintética. No deja rastro alguno en el organismo humano ni se manifiesta en los análisis químicos.
Una vacuna que se suministrará a las personas mayores de 70 años, es decir, los que ya no están en edad de trabajar, y que acabará con todos ellos en el transcurso de unos meses.
Esta es la idea que nos plantea la autora murciana y que, personalmente os digo, es una de esas leyendas que le he escuchado a los más viejos cuando llega la época de la vacunación contra la gripe, y que Isabel Martínez Barquero desarrolla genialmente trama de la novela que nos ocupa esta semana.
En ese futuro mundo, tan cercano, donde se precisarán (como casi se precisan ahora), más requisitos para ser carnicero en Mercadona, por ejemplo, que presidente del Gobierno o Ministro de Sanidad; de temperaturas siempre cercanas a los 50 grados o superiores, y donde la vida humana no tiene valor al haber superado con creces todos los números de sostenibilidad, ella nos plantea una solución universal que ya también descubrimos en la magnífica Soylent Green, pero con tantos visos de realidad y de temor social, que cualquiera que se interponga en los designios de los poderosos es eliminado.
Visionaria la autora murciana, nos avisa del futuro que espera a quienes no se conviertan en casta ni consigan alcanzar los niveles económicos que les saquen del común de la raza humana, pues los poderosos, aquellos, no descansarán hasta volver a convertir este planeta en un lugar habitable y, para ello, se precisan que muchos miles de millones desaparezcan... que nunca serán los poderosos.
Francisco Javier Illán Vivas
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