El interviniente Petroni
Rubric, 2019
La muerte de un hijo debe ser algo que cambie la vida por completo de los padres y, si esta muerte es trágica, no sabría deciros lo que puede significar. Tal ve por eso la lectura de la novela que nos ocupa nos sirva para intentar entenderlo, viendo los abismos que se abren en la vida del secretario judicial Frank Wells, cuando recibe la noticia del trágico acontecimiento.
Sabremos, porque Francisco del Pozo nos lo va contando, que el juzgado donde trabaja Wells era modélico, casi todos los casos importantes llegaban a él; que el mencionado Wells era profesor de derecho penal, que había creado y diseñado el programa informático por el que se gestionaban todos los juzgados, y, por supuesto, que era un secretario judicial conocido, respetado y reconocido.
Pero todo eso se va por el más negro de los alcantarillados cuando en su vida aparece Vicenzo Petroni y se llevó a lo único que en la vida importaba a Wells: su hija.
Esta es la trama principal de la novela, pero el autor ha querido que sea también un reflejo del cine negro más clásico, describiéndonos escenas que podría formar parte del guión cinematográfico. Y ha querido también poner la banda sonora de su novela, insertando aquí o allí el tema musical que escucha el personaje de turno pero que está hecho con la intención de que nosotros, los lectores, escuchemos esa música mientras avanzamos en la lectura.
La destrucción de un hombre, desde la más alta consideración social hasta caer en las más profundas cloacas, es el camino al que nos invita el autor, recorrerlo con él, y con otros personajes secundarios, hasta llegar a la redención, si ésta es posible.
Francisco Javier Illán Vivas
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