Alexis en la ciudad sitiada
Editorial La Lucerna, noviembre de 2019
Gracias a la generosa atención que siempre tiene conmigo, he podido ir descubriendo, libro a libro, a Pedro Juan Gomila y, junto con cada nueva entrega a la editorial, avanzar en su desarrollo como poeta comprometido con el tiempo que le ha tocado vivir, con su persona y con lo que es y quiere ser.
Estamos, y creo no estar equivocado, ante su obra más personal y más conseguida. Ha evolucionado el poeta y se atreve ahora a regresar, como el personaje de su poemario, al lugar del que fue expulsado. ¿Es él el héroe que ha cambiado de nombre? Sospecho que hay mucho de su experiencia personal en este héroe con tantas semejantes de los semidioses de la Grecia clásica.
Ha cambiado, y cuando decide regresar a esa ciudad, que puede ser cualquiera que el lector desee, nos lo encontramos con otro nombre: Alexis, y en cada verso, como nos apunta la contraportada, se enfrenta a los enemigos del Cuerpo (en mayúscula): los que mutilan, alinean, explotan y destruyen.
He deseado leer dos veces el poemario antes de pasar estas líneas a la ventana de Acantilados de papel y, en la segunda vez, por mágica coincidencia, sonaba en Radio Clásica el segundo movimiento, adagio, del Concierto de Aranjuez.
Empezaba con Zelim o la música silenciada, una de las partes en las que divide su poemario, refiriéndose al músico Zelim Bakáyev, y como considero que las coincidencias no existen, os aseguro que la música fue cumplimentando cada uno de los versos por los cuales avanzaba, conociéndolos ya, como aquella, pero disfrutándolos desde otra faceta.
Pedro Juan Gomila Martorell es una voz poética que ya no puede pasar desapercibida, y a la que os recomiendo os acerquéis. Una voz sincera, que no os defraudará.
Francisco Javier Illán Vivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario