Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

jueves, 18 de mayo de 2017

Selección poética de Lola Estal



Ahí está la fragua
pero no la de Vulcano
la tuya, la mía…
y también está tu yunque,
el mío.
Junto al fuego rojo que moldea la vida
los caldereros refrescan la blanca tela
del lienzo.
pero no los de Velázquez
los tuyos, los míos…
Presentes también los golpes del martillo
dando forma a los contornos
que trazan tus minas…

Y ahí está tu silencio,
que, perdido tras profunda reflexión,
permanece en el interior de tu Fragua y de mi Yunque,
desde afuera…
Entre el marco y la tela atrapado.
Entre el Arte y la Materia,
entre la muerte
                         y la vida.


De: Al Pie de la Calderona -Poemas para una ausencia- (2008)

Al llegar tu mediodía de ocres paladares
contemplas tu rostro frente al espejo de un bar
en el retrete maloliente de la tarde
y preguntas al reflejo de tus desconocidos ojos
por qué
una mano enguantada en la suavidad
de la desfachatez
se erige en la diosa y dueña de tu vientre
ocupado con los excesos de la noche de mármol negro,
de estilados vasos de güisquis.
de la tiranía de embriagadas respiraciones jadeantes
rompiendo el silencio de tus sueños...
de tu noche emigrada.




...y de nuevo en el amanecer de esas horas malolientes,
encerrada tras la puerta de un retrete
alfombrado con las lágrimas transparentes
de tus compañeras y hermanas
maldices la sangre de los pederastas dioses
y gritas a una tierra diferente que amordaza tu voz
y te sumerge en el prostíbulo
de tu noche emigrada...

De: Momentos en Gris “La otra realidad (2014)


La idea vaga desnuda
entre grises materias adormecidas
que la atrapan en una espiral sin salida
y solo tras el precepto del verbo
aflora a la vida misma
de lo absurdo
disfrazada de razón,
engalanada con la euforia
que se oculta tras la palabra.


De: Momentos en Gris “En tonos grises” (2014)

A las niñas:


Amaina el viento
y el silencio se mece
desnudo

las madres esperan…

Rotas, las tejas visten los áticos,
las hierbas se comen al musgo
y aquella sonrisa, marchita,
camina descalza,
sin rumbo

las abuelas esperan…

Vengo de una tierra vieja,
hablo con lengua dormida,
me asomo hasta esta hora nueva
y el polvo me acecha
escondido.

Las mujeres…
                        esperan.

De: Espontáneos (en elaboración)

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