Ahí está la fragua
─pero no la de
Vulcano─
la tuya, la
mía…
y también está
tu yunque,
el mío.
Junto al fuego
rojo que moldea la vida
los caldereros
refrescan la blanca tela
del lienzo.
─ pero no los de
Velázquez─
los tuyos, los
míos…
Presentes
también los golpes del martillo
dando forma a
los contornos
que trazan tus
minas…
Y ahí está tu
silencio,
que, perdido
tras profunda reflexión,
permanece en el
interior de tu Fragua y de mi Yunque,
desde afuera…
Entre el marco
y la tela atrapado.
Entre el Arte y
la Materia,
entre la muerte
y la vida.
De: Al
Pie de la Calderona -Poemas para una ausencia- (2008)
Al llegar tu mediodía de ocres paladares
contemplas
tu rostro frente al espejo de un bar
en
el retrete maloliente de la tarde
y
preguntas al reflejo de tus desconocidos ojos
por
qué
una
mano enguantada en la suavidad
de
la desfachatez
se
erige en la diosa y dueña de tu vientre
ocupado
con los excesos de la noche de mármol negro,
de
estilados vasos de güisquis.
de
la tiranía de embriagadas respiraciones jadeantes
rompiendo
el silencio de tus sueños...
de
tu noche emigrada.
...y
de nuevo en el amanecer de esas horas malolientes,
encerrada
tras la puerta de un retrete
alfombrado
con las lágrimas transparentes
de
tus compañeras y hermanas
maldices
la sangre de los pederastas dioses
y
gritas a una tierra diferente que amordaza tu voz
y
te sumerge en el prostíbulo
de
tu noche emigrada...
De: Momentos
en Gris “La otra realidad”
(2014)
La idea vaga
desnuda
entre grises materias adormecidas
que la atrapan en una espiral sin salida
y solo tras el precepto del verbo
aflora a la vida misma
de lo absurdo
disfrazada de razón,
engalanada con la euforia
que se oculta tras la palabra.
De: Momentos en Gris “En tonos grises”
(2014)
A las niñas:
Amaina el viento
y el silencio se mece
desnudo
las madres esperan…
Rotas, las tejas visten los áticos,
las hierbas se comen al musgo
y aquella sonrisa, marchita,
camina descalza,
sin rumbo
las abuelas esperan…
Vengo de una tierra vieja,
hablo con lengua dormida,
me asomo hasta esta hora nueva
y el polvo me acecha
escondido.
Las mujeres…
esperan.
De: Espontáneos
(en elaboración)
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