Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

martes, 8 de julio de 2025

Es la hora, de M.D. Álvarez


 

Dibujó un pequeño ataúd y se metió dentro. Aquello había sido un encargo curioso; el cliente le había dado unas pautas y, en cuanto lo dibujó, aquel pequeño ataúd se materializó con bolutas y grabados. La curiosidad de ese diablillo engañador lo azuzó. Una vez dentro, la tapa se cerró, sumiéndolo en una asfixiante oscuridad.

—¿Estás cómodo? —oyó una voz quebradiza.

Él, pálido, gritó y gritó, pero la voz dijo: —"Es tu hora, ahora no te quejes".

Comenzó a oír rasguños, quejidos y, de pronto, nada; ni un susurro. La tapa se abrió con un chirrido; se encontraba entre la tierra y el cielo, estaba en el purgatorio.

M. D. Álvarez 

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