El visigodo
M.A.R. Editor, abril de 2018
Lo primero que va a sorprender al lector es la forma de narrar de Luis Barberá, que en todo momento parece que nos lo esté contando, a nosotros. No, no lo narra, nos lo cuenta, con la técnica de los cuentos a la luz de la hoguera, la costumbre del cuento tradicional.
Y, además, lo hace con un lenguaje que parece va destinado a un público de todas las edades y, esa peculiaridad, convierte la lectura de esta novela en todo un gozo que os recomiendo recuperar.
Una novela histórica tiene poca historia que contar, en el sentido que todos sabemos lo que ocurre al final, si no, no sería histórica. Y Luis Barberá se ayuda de personas históricos y de ficticios para contarnos el surgimiento de Don Pelayo como primer rey astur y, a partir de ese momento, deja abierta lo que se llamaría Reconquista.
Conoceremos a un buen número de personajes y, para que no nos confundamos quienes son históricos y quienes ficticios, al final del libro el autor nos lo desvela. Como lo hace con los nombres de ciudades, como nosotros las conocemos y como las denominaban los invasores musulmanes.
He subrayado muchas partes de esta novela que, como os digo, me ha encantado leer. De todo ello, quiero destacar los siguiente
Los romanos tardaron decenios en subyugar a los habitantes de Hispania y los musulmanes la conquistaron en menos de tres años... el éxito del enemigo vino dado por las divergencias entre nuestro clanes y el ansia de poder desmedido de algunos.
Por momentos pensé que el autor se estaba refiriendo a la España de hoy en día.
La acción de la novela, no obstante, transcurre entre el año 711 y el 722, y unas fechas breves posteriores a la Batalla de Covadonga, narrada con el detalle de un auténtico cuentacuentos, que la hace, como os he dicho anteriormente, comprensible para todas las edades.
Ah, y que se nos quite de la cabeza aquello de las Tres culturas, no creo que vivieran en paz nunca. Y que jamás existió libertad para las culturas sometidas al Islam.
Francisco Javier Illán Vivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario