El edén de las manitas de cerdo
M.A.R. Editor, 2019
Hay libros que te lo hacen pasar estupendamente y, para mí, lo ha sido el que os comento hoy. Porque me he reído con ganas en varias de las escenas que el autor nos propone para su protagonista, quien nos narra todo lo que acontece en primera persona.
Luis, separado, con dos hijos, el salario únicamente le llega para ir malviviendo, como miles de hombres en la sociedad actual, y tiene un grave problema: desconecta de la realidad y piensa todo lo que desea decir, y no lo dice. Pero, cuando lo hace, la caga, algo también muy común a los hombres.
Esto es aprovechado por un colega del trabajo para ofrecerle entrar en una red de gigolos que le ayudará para salir de la miseria en la que vive. Pero nunca le cuenta la letra pequeña y a lo que se compromete.
Enrique Pérez Balsa nos introducirá, con Luis, en un mundo desconocido para el resto de la humanidad que no utilice los servicios de algo que estando ahí, pasa tan desapercibido que no se nota. Pero que aquí es más bien una red de delincuencia donde quien entra no puede salir. Y ello le conducirá a situaciones límite en lo personal y profesional, algunas de ellas tan desternillantes como la aventura con Samantha o Daniela.
No obstante lo pusilánime de Luis, es un conocedor de la cultura popular de su tiempo, y nos irá dejando retazos de citas, títulos de películas, descripción de breves escenas o de temas musicales, para conducirnos por un mundo que nos parecerá el nuestro, en nuestra calle, en nuestro bar donde desayunamos cada mañana.
Y un final que no puedo contaros pero que, os sorprenderá.
Por cierto, me alegro de la coincidencia que ha tenido en llamar a uno de sus personajes Marta y, coincidiendo con la Marta de una de mis novelas, no sólo en el nombre.
Francisco Javier Illán Vivas
No hay comentarios:
Publicar un comentario