Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

martes, 1 de abril de 2025

El retorno de John Sanders (7 de 8), de M.D. Álvarez

 




Me encaré con mis padres y hermanos: "No podíais dejarme en paz. Lo único que os pedí fue que dejarais a ese mundo tranquilo y nada, vosotros ni caso".


"Hijo mío, siempre he estado observando tu evolución y, al ver cómo ponías tu vida en riesgo, no pude menos que actuar. La pérdida de tu brazo izquierdo era un dolor insoportable para mí", dijo la hermosa Siriel.

"¿Y qué si pierdo un brazo? Si lo hago por salvar a la mujer que amo, aún así seguiríais inmiscuándoos en mi vida privada", rugí, airado.

"No te permito que hables así a tu madre", terció mi magno padre, que hasta aquel momento no se había decantado por ninguno de los dos.

"Padre, déjame que le dé un escarmiento", pidió mi hermano mayor con mirada salvaje.

"No", dijo mi padre al recordar por qué expulsó a su querido benjamín. "No te lo permito, fuiste tú quien lo torturó cuando todavía era un precioso bebé", refirió con lágrimas en los ojos. "Los hados ofuscaron mi mente. Te ruego me perdones, hijo mío".

Visiblemente contrariado, permanecí desafiante, pero no colérico. Deseaba volver con Angie, la única persona por la que me dejaría matar si con ello lograba su salvación.

—¿Y qué hacemos ahora? —preguntó mi segundo hermano, visiblemente azorado.

—Un duelo a muerte sin armas —sugerí.

—Pero tu estatura es muy pequeña en comparación con tu hermano y te falta... —No pudo terminar la frase; mi mirada era aterradoramente salvaje. Mi padre, a duras penas, aceptó; temía perder a su pequeño.

Nos encaminamos al exterior de la nave, donde hice gala de mi auténtico potencial. Mi furia se desató y creció, pero también se transformó de una forma que ninguno de los allí presentes hubiera adivinado. La pelea fue brutal, pero conocía los puntos vulnerables de mi hermano; lo inmovilicé y despedacé con mis propias manos.

—Eres el justo vencedor y tienes el derecho de decidir si quieres quedarte o volver a aquel mundo que no te respeta ni te cuida como su guardián —dijo Siriel, sabedora de mi elección.

—Deseo volver al mundo donde me exiliasteis, pero he de deciros que, si volvéis a intentar invadirlo, lo que habéis visto ahora no será nada comparado con mi cólera —dije, mirándolos fijamente con aquellos ojos azules que los taladraban sin compasión. Me giré y abandoné la mega nave en una pequeña lanzadera.

Continuará...

M. D. Álvarez

viernes, 28 de marzo de 2025

Murcia en octavas, de Guillermina Sánchez Oró (Reseña nº 1097)

 


Guillermina Sánchez Oró
Murcia en octavas
Tres Fronteras Ediciones, octubre 2023

Presentamos el 13 de septiembre de 2024 este poemario en San Pedro del Pinatar, y las casualidades del juguetón tiempo han hecho que publique la reseña precisamente hoy, que es el cumpleaños de la autora: FELICIDADES.

Un libro que recorre la Región de Murcia a golpe de poesía y, dentro de ella, versos claros en octavas, un reto que Guillermina se propuso y que llevó a buen término. Y no solo los cuarenta y cinco municipios, sino también algunas de las pedanías que a la autora le traen recuerdos de su infancia.

En tiempos en que parece que nadie conoce a nadie y nadie sabe dónde está nada (sobre todo en España), una ventana a la Región de Murcia que se nos muestra alegre y luminosa.

Francisco Javier Illán Vivas

jueves, 27 de marzo de 2025

Presentado Lo entenderás más tarde, de Carmelo Guillén Acosta


 




Interesante velada poética el pasado miércoles 26 de marzo, casi antesala del mes del libro, presentada por el Catedrático Francisco Javier Díez de Revenga, y que tuvo como protagonista a Carmelo Guillén Acosta y su obra más reciente, Lo entenderás más tarde, un coqueto libro de poesía que glosó magníficamente, como es su costumbre, Díez de Revenga.

Y fue también una velada donde se dieron cita grandes poetas regionales que tenían en común el premio Adonais de poesía o, simplemente, la poesía: Eloy Sánchez Rosillo, Dionisia García, Vicente García Hernández, Juana Marín Saura, Soren Peñalver, Francisco Javier Illán Vivas...

Alfonso Guillamón de los Reyes, organista de la Catedral de Murcia, también estuvo en primera fila, acompañando a los poetas y al público asistente.

viernes, 21 de marzo de 2025

La muerte de La Muerte, de José Luis Cordeiro y David Wood (Reseña nº 1096)

 


José Luis Cordeiro, David Wood
La muerte de La Muerte
Deusto, 2018 (10ª edición noviembre de 2024)

Este es uno de los libros más interesantes y fascinantes que he leído en estos últimos años, o mejor dicho, décadas.

¿La posibilidad científica de la inmortalidad física y su defensa moral? Antonio Garrigues Walker lo apunta en el epílogo, es un libro "comprometido que, incluso desde un posible desacuerdo, merece la pena leer".

Conocí el libro gracias a un programa visto en la televisión madrileña, en uno de los numerosos viajes que mi actividad literaria me lleva a la capital de España. En ese programa, José Luis Cordeiro era entrevistado por Juan Ramón Lucas, y pronto lo busqué y he podido leer con la tranquilidad que dan estos días de invierno que tan lluviosos nos ha regalado la naturaleza en la Región de Murcia.

Me ha sorprendido gratamente, y me ha abierto los ojos a muchos avances médicos y tecnológicos que apuntan a que la muerte (ahora la pongo sin mayúsculas) será una opción y no un destino de la humanidad a partir de 2045.

La decisión es clara "si organizamos nuestras vidas contra el enemigo común del envejecimiento, todos y cada uno de nosotros podemos marcar realmente la diferencia. ¡La diferencia entre la vida y la muerte!"

Si antes te recomendé 1095 libros desde 2007, ahora te pido que leas La muerte de La Muerte.

Francisco Javier Illán Vivas 

miércoles, 19 de marzo de 2025

El retorno de John Sanders (6 de 8), de M.D. Álvarez


 

Mi infancia fue complicada; mis hermanos me veían como un mediocre sin talento, nada más lejos de mi potencial. Todavía era muy pequeño para conseguir hacer mi voluntad. Si no hubiera sido por mi madre, no habría sobrevivido a las envidias y ataques a los que me estaban sometiendo mis brutales hermanos. Pero los pasillos, otrora oscuros e inaccesibles, me eran mostrados con vívida claridad. Conocía cómo llegar a los calabozos, donde esperaba encontrarla a ella; no podía dejarla en manos de mis brutales hermanos.


Llegué a la zona sin ningún contratiempo y la encontré encadenada en una de las celdas. Descerrajé la puerta y la liberé. Ella, sorprendida, me dijo: —No tuve más remedio...

—No sigas, hiciste lo correcto, la interrumpí mientras arrancaba la cadena.

—¿Cómo has logrado escapar? —quiso saber ella mientras se frotaba las muñecas.

—El suero sigue corriendo por mis venas, solo tengo que activarlo. Debemos alcanzar la lanzadera —dije sin más.

No podía decirle que no iría con ella; debía pararles los pies a mis hermanos y al resto de la familia.

"Sígueme", le dije. Comenzamos una carrera contra el tiempo. Nos fuimos encontrando con guardias a los que, con rápidos movimientos, dejaba fuera de combate.

En el hangar, la introduje en una cabina de supervivencia y la lancé al espacio. Ella se resistía a dejarme atrás, pero le dije: "Tranquila, aún no me ha llegado el día". La besé con ternura.

Me encaminé al salón del trono, donde me esperaban mis augustos padres y mis dos detestables hermanos.

Continuará...

M. D.  Álvarez