Ya leí Un retrato en la geografía, y os lo comenté en estos no tan abruptos acantilados de papel. Aquí no es Diego Collado, el general que pasó quince años encerrado; es Álvaro Collado, quien ha pasado diez años desterrado por un sangriento acontecimiento en la Universidad y, a su regreso, es testigo de los nuevos aires que se están produciendo en el pais: el advenimiento de un nuevo golpe de Estado.
Conoceremos, a lo largo de las páginas de la novela una trama de corrupción, de voluntades entregadas, de esbirros del nuevo amo del país, y de aquellos que, creyendo luchar por una causa democrática, o no tan democrática, terminan con sus huesos en prisión, sea quien sea quien ordena las detenciones y las torturas.
Al final, el final... bueno, el final se sabe que continua casi de igual forma ochenta años después.
Francisco Javier Illán Vivas
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