Revista de creación literaria en busca de creadores del mundo

viernes, 25 de mayo de 2018

Oficio de difuntos, de Arturo Úslar Pietri (Reseña nº 838)

Arturo Úslar Pietri
Oficio de difuntos
Ediciones Drácena, 2017

El oficio de difuntos es la ceremonia religiosa en la que se reza por los fallecidos. Como nos descubre el autor del prólogo, en este oficio en particular, el difunto es "el general Aparicio Peláez, un personaje de ficción inspirado en una de las figuras más controverdidas del siglo XX venezonalo, su último gran caudillo, el general Juan Vicente Gómez".

Es, por tanto, una  biografía novelada de quien gobernó Venezuela durante veinticinco años, y que puede darnos muchas claves de la situación actual de ese país, donde las palabras grandilocuentes de caudillo, patria, apátrida, traición, carnet patria, etc., están tan de actualidad.

Libros como el actual son una gozada leerlos, pues su autor cuida el lenguaje a niveles que el gourmet de las letras sabe agradecer. ¡Cuánto bueno es leer a Arturo Úslar Pietri cuando uno ha tenido que leer muchas otras cosas de un nivel literario sospechoso, al menos!

El retrato del ficticio Aparicio Peláez le sirve al autor para descubrirnos a toda una casta de caudillos hispanoamericanos, no centrándose únicamente en Venezuela. Y, sobre todo, ese capítulo introductor, donde veremos la reacción de los aduladores -en especial un sacerdote- que a la muerte del dictador intentan desaparecer, que no se les recuerde, que nadie sepa quienes son.

Extensa e intensa obra la que os presento esta semana, siguiendo en la línea marcada por Ediciones Drácena de reeditar obras maestras.

Francisco Javier Illán Vivas

lunes, 21 de mayo de 2018

Encuentro con Olga Mínguez y Francisco Javier Illán Vivas

Será el próximo miércoles, 23 de mayo, en Murcia, Diego Marín (Expo Libro), a partir de las 19,30 horas.

En el evento también participará Olga Mínguez, con su novela La absurda existencia de Dalila Conde, que fue la ganadora del VII premio Wilkie Collins de novela negra.

La presentación correrá a cargo de Pedro Pujante.

viernes, 18 de mayo de 2018

Poemas para leer a deshoras, de María Ángeles Lonardi (Reseña nº 837)

María Ángeles Lonardi
Poemas para leer a deshoras
Letra Impar, 2017

Que la editorial Letra Impar tiene buen gusto al presentarnos un poemario, no me cabe la menor duda. Lo descubrí cuando publicaron Piedras rodadas, de Vicente García Hernández, motivo por el cual también conocí al editor, José G. Criado, y charlamos amena y profundamente sobre libros, sobre futuro editorial, sobre proyectos y sobre su pretensión por mantener el buen gusto poético.

Y tras la lectura del libro que nos ocupa, de María Ángeles Lonardi, que ya había colaborado con nosotros en las páginas de Acantilados de papel, me reafirmo en la admiración por esta pequeña editorial empeñada en acercarnos buena poesía con una periodicidad envidiable.

El poemario de la argentina Lonardi, afincada en Almería, está dividido en siete partes y puede que, lo primero que llame la atención al lector es la forma clara y directa de dirigirse a él, sin muchos rodeos, para que entienda el mensaje que desea transmitir y, eso, hace que él (el lector) se identifique con los versos que está leyendo.

Naturaleza, cotidianidad y cotidianeidad, paisajes que ha vivido (desde el amor y el respeto a aquella, a la Naturaleza), compromiso con su tiempo y con su condición de mujer, y algo de la llamada poesía de la experiencia, convierten a este libro en un compañero diario, en un placer tenerlo cerca para leerlo a deshoras, sin compromisos, cuando el verso y la vida lo requieran.

Para acompañar los versos, un prólogo breve y enriquecedor (es un juego de palabras) de Pedro Enríquez y un epílogo de Pilar Quirosa-Cheyrouze, otra poeta a la que tengo el placer de conocer y haber disfrutado de su obra en nuestra revista y en Ágora papeles de arte gramático, cuando la dirigía junto a mi amigo Fulgencio Martínez.

Te recomiendo, desconocido lector, que saques estos versos a pasear y te acerques a ellos, a cualquier hora, pues su compañía te transmitirá la "paz interior... como fuerza incontrolable", que destaca el autor del prólogo.

Francisco Javier Illán Vivas

miércoles, 16 de mayo de 2018

Versos perversos en San Pedro del Pinatar



Por segunto año consecutivo, María José Navarro Villaescusa organiza Versos perversos, recital de poesía, que se celebrará en el jardín de la casa de la cultura, en San Pedro del Pinatar.

Este año participan los poetas Mery Salem, Toni García y la propia María José Navarro, que estarán acompañados por los músicos Jorge Asmarats y Fran Andreo.

Al final de su actuación habrá micrófono abierto para todos los que deseen participar con un poema relacionado con el tema de la convocatoria.

sábado, 12 de mayo de 2018

Hogueras de la carne, de Pedro Juan Gomila Martorell (Reseña nº 836)

Pedro Juan Gomila Martorell
Hogueras de la carne
La Lucerna, octubre 2017

Hogueras de la carne es la última entrega de la tetralogía que el autor mallorquín, Pedro Juan Gomila Martorell, ha titulado Eidolon.

Cuarto libro que he tenido el placer de leer, como los anteriores, y de comentaros en esta sección, y que son una "herida abierta que supura y no acaba de cicatrizar nunca", como la define el autor del prólogo, Ramón Bascuñana, a quien tuve el placer de conocer en Murcia y al que también leo desde hace unos años.

Una herida abierta que, a lo largo de estos libros, adquiere las dimensiones del Dorsal del Pacífico: Arcadia Desolada, En la tierra de Nod, La pasión según Dioniso y Hogueras de la carne. Todas ellas una única autobiografía, emociones como canto a lo sagrado y a lo profano, elegía, derrota y victoria, la experiencia del autor, pero también sus reflexiones, todo ello convierte cada libro, y emerge en el actual, en una obra "íntima y descarnada", que no tiene vuelta atrás.

No. Estamos en el final, y ya conocemos a los personajes, si acaso más de uno hubiese, que han luchado, manteniendo ese conflicto de identidad. Y, si he entendido bien al autor, creo que ya ha aceptado su destino y se ha encontrado con él, y ese encuentro es una afirmación poética, de la palabra.

La palabra era el principio y al principio, y la palabra se ha hecho carne para, en su brevedad existencial, volver a la nada y quedar, otra vez, la palabra.

Francisco Javier Illán Vivas

miércoles, 9 de mayo de 2018

Versos envenenados, mañana tarde, en Valencia

En la librería Leo, de Valencia: Raconada de Federíco García Sánchiz, 1, 46002 Valencia.

A las 19,30 horas.

Inma Burguera / José Ramón Illán actuarán como maestros de ceremonias. 

Toda la información al día AQUÍ.

viernes, 4 de mayo de 2018

Versos envenenados, de Francisco Javier Illán Vivas (Reseña nº 835)

Francisco Javier Illán Vivas
Versos envenenados
M.A.R. Editor, 2018


Que el género policíaco está en auge no es ninguna novedad. Lo que sí es novedoso es el esfuerzo que están realizando muchos escritores por dotar de rasgos nuevos a dicho género.
En este sentido, no dejan de sorprender libros como el que hoy recomendamos que dan una nueva vuelta de tuerca a ese <más difícil todavía> que supone salir al mercado literario a aportar algo nuevo.
Mucho sospechamos que la clave diferenciadora definitiva para que la novela que hoy presentamos quedara finalista de VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra fuera la erudición.
Es decir, que leyendo estos versos envenenados estamos leyendo a los principales poetas de Murcia, estamos leyendo a Luis Alberto de Cuenca, estamos leyendo a Rubén Darío, a José Zorrilla; estamos escuchando boleros o Rock; estamos viendo y leyendo Conan el bárbaro…
Hay un esfuerzo en poner una banda sonora y hasta imagen, a una historia que, ya sea con la música, con el cine o con otros libros, nos hace mucho más familiar el universo de Isco Vivas. Sin duda, trasunto del propio autor, aunque –como él mismo reconoce- tenga rasgos de otros familiares muy queridos, en este caso, su abuelo.
Por supuesto, estamos leyendo una novela con entidad y personalidad propias que nos acerca a otras obras. Y ahí, encontramos un trío en el que hay dos serpientes venenosas y una ofrenda propiciatoria. En realidad, varias víctimas propiciatorias pero dos o tres, especialmente relevantes.
Así, Marta y Carmen pueden ser dos amigas inseparables o dos rivales que luchan a muerte –muerte literal, en este caso- por esos hombres de usar y tirar.
Auténticos esclavos que se rinden a la belleza y juventud de las dos amigas. Ni siquiera el más trabajador e independiente es capaz de resistirse a la visión de un seno que le va a costar la vida. Parece que se diera una imagen del varón demasiado vulnerable pero, nos guste o no, somos así de vulnerables. Si no todos, casi todos. Yo el primero.
Por lo tanto, Francisco Javier Illán Vivas, si se ha captado bien el mensaje, reconoce -al igual que quien esto escribe- que la inteligencia femenina y las armas de mujer son mucho más poderosas que las masculinas. Que en esa disputa feminista que se ha recrudecido con gritos de guerra que todos conocemos, los varones tenemos la batalla perdida desde el minuto cero.
Todo lo escrito nos pone ante una novela de rabiosa actualidad. Una novela que también tiene datos históricos que nos trasladan al escenario del 11M y a la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero, saltos que también nos pueden llevar al fin-de-siglo que viviera en su día Rubén Darío o a una biblioteca que sirve de punto de encuentro para algo más que la Literatura.
Así lo ha querido el autor, su voluntad expresa es la de que muchos lectores reconozcan a personajes con nombre y apellidos, lugares que existen en los que nos atenderán los propios personajes de la novela. Es decir, una nueva ruta del Quijote que en este caso nos lleva a Murcia. Y aquí creo que sí encontramos algo muy propio del género. Esos santuarios visitables por los lectores que crean una complicidad exquisita entre el autor, el lector y el escenario. Algo que, dada la idoneidad del lugar para veranear, podría crear la curiosidad por visitar y disfrutar de lo que hemos bautizado como Universo Vivas.
En definitiva, una Literatura muy ágil, ligera en sus trepidantes 185 páginas, con una intriga que se mantiene hasta los últimos compases en la que ya se sacia esa sed de quedarse con ganas de más. De alguna manera parece leerse entre líneas un <Continuará> que tranquiliza la curiosidad de ese final abierto y magistral. En la cubierta, dos sierpes que quedan enlazadas en un infinito del mal, un ocho tumbado que tiene fondo negro y el naranja de los condenados a muerte. Que la disfruten.
Adolfo Caparrós