jueves, 29 de agosto de 2013

Una historia real

Esta noche es de esas sin poemas, una noche de sentirme y expulsarme y serenarme, ésta será una noche de comas mal colocadas, frases necesariamente largas y revelaciones tan ciertas como la mentira. Esta noche de puntos colocados al caos y colocados azares por puro placer, me propongo contar una historia repleta de verdades y descubrimientos, una historia que me quiso de protagonista y que eligió la noche de ayer para perpetrarse, rondando las tres y veinte de la madrugada...
Resulta que me desperté, o fui despertado, por el sonido de un piano, interpretando un pieza que alabé de tan hermosa, casi más que a la vida, pensé -henchido por la melodía- que la canción era perfecta para cortarme las venas y morir lento, olvidado del mundo que yo mismo he vendido, poco a poco, en trozos indescriptiblemente dolorosos...y también pensé que era perfecta para pasear desnudo por el jardín, en esa noche de primavera, ya cálida, que abrigaba desde hacía una semana al césped, dándole la suavidad y el tacto de la espuma y los rayos de luna,
Salí, pisé la hierba confortable y la luz plateada sirvió de guía a mis pies, al primer paso, cuando apenas habían tenido tiempo a saludarse mis dedos y la verde manta, surgió una flor entre las briznas, suspiré encantado, y de mi suspiro dos mariposas azules se formaron, y bailaron como hadas coloreadas por un viento amante,y ¿ podréis creerlo? Comprendí que la vida es amor y nada más. En ese instante, sin saber por qué ni de qué modo...
Comprendí todo lo que había leído, todos mis sueños, todo deseo y todo miedo. Y os diré que más ocurrió, pues sorprendido y con los ojos más abiertos que dos lunas excitadas, con la sonrisa nueva al saberme, de pronto, más que un hombre o un pensamiento, más que un sol despierto o una lila recién nacida...¡supe que era una palabra! Y al concebirlo y tomar conciencia de la grandeza y la enormidad de mi tarea, quise probar mis poderes, entender cuánto me rodeaba, lo que insufla hálito incluso a algunas piedras, y abrí mi boca para hablar, y hablé...
Surgió de mi garganta una palabra que no esperaba; "gitano"
Curiosa palabra. Gitano. ¡Gitano!
¿Sabéis que ocurrió?
La palabra cobró vida, expandiéndose y creciendo, hinchándose de cacerolas de cobre y de estaño, de aires de retamas y jaras, se infló con lunas y con sangre de honores y de duelos, con palabras dadas hasta la misma muerte, con sonrisas de primos y con todo el coraje y el duende de una raza valiente...
Pude ver a Lorca soplando dentro de la palabra toda su garra, toda la eternidad y el tronío, empequeñeciendo tanto a quienes soplaban racismo y cinismo dentro que fueron absorbidos por la gravedad de su ignorancia...
¡Oh! Amigos...qué cosas tan heréticas y bellas admiré desnudo paseando con las gotas del piano en mi cabeza y unas hojas afiladas cercando mis muñecas...qué maravillas descubrí dentro de todas las palabras del universo, que pude decir todas a un tiempo, en lo que dura la vida de un planeta...
Quizás penséis que estaba soñando...¿imagináis que todo es inventado porque soy un poeta?
Quizás penséis que estaba drogado...¿imagináis que todo es inventado porque estaba drogado?
Quizás soñéis que estáis despiertos...¿imagináis que todo es inventado por que no lo soñáis?
Sólo quería, esta noche sin piano, revelaros este secreto tan poderoso, ¡nada de versos! tan sólo algo de prosa cierta, tanto o más que el mismo olvido...esta noche de palabras huecas, me convenzo de lo que soy y no de lo que tengo.
Esta noche si escuchas un piano, sal a bailar con las gotas de rocío...


Adal Márquez Hernández

1 comentario:

  1. Saldremos a bailar al son de los truenos, el baile de la vida que resuena en los adentros. Maravilloso, queridísimo Poeta. Gracias por existir, gracias por tu vibrar, por la caricia hecha palabra, por el baile. Versos y abrazos.

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