sábado, 11 de mayo de 2013

2020, de Javier Moreno

Javier Moreno
2020
Lengua de Trapo, 2013

La crisis lo ha cambiado todo. La realidad había descubierto sus costuras y a través de ellas asomaba un magma de posibilidades.’
2020

La trama vertebral de 2020 no parece demasiado complicada: Bruno Gowan, empresario carismático y de gran éxito, ha desaparecido sin motivo aparente. Tras su pista andan su familia, Carlos y el investigador Lázaro. Mientras tanto, Gowan ha escogido a un desahuciado llamado Nabil como confidente. Estos datos harían suponer que nos hallamos ante una novela de corte convencional como cualquier otra. No obstante, Javier Moreno (Murcia, 1972) se aleja de los lugares comunes de la narrativa clásica y nos regala una multitud de textos cortos que el propio lector deberá componer (o no), y que se complementan formando una fascinante lectura de alto voltaje. A medida que nos adentramos en este libro descubrimos que la narración es una mera excusa para que su autor nos muestre su visión lúcida, irónica y afilada de la realidad que nos circunda. Encontramos cientos de ideas que bien valdrían para elabora otras tantas novelas. Pensamientos profundos, mordaces y poéticos sobre la vida, el sexo, literatura o economía. El propio Javier Moreno se transforma en un personaje más, y de forma vilamatiana se inmiscuye en el texto para deformar la narración ficcional y entroncarla con la ‘realidad’ externa. No escribe, según leemos, sino por espíritu contradictorio ya que alguien que no se contradice no está completo.
Bruno Gowan, enigmático producto de una sociedad consumista e hiperestetizante, es el nuevo mesías, un visionario que pretende trascender la realidad y que recita su evangelio devastador para un solo acólito, Nabil, un antisistema que malvive en un avión abandonado. Gowan anhela el vacío. Su huida no es otra cosa que su deseo de difuminarse, de ser absorbido por el entorno. Disfruta de extraños paraísos en descomposición y es capaces de hallar la belleza en las más extrañas manifestaciones del paisaje urbano: aeropuertos abandonados, edificios derruidos… Ambos, Gowan y narrador, componen su obra, construyen una teoría y un credo estéticos ‘guiados por un espíritu al mismo tiempo científico y artístico.’ Todo lo inunda un ruido blanco que parece contener esa idea de vacuidad tan presente en el libro. El autor de 2020 nos advierte que el alma es sólo un efecto secundario de la materia y que la perfección es una línea recta.
Javier Moreno ha construido una historia poliédrica, extraña, endiabladamente fascinante y hermosa a través de diferentes prismas, visiones, relatos breves que se entrelazan y se engarzan en una melódica sinfonía literaria cuyo aparente caos no hace sino evidenciar la propia desarticulación y discontinuidad de la realidad, de la sociedad.
Podría el lector abrir el libro al azar y encontraría una frase ingeniosa, un pensamiento original, una idea genuina. Esta novela, al igual que el amor, ‘es un cóctel de endorfina, dopamina y oxitocina’. Una ecuación matemática enunciada con un tono poético cuya belleza irradia inteligencia y profundidad.

Pedro Pujante

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