sábado, 23 de octubre de 2021

La verdad no hace amigos, de Rafael Guerrero (Reseña no 973)


Rafael Guerrero

La verdad no hace amigos
M.A.R. Editor, septiembre de 2021

En la pasada feria del libro de Murcia me hice con un buen número de ejemplares de diferentes obras, sobre todo novelas, pero también varios ensayos y poemarios, a fin de tener lectura para las venideras fechas donde la noche nos alcanza muy pronto y donde algunos días de frío y lluvia nos invitarán a no ver la telebasura sino a leer.

Y entre esas lecturas una novela ganadora del premio Wilkie Collins, que es toda una garantía de calidad en el mundillo de la novela negra.

Con una sorprendente curiosidad la que nos ocupa, que autor y personaje son la misma persona, o el mismo personaje, que algunas veces, si se conoce al Rafael Guerrero de carne y hueso uno puede dudar de que no sea un holograma del personaje de novela.

La novela está contada en primera persona, por el detective Rafael Guerrero, o RG, y nos narrará dos casos de su propia experiencia profesional: el de Franchesca y el de Alexey.

Y hay que tener muy en cuenta la nota del autor: "...se escribió a partir de casos ocurridos y resueltos mejor o peor por el mismo detective privado que la protagoniza que es también el autor que la firma", así que ya sabéis, desconocidos lectores de estos no tan abruptos acantilados, cualquier parecido con la realidad es pura realidad.

Franchesca pretende asesinar a su marido para quedarse con su fortuna, y para ello busca una cándida alma masculina que lleve a cabo la tarea, con la cual se repartirá la millonaria herencia -o matará también-.

Alexey es un joven que, alcanzada la mayoría de edad, quiere conocer a sus padres biológicos, pues los adoptivos creyeron que era conveniente contarle su condición de adoptado internacional, y su origen está en Rusia.

A partir de esta explicación, dos casos que se van narrando a la par, nos llevan de Madrid a Moscú, de las más o menos seguras calles de la capital española a las inseguras de la capital rusa.

De una dama dominante a una manifa omnipresente.

Y en medio de todo ello un personaje o una persona, que el lector tendrá que decidir.

Francisco Javier Illán Vivas

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