viernes, 8 de febrero de 2019

Versos envenenados, de Francisco Javier Illán Vivas (Reseña nº 835 tri)

Francisco Javier Illán Vivas
Versos envenenados
M.A.R. Editor, 2018


Lo que ocurre  en Versos envenenados (M.A.R. Editor, 2018), de Francisco Javier Illán Vivas –Finalista del VII Premio Wilkie Collins de Novela Negra–, sucede (ficción) en Murcia durante unos años que tendrán como eje al 2004, y como escenarios a varios puntos geográficos (reales) de esta comunidad del sureste peninsular, citados explícitamente, y a veces desde su esplendor primaveral que contrasta con lo caótico de las situaciones que forman parte de la narración.

Un inspector de  policía –que en un momento determinado se presenta así: “Me llamo Isco Vivas, tengo veinticinco años, vivo en La Alcayna, Molina de Segura, Murcia, y soy Policía Nacional”–, está a punto de cerrar un caso en el que cree tener claro quién es la persona culpable. A partir de ese momento, en flashback, se va desarrollando la trama en la que vamos conociendo a los personajes protagonistas que han salido de la imaginación del autor: Carmen y Marta, dos rivales de fatal belleza, con trazas viperinas,  relacionadas sentimentalmente con el inspector Vivas;  Carlos, para quien todo está justificado si lo conduce al fin deseado; y Juan Valdeolivas, que por motivos de salud indagará en muchos aspectos médicos sobre su enfermedad e invertirá en un último propósito -todos trabajan en una misma empresa, en la que, además de ser compañeros, estarán unidos por vínculos que los irán atando-; y junto a ellos otros personajes reales que aparecen de forma más puntual y esporádica.

Entre sus páginas, y a la par que las movidas de los protagonistas, hallamos bastante información sobre algunas enfermedades, psicología, datos sobre escritores, venenos,  criminología...

Es una narración nutrida de ingredientes propios de la novela negra y criminal: intriga, amoralidad, pasión, perversión... y una serie de víctimas mortales; ingredientes a los que se le suman otros de distinto cariz, como poemas de grandes poetas de diferentes periodos literarios, siendo los de Luis Alberto de Cuenca los que especialmente se encuentran implicados en el desarrollo argumental; letras de varias canciones, y alusiones a piezas musicales; nombres de diferentes localidades, de establecimientos y de calles que pertenecen a la realidad, por donde transcurre esta trepidante historia con final inesperado.

Rosa Campos Gómez

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