El Don apacible, Vol IV
Ediciones G.P., 1966
El gran retablo de la evolución del pueblo cosaco entre 1910 y 1920 llega a su fin, y llega por el cansancio de los soldados, hartos de guerra contra los alemanes, contra los realistas, contra los bolcheviques, contra los abusos.
El apoyo internacional a las fuerzas leales al antiguo régimen es mínimo y los bolcheviques y comunistas terminan venciendo, consolidándose, y llevando a cabo depuraciones sistemáticas contra todos los que son contrarrevolucionarios, palabra que significa una condena a muerte contra quien se dirija.
Grigori Melekhov regresará a casa, pero su cuñado, miembro del partido, presidente del mismo en la localidad natal, le odia e intenta que lo apresen para ajusticiarlo. Nuevamente se verá obligado a huir, a unirse a la resistencia, convertida ya en una banda de salteadores, hasta que incluso esto le aburre, tras haber visto morir a Axinia en sus brazos, a su padre, a su mujer, su cuñada, la mujer de Pedro, a su madre.
Cuando regresa a casa sólo encuentra a Michenka, su hijo. Así se entera de la muerte de su hija, Polyuska. Sabrá entonces que sólo él, además de su hermana Dunia, quedan de la familia Melekhov, y abrazado a su hijo el autor nos despide esta gigantesca obra que he tenido el placer de leer completa cincuenta años después de comprar los libros.
Francisco Javier Illán Vivas
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