sábado, 30 de mayo de 2015
viernes, 22 de mayo de 2015
Equipaje ligero, de Francisco Javier Illán Vivas (Reseña nº 722)
Francisco Javier Illán Vivas
Equipaje ligero
Editorial ADIH, febrero 2015
Es
habitual que cuando leemos poemas de amor nos quede la sensación de que la
mayoría de los poetas son unos auténticos desgraciados que no paran de dársela
una y otra vez contra la misma piedra. La explicación es bastante sencilla.
Cuando uno está disfrutando las mieles del amor es raro ponerse a escribir para
recrearse en la alegría. Se dedica uno a disfrutar su moneda todo lo que pueda
hasta que acabe la canción. Así de sencillo.
Habrá
lectores que tengan una sola historia de amor pero lo normal es que esas
historias se vayan sucediendo y que sea cuando se pierde a esa persona con la
que se han vivido cosas que marcan, más todavía a un espíritu poético, cuando
se ponga uno a escribir. De ahí que el caldo que rezumen los versos de amor sea
un caldo nostálgico, triste, a veces resentido; otras atónito por no terminar
de entender quien escribe qué ha pasado realmente.
Dicho
esto, si uno lo mira fríamente, el número de palabras que se refieren al amor
es relativamente escaso frente a la cantidad de palabras que hacen referencia
al resto del universo. Uno puede contar una historia de amor con muchísimas palabras
pero, a la hora de la verdad, se vuelve una y otra vez sobre los mismos
escenarios, con términos muy similares en los que varía muy poco el mensaje.
Por
eso entendemos que el minimalismo del libro que hoy recomendamos, les recuerdo,
Equipaje ligero (o ligero de equipaje),
de Francisco Javier Illán Vivas –Editorial ADIH / Poesía ADIH 6- es el más
acertado a la hora de apuntar sensaciones que se presentan como breves
aforismos o reflexiones con una escena omitida. Es casi a la luz del suspiro
del poeta donde el lector debe encontrar los detalles de esa historia que
quedan condensados en ese breve haiku que lo dice todo con muy pocas palabras.
Sería
pecado mortal no terminar un libro tan breve y condensado como el que hoy
recomendamos. Además, las metáforas que más me han gustado aparecen
precisamente al final del libro, cuando se nos presenta a ese amor que uno
reprime como un volcán lleno de lava candente que no termina de aflorar. Me
recuerda a un poema del libro Poeta en
Nueva York, de Federico García Lorca en el que hay una niña ahogándose, si
mal no recuerdo, que no termina de salir. Allí la imagen era muy similar y la
metáfora mucho más oscura ya que según concluimos en la reunión del Club de
Lectura podría referirse a la orientación sexual del autor. En cualquier caso,
me parece una imagen esa del volcán que no termina de ponerse en erupción, una
metáfora magistral que expresa de la mejor manera la tensión del amor reprimido
que no se puede expresar más que en un papel en blanco.
Formalmente,
estamos ante una edición acorde con el contenido, es decir, se trata de una
edición sobria y minimalista. Tan ligera como apunta el propio título y, sin
embargo, en un formato algo grande para meter en un bolsillo. En todo caso, el
bolsillo de un chaquetón, de un abrigo, de un bolso o de un maletín. La cubierta no presenta
ilustración, un fondo color magenta –un color muy de moda en el contexto
electoral actual que bien nos puede remitir a formaciones como UPyD o a
Podemos- con título y autor en tipos blancos y la información editorial en
azul. Entendemos que ese color magenta, como mínimo, es un canto a lo nuevo, lo
diferente, lo alternativo y que no se ha elegido de manera aleatoria. Que lo
disfruten.
Adolfo Caparrós Gómez de Mercado
jueves, 21 de mayo de 2015
Presentación de "La tradición en Platón", de Pedro Amorós
Ediciones
Irreverentes presenta
el libro La
tradición en Platón, del
escritor murciano Pedro Amorós. El acto
tendrá lugar el próximo jueves, 21
de mayo, a las 19h. En el Salón de Grados de la
Facultad de
Derecho, Murcia. Intervienen en el acto:
José Antonio Molina. Profesor de Historia Antigua. Vicedecano de la
Facultad de
Letras. Universidad de Murcia.
Antonino González Blanco. Catedrático de Historia Antigua. Universidad
de Murcia.
Pedro Amorós. Autor del libro. Doctor en Historia Antigua.
Y
el filósofo canadiense afincado en Francia Luc Brisson, Filósofo del CNRS París, director de investigaciones del Centre Jean Pépin, responsable de la versión y presentación de
obras clásicas en la prestigiosa editorial francesa Flammarion. Luc Brisson es uno de los filósofos más
destacados del mundo, viene a España –a Murcia– únicamente para
presentar este libro, y además de presentarlo dará una charla sobre "El
papel del mito en Platón y su prolongación en la antigüedad".
La tradición en Platón es
fruto de un trabajo elaborado mayoritariamente en el departamento de Historia Antigua de la universidad de Murcia.
Durante aquellos años de investigación, el seminario era un hervidero de
jóvenes estudiantes que acudían diariamente a consultar las fuentes antiguas y
el famoso repertorio bibliográfico L’année philologique para realizar sus pequeños
trabajos de historia antigua en los que aprendían el método histórico. El
seminario estaba dirigido por Antonino González Blanco, profesor de Pedro
Amorós. En ese ambiente preparó Pedro Amorós
su tesis doctoral. Centrada en el estudio de la tradición oral en Platón y Tras
la lectura de la tesis, siguiendo las sugerencias de su maestro, Amorós preparó
un ensayo que recogía algunos capítulos de la tesis y reelaboraba otros,
dejando al margen la colección de fragmentos en los que Platón hace referencia
a la tradición oral, eliminando los textos en griego con el fin de facilitar la
lectura y reduciendo la ingente bibliografía original a un sencillo repertorio
bibliográfico. Ese ensayo es el que ahora se presenta en Ediciones
Irreverentes. En este libro se estudia
la sabiduría y filosofía en el contexto de la cultura griega; la sabiduría de
los antiguos y el logos como
fundamento de la filosofía; la primacía de la palabra oral; la escritura como
“recordatorio” y “campo de reflexión” para la discusión
dialéctica; las huellas de la sabiduría y el valor de la tradición; el mito
como tradición y el mito como relato modelado; el rumor (pheme) y la transmisión de la tradición;
poesía y mitología, la interpretación de la tradición; tradiciones y costumbres
de los atenienses, de los espartanos y los cretenses.
Afirma en el prólogo el eminente Luc Brisson: "Pedro Amorós propone
en La tradición en Platón una aproximación original a Platón, no
tanto literaria o filosófica como antropológica, en la línea desarrollada por la
Escuela de París representada por Jean-Pierre Vernant, Pierre Vidal-Naquet y
Marcel Detienne, y a la cual yo mismo he pertenecido. (…) Pero ¿qué es la
tradición? Se puede decir que es un conjunto colectivo de saberes y de valores
transmitidos en una comunidad determinada de generación en generación. Estos
saberes y estos valores, anónimos por definición, no son objeto de exposiciones
ni de tratados; son ilustrados, o más bien puestos en común, a través de
relatos comunicados de un individuo a otro o a un grupo. (…) El uso de la
escritura explica en la Grecia antigua la aparición de dos géneros literarios:
la historia y la filosofía. Platón vivió en un mundo donde la escritura se
había impuesto definitivamente: se ponen, entonces, por escrito las leyes, las
obras teatrales, la historia, los discursos en la Asamblea y el Tribunal. Y es
en este contexto cultural, después de Sócrates -que no había escrito nada-,
cuando Platón quiere imponer un nuevo género literario, la filosofía, que él
define por oposición a la tradición que estudia y critica". Pedro Amorós
nos ofrece no sólo el acercamiento a Platón, sino el retrato de un mundo, de
una forma de ver la realidad, que entronca con los padres de nuestra
civilización. Ante el olvido de Occidente de sus raíces culturales, Pedro
Amorós nos las devuelve y nos hace ver hasta qué punto somos hijos y herederos
de un mundo que pretenden que olvidemos. Y en ese recuerdo, el lector descubre
la trascendencia de la vida humana.
Recuerda: El acto tendrá lugar el próximo jueves, 21
de mayo, a las 19h. En el Salón de Grados de la
Facultad de
Derecho, Murcia.
Más información http://www.miércoles, 20 de mayo de 2015
Quienes somos
Directora: Toñy Riquelme García
Redactores: Salvador Vivancos Manzano, Francisco Javier Illán Vivas, Amparo Alegría Pellicer, Carmen María Abenza Clemen, Juani López Tornero y Javier Israel Illán.
Críticos literarios: Francisco Javier Illán Vivas.
Corresponsales: Luis Alberto Illán y Salvador Vivancos Manzano.
Fotografía: Toñy Riquelme.
Contacto: agora.nao1@gmail.com
Edita: Asociación cultural Los Extramuros.
Webmaster: Javier Illán
ANTERIOR ETAPA:
Revista literaria, fundada noviembre de 2012. En octubre de 2015 traspasamos la cabecera Acantilados de papel. Recuperándola en agosto de 2018
Fundador: Francisco Javier Illán Vivas
Directora: Toñy Riquelme García (nº 4 en adelante)
Redactores: Salvador Vivancos Manzano, Francisco Javier Illán Vivas, Amparo Alegría Pellicer, Carmen Clemente Abenza, Juani López Tornero y Javier Israel Illán.
Críticos literarios: Pedro Pujante, Fernando López Guisado, Lola Estal Hernández, María del Carmen Horcas López y Adolfo Caparrós Gómez de Mercado.
Corresponsales: Luis Alberto y Salvador Vivancos Manzano.
Fotografía: Toñy Riquelme.
Contacto: agora.nao1@gmail.com
Editaba: Asociación PAG.
Webmaster: Javier Illán
Blog de la revista: creado y dirigido por Francisco Javier Illán Vivas.
lunes, 18 de mayo de 2015
Rogativa
Señor, si estás en la mirada
de los niños mendidos,
¿por qué no multiplicas
en sus manos el pan?
René de la Barra Saralegui
domingo, 17 de mayo de 2015
La austeridad es un error de cálculo, de Luis Miguel Rubio Domingo (Reseña nº 721)
La austeridad es un error de cálculo
Poeta de Cabra Ediciones, noviembre de 2014
Cuando leí las palabras de José María Herranz, a quien aprecio y quien me honra con su amistad, alrededor del libro que nos ocupa, me reafirmó en mi opinión respcto de Luis Miguel Rubio, no es un poeta que escriba por escribir, sino que lo hace para transcender. Las palabras de Herranz fueron las siguientes: "se trata de un libro en el que se aúnan rigor formal (en un metro muy infrecuente en las letras españolas), junto a una mordaz crítica social y honduras humanas,..."
Muchos de nuestros lectores habituales ya conocen la obra de Luis Miguel Rubio Domingo, que ha sido colaborador habitual de nuestra revista digital (en la anterior etapa) y de este sitio, y por tanto han saboreado esa métrica de la que él es amante y experto, como pocos, poquísimos, en las letras españolas.
El autor del prólogo de este libro es Jesús Munárriz quien destaca sobre la obra de Luis Miguel lo siguiente: "él sabe muy bien que las normas, la restricción, los límites y trabas han sido siempre incentivos y acicates de la creación poética", para nada arcaizante en el caso que nos ocupa, muy al contrario, pues el autor miembro del Liceo Poético de Benidorm hace un alarde de juegos métricos para traernos su poesía a la más "rabiosa" actualidad.
El poema que da título al libro, y que invito a leer a quienes se acerquen a esta bella edición de los libretos de Poeta de Cabra, la editorial, y que la prestigiosa firma de Munárriz lo ha comparado con la primera sextina española del siglo XX, escrita por Gil de Biedma, en pleno franquismo. Ésta de nuestro autor podríamos definirla como escrita en pleno imperio de los Mercados.
Luis Miguel Rubio se ha convertido en uno de los poetas más interesantes del momento actual, sin lugar a dudas en un punto de referencia sobre la sextina en español, y en una voz cargada de palabras.
Francisco Javier Illán Vivas
sábado, 16 de mayo de 2015
1.172 páginas vistas
Ya venimos anunciando en entradas anteriores que nuestro blog está recuperando los niveles de páginas vistas que recibía en la anterior etapa, antes de pasar a denominarse Hablando de libros, tras unos meses en OFF.
Ayer, por primera vez en este nuevo ciclo creativo, superamos las 1.000 páginas vistas... en concreto, 1.172, algo que es digno de destacar y de agradecer a nuestros lectores, amigos y amigas, colaboradores y colaboradoras, a todos cuantos hacéis que Hablando de libros (antes Acantilados de papel), se renueve casi cada nuevo día con vuestros poemas, cuentos, teatro, fotografías...
jueves, 14 de mayo de 2015
Nuestra sociedad
Es la primera
vez que escribo para una revista literaria, algo que me llena de satisfacción y
de responsabilidad, y así voy a procurar escribir la presente reflexión en
temas de plena actualidad.
Sin ningún
género de dudas vivimos tiempos de gran convulsión, no sólo en la Región de
Murcia, sino en España, en Europa y a nivel mundial. Tal situación no nos debe
llevar a posturas acomodaticias, sólo lo indico como un hecho tangible que es
preciso analizar y sacar conclusiones.
La
reiteradamente llamada Crisis está suponiendo una perversión del sistema y un
retroceso en nuestra propia convivencia, regresión a épocas indeseadas.
La Sociedad
Civil está desengañada por las promesas incumplidas, por las incoherencias y
por los cinismos insoportables: el 15-M, los grupos de desahuciados, los
médicos, los profesores, los estudiantes, los dependientes y, sobre todo,
funcionarios, jubilados y clase trabajadora están hasta la coronilla y
no les faltan razones para ello.
Nadie puede
negar que el descontento de la sociedad está más que justificado y, en parte,
la responsabilidad corresponde a la clase política. Y digo en parte, porque lo
matizaremos en las líneas siguientes de esta reflexión.
Aún siendo
cierto que el descontento trasciende más allá de nuestras fronteras, eso no nos
puede servir de acomodo pues, aun aceptando la Globalidad, eso no impide asumir
nuestra propia responsabilidad y encontrar nuestras propias respuestas a los
retos.
En base a
lo anterior, toda la sociedad civil tiene parte de razón en sus
reivindicaciones, en sus luchas callejeras y en sus reiteradas manifestaciones.
Hay que vivir en la sociedad, escuchar a la gente y
ser parte de la propia sociedad de igual a igual, no sólo vale pedir
colaboración y después olvidarse, sino que la sociedad debe ser partícipe de
las soluciones que se adopten para salir de la crisis.
Es innegable que el gran objetivo
es reducir esa dramática cifra de más de SEIS MILLONES de parados en España, de
ellos ciento cincuenta mil en la Región de Murcia. Pero también se debe dar una
solución a más de setecientos mil dependientes; buscar una salida profesional
digna a esta nueva generación de estudiantes, posiblemente la mejor preparada
de la historia de nuestro país, cuyo futuro no puede estar en el extranjero;
proteger a quienes han dedicado toda su vida a trabajar y que ahora, con las
políticas que se están adoptando, se encuentran que no llegan a la merecida
jubilación en condiciones justas. Hay muchos más campos de actuación, pero
sirvan estos como muestra.
En otro orden de cosas, se están
restringiendo los derechos civiles; por mi edad observo que volvemos a años que
ya nos tocó vivir, a la década de los 50-60 del pasado siglo, descaradamente en
el derecho a la información, donde parece que renace el NO-DO en los medios de
información pública, por la vergonzante manipulación y purgas llevadas a cabo.
Desde el pasado veinte de noviembre del año dos mil
once la sociedad civil española ha sufrido las injusticias más dramáticas de
todo el período democrático post-franquismo.
Es cierto que la máxima responsabilidad es de los
representantes políticos, pero no toda corresponde a ellos y eso quiero
matizarlo.
La propia sociedad también tiene que asumir que cuenta
con derechos y, recíprocamente, con obligaciones.
La primera consiste en elegir a los representantes, no
sólo con el bolsillo y el corazón, sino con la cabeza; la segunda es
casi doble, ser solidarios y altruistas, también se debe dar, no sólo esperar
recibir.
Sin lugar a dudas, la sociedad debe exigir una nueva
Ley Electoral de listas abiertas, incluso si es posible, por distritos, tanto a
nivel municipal, como autonómico y estatal. La iniciativa popular debe ser
fortalecida y erradicar la corrupción civil y política.
Es cierto que nada es perfecto, pero la política y la
democracia representativa son los mejores sistemas, aunque ahora parezca que no
guste. Por supuesto que hay muchas leyes obsoletas y se deben cambiar, e
insisto, eso depende mucho de la sociedad civil.
Creo que es hora de ir resumiendo, con una idea clara
desde ya: no toda la política es negativa ni mucho menos igual, ni tampoco
todos los políticos son iguales ni tampoco parecidos.
De manera matizada y dentro de la Unión Europea hay
veintisiete gobiernos, de los cuales veintidós de ellos son de la derecha
política y sólo cinco de centro izquierda. Además, hay naciones más poderosas
que otras, que regentan mayor cuota de poder en la Unión, y quien en estos
momentos lo ejerce con más fuerza es Ángela Merkel. ¿Cuál es la consecuencia?
Se hace política de espaldas al Pueblo y de la mano de la Gran Banca, el FMI y
las Agencias de Clasificación y otros esbirros.
Consecuencia, en nuestro país, en España, es más
importante lo que dicen los señores Botín, Gonzalez Alierta, Rosell y demás que
lo que opinan Cándido Méndez, Toxo, el lider de la oposición, Rubalcaba o
cualquier otro miembro de las fuerzas progresistas.
Se debe racionalizar el descontento, para que no se
canalice hacia la aparición de salvadores que han ido apareciendo en otros
países europeos: Le Pen, Amanecer Dorado y, más reciente, Beppe Grillo. Se debe
llevar mucho cuidado con los populismos, que pueden llevarnos al auténtico
fascismo.
Ya lo dice el refrán: el que
avisa no es traidor.
(PD: Artículo escrito para nuestra revista nº 2, septiembre de 2013)
(PD: Artículo escrito para nuestra revista nº 2, septiembre de 2013)
José Vivas Palazón (Molina de Segura, 1937). Trabajador de una empresa ladrillera durante 35 años. Fundó la primera Asociación de vecinos en el Barrio de Fátima, en 1971. Fue presidente de la Hermandad de Donantes de Sangre en dos ocasiones. Cofundó el PSOE y la UGT en su refundación en 1975, siendo el primer secretario general de la agrupación local de Molina de Segura, concejal de la localidad en 1979-1983 y en 1987-1991. Suele escribir periódicamente en prensa sobre cuestiones sociales y política.
miércoles, 13 de mayo de 2015
Entrégame
Entrégame tus panes duros
entrégame
tus botellas rotas
entrégame tus ladrillos sudorosos
entrégame tu muerte lenta y lastimosa
entrégame tu último resuello
entrégame tus llagas, tus desvelos
tus vendas pustulosas
No vaya a ser que en el arqueo
no estén tus penas
tus ojotas
No vaya a ser que por tu culpa
no se llene bien mi copa.
René de la Barra Saralegui
lunes, 11 de mayo de 2015
El espectro, de Irel Faustina Bermejo
PERSONAJES:
Espectro,
vestido con túnica blanca. Pelo largo. Barba. Pies descalzos. Lleva
un cirio encendido.
Danzarina,
viste de tul negro. Zapatillas de baile. Pelo largo. Maquillada con
la mitad de la cara de blanco y la otra mitad de negro. Lleva alas,
una de plumas blancas y otra de plumas negras.
Hombre,
viste un pijama de preso, a rayas grises y negras. Va descalzo.
Mujer,
lleva un camisón blanco, de encaje. Pies descalzos. El pelo largo,
recogido en una cola de caballo.
El
escenario está casi vacío, cubierto con abundantes hojas de árbol,
grandes, secas. Una pantalla al fondo, en ella se proyecta imágenes.
Cada diapositiva está contenida dentro de un marco de cuadro, muy
lujoso. La diapositiva es como una ventana que se asoma a otro mundo.
En el lado derecho del escenario, en la parte baja, cuelga un
triángulo, el de la Trinidad, y dentro un ojo, el ojo que todo lo
ve.
(Primera
diapositiva: Un cielo azul con alguna nube blanca.
Música:
Mike Oldfield. INCANTATIONS, disco 1º, cara 1.
En
el lado izquierdo del escenario hay un nido grande, hecho de paja; en
el nido duermen, cubiertos por una tela de gasa blanca, el hombre y
la mujer. Él se mueve agitado, ella descansa.
Fin
de la música. Aparece el Espectro por el lado derecho del escenario,
alumbrado por el cirio.)
Espectro:
Si abres las ventanas, me verás resurgir detrás de las montañas,
como un espectro en el abismo. (Pausa. Dirigiéndose al hombre) ¿No
te gustaría hacer algo grande, sentirte por una vez importante,
sentir que has ascendido la pequeñez que embriaga a los hombres?
(Se
coloca junto al hombre que permanece tendido, le coge de la mano.)
Ven conmigo. (Señala con el dedo hacia atrás) Allá lejos está el
Quijote, vamos con él a recorrer senderos intransitados. No hay que
tener miedo de ser centauro, de ser saeta apuntando hacia un sueño,
de otear el mundo desde la torre más alta. No tengas miedo de caer.
(Fin
Diapositiva1. El escenario queda iluminado sólo por el cirio que
queda al fondo del escenario en el centro sobre un candelabro. El
Espectro permanece de pie en el lado derecho del escenario, al fondo.
Se enciende la luz roja).
Hombre:
(Agitado) No, hoy no. Espera. Ahora es invierno. La nieve cubre las
crestas de las montañas. Déjame. No quiero acompañarte. Déjame
sentado frente a la chimenea. Hace frío y no quiero irme contigo.
Mujer:
(incorporándose y traqueteando al hombre) ¡Despierta!
Hombre:
¿Sí? ¿Qué sucede?
Mujer:
Otra de tus pesadillas.
Hombre:
¡Quiere llevarme! (Agarrándose al brazo de ella con fuerza) ¡No lo
permitas! ¡No le consientas que me arrastre consigo! ¡Tengo tanto
miedo!
Mujer:
¡Calla! ¡Calla! No dejas dormir a nadie. Luego se quejan los
vecinos; siempre los vecinos murmurando, mirándonos con esos ojos
enormes. Son tan delgadas las paredes. Todo se oye y todo se ve. ¡Ah,
estoy tan agotada! Todas las noches la misma pesadilla.
Hombre:
¡Prométeme que no le dejarás entrar! Lleva tanta luz que me
deslumbra. Mi retina no puede soportarlo.
Mujer:
Me vas a volver loca. Mañana tengo tantas tareas que hacer. Vamos,
duérmete y olvida todas esas tonterías. (Se vuelve a tender en el
nido y se cubre con la tela). No podemos tener intimidad ni en
nuestra propia casa. No soporto que los vecinos nos miren con esos
ojos como si nos vieran desnudos. Duerme y todo pasará.
(Se
apaga la luz roja y se enciende la blanca. Aparece el Espectro y se
sitúa delante del lecho. Pausa larga. Se dirige al hombre).
Espectro:
¡De acuerdo! Échate las rejas, sé tu propio prisionero. Deja que
el árbol se hiele; con el otoño se le han caído todas las hojas,
ahora eres un árbol desnudo, desprotegido. Quizá mañana amanezcas
sin vida. Eres un niño indefenso en las rodillas de la aurora. Sí,
ya me voy. Me marcho como el agua de un río, siempre nueva y
distinta, siempre estoy de paso. El agua se pudre si se estanca.
Me
contornearé como un demonio, danzaré como un espectro.
(Se
aleja hacia el fondo del escenario. Da unos pasos de baile y se
queda al fondo del escenario en el lado derecho. Suena la música: I,
Robot. La bailarina sale por el lado izquierdo del escenario. Las
luces se alternan, cambian de color al ritmo de la música. Mientras
la danzarina baila se proyecta diapositivas de paisajes, de montañas
y ríos. En el centro, la bailarina realiza sus piruetas. Acaba la
música y la danzarina se coloca en el lado opuesto del Espectro, al
fondo del escenario. Hombre y mujer se reincorporan lentamente. Luz
azul. Se proyecta un vaho de nitrógeno líquido, como en un sueño,
en una niebla densa donde los personajes parecen también espectros).
Mujer:
Me esfuerzo por comunicarme con la palabra. Mi esperanza cabalga a
lomos de la poesía. Hace tiempo que no converso con nadie. Hablo
sola entre estas cuatro paredes. Necesito vitalmente expresarme.
Tantos siglos amordazada que siento la necesidad de gritar.
Hombre:
¡No, no está permitido alzar la voz! (La abraza) ¿Te gustaría ser
Libre? (Señalando al público) ¿Crees que todos ellos son libres?
Les envidias. Te gustaría ser como ellos, pero ellos no pertenecen a
tu época. Ellos han venido del futuro. Tú sólo eres una idea.
Estás dentro del pensamiento de cualquiera de ellos; no tienes vida
propia.
Mujer:
(Con melancolía) Tienes mucha razón. Los envidio. Me gustaría ser
como ellos. Sólo una mente puede hacerme libre: mi propia mente.
Danzarina:
¡Oíd! Están aplaudiendo vuestra limitación.
Mujer:
Todos tenemos un sueño dentro de nosotros como una hermosa perla.
Nos gustaría ser algo que no somos, que no nos está permitido ser.
Hombre:
A mí me gustaría ser un músico de rock. (Hace como si rasgueara
una guitarra eléctrica).
Mujer:
Cuando seas músico, ¿me dedicarás una canción?
Hombre:
No seré nunca músico. No tengo tiempo nada más que para trabajar.
¿No te das cuenta?
Mujer:
Yo quiero ser dueña de mis sueños. Nadie me los va a destruir. Seré
bailarina.
Hombre:
¡Imposible! No existen los sueños. Además tú eres demasiado
mayor. Para bailar hay que empezar desde niña. También para ser
músico hay que comenzar temprano
Mujer:
Estudié danza cuando era niña sólo que dí una voltereta en el
columpio y me rompí una pierna. Tardé más de un año en volver a
caminar.
Hombre:
Siempre fuiste rebelde ¿Te consideras inocente? Vosotras sois las
culpables. Culpables por el pecado del paraíso, y al mismo tiempo, o
sentís víctimas.
Mujer:
No somos culpables de nada. Quisieron controlarnos como si fuéramos
marionetas e inventaron la culpa. ¡Déjame volar! ¡Por favor,
déjame volar! Me asfixio en este cuarto reducido donde lo único que
se nos permite ver es una copia de un paisaje; es un paisaje muerto.
(La
bailarina empieza a danzar al ritmo de la música. Diapositivas; las
imágenes proyectadas está dentro de un marco; aluden a paisajes de
acantilados y mar. Luces de colores.)
Hombre:
¿Qué te crees? ¿Quién te crees que eres? Sí. Tienes que seguir
tu patrón. No debes salirte de unos límites que están bien claros.
Estamos dentro de este cuadro de donde no se puede salir.
Mujer:
No soporto más esta limitación. Soy sólo un número; yo soy el
número 13 ¿No lo ves? Estamos construidos según un determinado
modelo. Tú también lo estás. Te comportas como ellos quieren que
lo hagas. El Gran Ojo siempre nos está mirando. No podemos salirnos
del marco porque si nos salimos no pueden vernos, no pueden
controlarnos, tenemos que estar siempre bajo su objetivo.
Hombre:
¡Basta! No continúes o me veré obligado a castigarte.
Mujer:
Nos están engañando, nos manejan. Quieren hacernos creer que todo
lo que se quiere se puede lograr, pero sólo te permiten que desees
lo que ellos te presentan. No podemos salir del marco. Sí, estamos
dentro del cuadro, pero todo son zarandajas.
Hombre:
¡Te ordeno que te calles! ¡Arrodíllate y pídeme perdón! Tú no
eres absolutamente nada. ¿Qué pretendes? ¿Qué nos eliminen? ¿Qué
nos barran como cenizas? ¿Qué nos borren de un plumazo? ¡Qué
delirios los tuyos! He luchado mucho para llegar hasta donde estoy y
no te consiento soñar.
Mujer:
(Con tristeza y resignación). Pensar que estamos arruinando nuestras
vidas. ¿Cuántas experiencias nuevas podríamos sentir?
Hombre:
Estamos bien así, como estamos. No necesitamos nada.
Mujer:
Estos límites nos están engullendo. ¡Oh, paredes que sostienen la
horca colgada de su techo! Mi alma es prófuga en busca de bosques y
de ríos.
Hombre:
Es peligroso cruzar el marco. Estás cabalgando a lomos de la locura.
Mujer:
Amargas son mis lágrimas.
Hombre:
Si no lloraras, te querría más. (Se acerca a ella, se arrodillan
uno frente al otro. Él le entrega una rosa y la besa con ternura;
ella se limpia el beso y se aparta de él). Pero no estás conforme
nunca con nada. No estás conforme con esta existencia que tienes,
con lo que se nos ha regalado. ¿No te das cuenta que somos unos
privilegiados? Se nos permite estar dentro del cuadro. Hasta los
caballos sienten miedo cuando son desafiados por el camino.
(Luz
roja y azul alternándose. Música: un tango. Bailan los dos unos
pasos mas ella se aparta con decisión).
Mujer:
Yo no quiero sólo ser la madre de tus hijos. Abro todos los días la
ventana para encontrar una nueva esperanza, esperando que algún rayo
auténtico de sol entre a esta alcoba. Sí, sé que está prohibido
abrir la ventana, pero yo necesito respirar el mar, ver los barcos
como despliegan sus velas blancas como si fueran alas. Quizá quede
condenada a caminar sola, errante por los vírgenes senderos,
desnuda, sin zapatos… Entre estos límites han sido secuestrados
los colores. Estoy harta de un mundo en blanco y negro. No quiero
pertenecerte. Quiero volar como los pájaros o arrojarme por esta
ventana y no regresar nunca más a tus brazos.
Hombre:
Tú sólo me pertenecerás a mí. Nadie más va a poner una mano
encima de ti. Mis manos de acero recorrerán tu cuerpo de granizo
hasta que tiembles porque te falte el aire, por la necesidad del
aliento. ¡Olvida tus alas! No eres ningún pájaro, eres sólo una
mujer.
Mujer:
(Enérgica) ¡ Me falta el aire! (Se aproxima a él suplicante) ¿Cómo
quererte si no me das opción a que te quiera? Déjame marchar como
lo hacen las golondrinas que después retornan a sus nidos. Déjame
trotar como potro salvaje por las montañas. Yo entonces podría
desearte porque la distancia me haría echarte en falta, suspirar por
tus besos; te necesitaría y volvería a ti como la mariposa retorna
a la flor en busca de su néctar.
Hombre:
(Con calidez) ¿Qué dices, amada mía? ¿Cómo te voy a dejar
marchar? Te quiero y por eso te ato con los lazos de plata más
brillantes.
Mujer:
(Melancólicamente) Ni siquiera me atas con amor. Me atas con hilo
con el que las arañas tejen sus telas.
Hombre:
Dame la mano, mi cielo. Olvida esas ideas tan extrañas que te han
entrado en la cabeza. Una mujer no es nadie sin su hombre. ¿A dónde
irías sola? No podrías llegar muy lejos. Te arrojarían piedras, se
reirían de ti. Te harían mucho daño y yo no soporto verte llorar.
Conmigo eres como un precioso diamante. Sola no eres más que yeso o
arena de los desiertos. Carecerías de valor. Serías lo más bajo
que puedas imaginar. Toda la comunidad te despreciaría. Yo lo hago
por tu bien, ¿no te das cuenta?
Mujer:
Me gustaría ser una flor de loto en medio de un estanque durante
cada plenilunio, o una caña verde en el lecho de un río; una ola
rebasando el espigón; un canto rodado que arrastra la corriente
hacia la mar. (Melancólica) ¡Cómo me gustaría ser el viento! Al
viento nadie puede atraparlo y no lo detiene ningún límite, ningún
marco.
(El
Espectro cruza la escena con el cirio encendido. El hombre ata una
cadena de hierro en el tobillo de la mujer y la lleva arrastrando
hasta el huevo).
Hombre:
Por fin tienes tu castigo. Yo soy un modelo a seguir. Soy lo que el
Sistema espera
de mí. No puedes dejarme en ridículo.
Con esas fantasías tuyas no tardarían en arrojarnos fuera del
Sistema, fuera de este cuadro. (Empujándola al huevo) ¡No lo voy a
permitir!
Mujer:
(Al público, desde el suelo) Tendré que arrastrarme con esta
cadena. No consientes que libere la bandada de pájaros que guardo en
mi pecho. ¿Quién dice que una mujer no debe soñar? Querer es
poder, ¿no?. Yo me saldré del marco del cuadro si es necesario.
¡Qué hermoso ser un arco iris! Esta cadena no me retendrá.
Hombre:
Quieres llegar muy alto. Ocupar el puesto que yo ocupo, pero no
podrás. Te venceré.
Mujer:
Cortaré las raíces. Sí. Seré un sauce sin raíz, o un pino, o un
ciprés que toca el cielo.
Hombre:
¡Calla! El poder será siempre mío. Tú eres altamente
contaminante; una pandemia contagiosa. Nos tenemos que librar de ti.
Mujer:
No voy a estar atada por más tiempo. (Se libera de la cadena) Sí,
es cierto. Comí el fruto prohibido y desde entonces, generaciones y
generaciones de mujeres transmiten unas a otras una sabiduría
ancestral. Podréis quemarnos como brujas pero no os vais a librar de
nuestros sueños. (Enérgica) Sé que detrás del marco hay otro
mundo, otra vida.
(Ella
se desmelena, se suelta el pelo. Música de Jazz: Milles Davis. Ella
realiza unos pasos de baile mientras la escena se va oscureciendo
hasta quedar completamente a oscuras. Cuando la luz blanca se
enciende, enfoca al Hombre y mujer que están acostados sobre el
nido, cubiertos por la tela blanca. Música. La bailarina danza.
Proyección de imágenes: Imágenes de una sociedad moderna donde la
mujer se ha liberado del hombre. El Espectro se une al baile de la
danzarina. Luces de colores. Diapositiva última: llamas de un fuego)
Espectro:
Me contornearé como un demonio y danzaré como un espectro. Invitaré
a todos a que vengan conmigo. Lo que os voy a mostrar no va a ser el
cielo sino las llamas de vuestro infierno.
(La
danzarina detiene su danza, se quita las alas y con ellas cubre al
hombre y a la mujer que duermen en el nido. El espectro apaga el
cirio. Apagón de luces y de diapositivas. Oscuridad total).
FIN
OBRITA
ESCRITA EN 1976 Y REPRESENTADA EN VARIOS MUNICIPIOS DE MURCIA al
final de los años 70; interpretada por:
-
Espectro: Juan Ortiz.
-
Danzarina: Mari Carmen López.
-
Hombre: Jesualdo García Box.
-
Mujer: Irel Faustina Bermejo.
Dirección
y texto: IREL FAUSTINA BERMEJO HERNÁNDEZ