En esta tarde azul de estío
cuando la hiel recorre mis venas,
en esa anaeróbica relación
que nos ata en su momento espacio-tiempo,
proclamo que te odio.
En este crepúsculo que se convierte en perdida,
en infierno,
en agobiante estado
cuando la noche se hace oscura,
proclamo que te odio.
En este atardecer de tinieblas,
donde el invierno
renace en verano,
en una contracción emocionada,
donde mi pálpito es agonía,
proclamo que te odio.
En este ocaso de luces,
donde vivo presa,
me muero de amor,
me muero.
2. Hoy
Hoy,
marcados por el destino,
deseo romper
nuestro encantamiento.
¿Cómo decirte, tantas
veces,que te amo?
¿Cómo dormimos juntos sin
tenernos?
¿Cómo reclamar las caricias de
tus manos?
¿Cómo callar el sonido de
nuestras voces que recorren tiempos y espacios?
¿Cómo gritar al mundo que
callamos una pasión ciega?
Hoy,
marcados por el destino,
no deseo nada.
Sólo
llegar a morir
contigo
apagando la llama del deseo
que
sentimos desde antaño.
3.Caracolas.
Me hundo en la caricia de miel de tu piel,
buscando caracolas
en el mar de tus poros,
volteando olas
jugando entre tus rocas.
Cabriola en tu iris verde,
acabando,
rendida,
en el horizonte de tus labios
siendo aire y agua,
en el eje de mi tierra.
4. Galimatias análogicos.
Con mi mano,
unida a la tuya
en ese efecto de la onda en el agua,
vuelven a renacer,
como hace siempre,
el amor Karma.
Contigo me abraso en las fuentes del infierno,
en la quemadura grave de la pasión
en la humedad de los ojos,
del dibujo de tu figura en la sombra,
de los anómalos galimatías analógicos
de tus colores.
Yuxtapuestos encontronazos,
esquivas veredas,
discontinuas líneas,
unidas en el mapa del aire,
Doce mil días,
sin contemplar el alba,
en la forma aullante de
tu sierra desmoronada
en medio de la nada.
Donde el sol brilla apagado en bronce,
donde la luna luce como coral
en estela de tres encuentros.
El silencio del viento
grita tu nombre
moldeando tu cabeza
hasta la pendiente de tus senos,
donde regurgitan alientos nauseabundos
de menta y hielo
en la belleza
de un lago desbordado.
¡¡Tus suspiros serán míos!!
Trini Ríos Jiménez o Marina Flamenca nacida en Tetuán con corazón en Ceuta y Málaga, con un gusto especial por los sellos. Se subió hace doce años en un caballo que bailaba rumba y cantaba copla, desde entonces cantan y bailan juntos. A Trini le gusta la sencillez y la frescura de la palabra para detallar el sentimiento, la descripción en ligeros tintes de una amargura amatoria que la invade en un sueño y los sueños son sueños, nada más.
No conocía esta revista, un placer descubrirla de tu mano.
ResponderEliminarGracias.....la sigo desde hace muchos años...
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