martes, 26 de marzo de 2013

Mi piedad

Ángeles
del cielo
transportad
su cuerpo
traspasado
a mi regazo.
Dejad
que ahora
descanse
y se refugie,
aun inerte,
entre mis brazos;
mas su muerte
no es eterna.
Efímera es
la condena
de mis angustias...
Miguel Ángel, Salzillo,
artistas de todo el mundo
reflejad en vuestras obras
mi piedad y amarga espera
de mi Hijo, que ahora entrego.

Cristián Mínguez
De su libro "Versos sacros".

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