martes, 26 de marzo de 2013

Manos de Arimatea

¡Mis manos!
que descendieron
tu cuerpo
ensangrentado;
manos
de Arimatea
que lo vieron,
con dolor,
tan cruelmente
traspasado.
Manos
que llevarán
el contacto
de tus manos,
de tu rostro,
de tus pies
y de tu sangre
¡el Grial!
de tu eterno
abrazo...

Cristián Mínguez
De su libro "Versos sacros"

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