sábado, 9 de febrero de 2013

Si es posible, que me recojan en la hierba...

Pascual López Sánchez
Nefelibata
La sierpe y el laúd, 2012

Con dibujos de Joana Canelas, he descubierto a un poeta de fuertes creencias, de profundos principios personales en el número 10 de la colección Acanto, que contra viento y marea (entiéndase crisis y estafa) sigue editando el Grupo de literatura La Sierpe y el Laúd de Cieza, Murcia.

Como os digo, un poeta, Pascual López Sánchez, médico de profesión, miembro del citado grupo de literatura, que no había tenido el placer de conocer hasta este momento, y por ello me alegro y agradezco la generosidad de Ángel Almela, presidente de La Sierpe y el Laúd, haciéndome llegar siempre un ejemplar de cada una de las hojas de acanto, como nos dicen en la editorial. 

Conocedor de la condición humana, y como diría Amparo Alegría, y de sus condiciones, he leído mucho y profundo sentimiento en estos veintisiete poemas y no le creo, como él escribe, que sea "quizás sólo un hombre que carga/ sobre su espalda culpas y nostalgias", muy al contrario, un poeta comprometido con sus creencias (hay muchas referencias a Dios: "un solo Dios que cansado de religiones...") y sus principios personales, que no son, para nada, "llantos aparcados en las esquinas y en las sendas".

Y si algún lector de estos no tan abruptos acantilados tiene duda, que abra el libro, lea sin prisas, hasta ese hermoso epílogo que titula Llamarme hombre y no hacer nada. 

Francisco Javier Illán Vivas

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