Anoche soñé contigo.
Soñé que te veía a lo lejos caminando por un sendero.
Soñé que era una tarde de verano y que
hacía un calor espeluznante.
Soñé que sería un día especial, diferente
Se escuchaba el sonido del canto de pájaros que parecía como una melodía sacada de los mejores cantares.
Pero yo te seguía viendo a lo lejos.
Soñé que cada paso que daba por ese camino
cada uno de los pájaros dejaba de cantar.
Yo me decía, el por qué sucedía tal cosa.
Volvía a soñar que estaba dentro de un sueño
y que corría hacia ti.
Y los pájaros seguían dejando de cantar.
Cada vez se me hacía más largo ese trayecto de llegar a tu lado, pero no quería dejar de escuchar aquel maravilloso sonido del canto de las aves.
Soñé que alcé mis manos para cogerme de las tuyas,
pero tú aún seguías lejos.
Soñé que gritaba tu nombre una y otra vez
y allá se escuchaba un eco.
Soñé imaginando nuestro encuentro cómo sería.
Soñé con una historia, y esa historia
somos tú y yo.
© María Coronado
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