Apagón en la cripta
Ediciones Rubeo, 2020
Que en la presentación de una novela te digan que es un nuevo género que se caracteriza por el "realismo sucio, profundamente negro, humorísticamente responsable y sin huella de carbono", tienes dos opciones, o dejarlo pasar o entrar a ver qué es eso.
Me decanté por lo segundo, por ver qué es eso, por conocer al Mesías, al Subsecretario, al Subalterno, al Bedel, al Viejo y a toda una serie de personajes que te harán, desconocido lector, creer que el autor está un poco ido; no te digo ya a otros, como Caraguantazo, o a los miembros de una organización cuyos fines aún estoy intentando descubrir de lo que me han hecho reír, pues pretendían -con el secuestro de todos los máximos dignatarios y gobernantes- solucionar los problemas del país, que, por cierto, se llama Estado-necio, al que apoya, o no, la gran Potencia.
Miguel Ángel Contreras crea un mundo tan parecido a la realidad que es imposible que ésta, la realidad, sea así. Pero la sutileza, la ironía, el humor con el que escribe os aseguro que hará las delicias del buen lector, pero más aún de aquel que en un momento determinado decidió dejar la lectura pues no le aportaba nada nuevo.
Ah, y si os parece poco lo que os he contado, en cuanto conozcáis al narrador Omnisciente, ya no podréis parar de profundizar en esta Cripta.
Palabra de lector impenitente.
Francisco Javier Illán Vivas
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