martes, 26 de abril de 2022

Ajedrea para curar

Vareada como las olivas, destripada de estima y enverada por los golpes, arropa con su espalda las miradas pequeñas de su vida pequeña.

¿Cómo dará consuelo a los hijos que vieron lo que vieron, qué oyeron lo que oyeron?

Agujas afiladas escupieron de su lengua viperina el asco y el desprecio. Retumbaron vasos, jarrones y botas. Todo era válido. También palabras cegadas buscaron asilo, duración, grieta y sangre: inútil, ignorante, fea, destrozo de mujer.

Y lo físico y visible: sumergir su cabeza en el agua, arrastrarla, ponerla de rodillas: «Hazlo, hazlo como tú sabes». Termina y llora y vomita y blasfema y la empuja.

¿Cómo hará sonar el silencio, hacer oír y hacer ver que después de este desbrozo, de este lastre hay otra vida digna para ser, para ver? ¿Qué hacer con tanto aceite para la muerte?


Mayte Salmerón Marín (Huesca 1965). Reside en Paterna (Valencia) desde 1989. Licenciada en Relaciones Públicas y Turismo. Es escritora de relato breve, columnista y correctora.
Ha publicado  Junta los labios y sopla, 2016 y Me puedes ver 2017.

Colabora en el Proyecto Europeo Siamura sobre el uso de la publicidad no sexista y la imagen de la mujer en los medios.
Actualmente tiene un libro de notas, relatos, crítica y apuntes autobiográficos «work in progress», del que algunos textos han aparecido en las redes sociales. Vocación del cuidado de las plantas, curiosa viajera y entusiasta lectora, indaga especialmente en todo lo relevante publicado en torno a La Shoa y otros genocidios más recientes.
Pertenece al colectivo Acció Poética Rufugiats València.

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